Devaneos XXIV – Nihilismo y Sentido IV
❝Usar un disfraz roto es mejor que usar el disfraz incorrecto.❞ Dicho cantonés
❝La vida real de una persona es a menudo la vida que no puede llevar.❞ Orcar Wilde
❝Un hombre se siente libre si cree que es libre y creerá que es libre
si está condicionado por refuerzo positivo para pensar que es así.❞ Skinner
❝El espíritu sólo conquista su verdad encontrándose a sí mismo
en el desgarramiento absoluto.❞ Heidegger
No voy a tratar el tema pendiente, sino varios. ¿Cuál es el problema para adentrarme en tal tema? En cierta forma los conocimientos son como una espiral. Con una espiral de una vuelta hay pocas cosas (puntos) que tratar, pero a cada nueva vuelta el tema cada vez es más complejo, de tal forma que llega un momento en donde la espiral es tan grande que se hace imposible y/o muy trabajoso tratar con ella. Ese es mi caso, aunque creo que no es porque se haya vuelto “intratable”, sino porque sería un escrito muy trabajoso, del que no se si tengo las fuerzas mentales como para meterme en él.
Dos datos nuevos a tener en cuenta (puntos añadidos a la espiral) me han venido dados por la lectura de “The voices within – The history and science of how we talk to ourselves” de Charles Fernyhough (compartido escritos atrás). Uno es que es antes la voz exterior que la voz interior, y por ello se tambalea la idea de la teoría bicameral, aquella que propone que la voz interior en la antigüedad la sentían o la tomaban como algo ajeno a ellos mismos. Una posible “solución” es que fuera así para los neandertales, y más tarde sólo algunas personas, con la expresión de tal gen, la sentían de esa manera. La otra posible respuesta es además otro de los puntos a tener en cuenta. Charles Fernyhough nos dice, pues eso es lo que está descubriendo la ciencia, que sentir la voz interior como ajena es algo que se da sobre todo en personas que han tenido unos grandes traumas en su niñez. Se debe a uno de los mecanismos de defensa del cerebro, el de la disociación, a modo de una “disforia” hacia una parte del cerebro que “sabe” algo, que la parte consciente no quiere volver a recuperar en la memoria. Supuestamente, esa parte a veces habla internamente, y la conciencia toma esa voz como ajena. Esto lleva a que no hay una unidad central, sino que ciertas partes de la vida o experiencias (por ejemplo las vivencias de los soldados durante las guerras, o en otro caso una mujer que en su pasado ha sido prostituta) son “paquetes” de memoria que tienen su propia identidad, que a veces emergen o que puede que no vuelvan a emerger nunca, pero que no por ello no “existen” y se mantienen en potencia dentro de esa persona. ¿Qué relación tiene con “mi espiral”?, que la identidad no es fija, no tiene un núcleo central, o este núcleo como mucho es el carácter, pero que dado que en lo social este es “moldeable”, tampoco es tan rígido como para entender tal parte como un núcleo, sino como mucho como la “potencialidad latente” de dicha persona (pensamiento de tradición en filosofía, sobre todo como base principal de la filosofía de Husserl).
I
El primer escrito de esta serie lo comenzaba planteando la cuestión del pedófilo, enclavándolo como planteamiento filosófico, ético y teológico (uso este caso como pudiera haber usado el caso de la psicopatía, pero hay más pedófilos que psicópatas, y dado este hecho y a que es un tema tratado en mis escritos previos (y dos), es mi mejor baza para usarlo en el presente escrito). Vuelvo sobre ello. Si el humano fuera capaz de identificar el “gen pedófilo”, ¿crees que habría que eliminarlo del ADN humano? Es muy posible que no haya ahora nada más odioso por todos que tal tendencia. Pero si has contestado que sí, ¿crees que por ello estás siendo nazi?, emulando parte de los comportamientos del régimen hitleriano, ¿o piensas que caben algunas salvedades? Eso llevaría a plantear que por qué no “añadir” más cuestiones a erradicar en el ADN. Enfermedades clara y excesivamente dañinas y desventajosas para ser portadas por cualquier individuo. Pongamos que se pudiera erradicar la posibilidad de contraer la gripe, como es el caso del COVID-19. ¿Dónde estaría el límite para modificar nuestra genética? En la actualidad vivimos dentro del miedo de caer en lo nazi y de lo eugenésico, y por lo tanto no aceptamos ninguna forma de modificación del ADN a nivel de especie, aunque sí en algunos casos y en algunas familias donde estas tratan de que sus hijos no hereden ciertas “enfermedades raras” y mortales. En ese caso la decisión es individual y no repercute en el ADN humano, sino sólo en la línea del siguiente descendiente de tales padres.

Voy a tratar un tema polémico. En el nuevo lenguaje hay que tener cuidado de cuándo se usa el término “normal”. Por ejemplo, un pedófilo no es normal y es posible que esto lo acepten todos, pero si alguien dice que un homosexual no es normal, la cosa ya cambia, se habrá metido en problemas. Aviso que ayer he visto el documental “Far from the tree“, basado en un libro, en donde su protagonista y autor habla desde su propia experiencia homosexual, el cómo se vive no siendo aceptado dentro de lo “normal”. Para ello habla de otros casos y colectivos, desde perspectivas concretas e individuales: una persona con síndrome de Down, una persona con enanismo (persona pequeña), un autista, y extrañamente añaden el caso de un joven que asesinó a alguien, sin saber por qué lo hizo, bajo la perspectiva de que podía deberse a un gen heredado, en donde plantean el tema del miedo que ahora tienen sus hermanos a la hora de tener hijos… ¿y si estos heredan el mismo gen que el de su hermano homicida? Retomo tema. Normal proviene de norma, y este a su vez en el uso que se hace en ciencia en su vertiente estadística. En ese caso suele darse en casi todo comportamiento humano la típica campana de Gauss (distribución normal), donde la parte más alta de la campana es la norma evolutiva y genética. Bajo ese punto de vista la norma es la heterosexualidad. Igualmente en estadísticas usan el término “desviación” cuando una tendencia se “desvié” de la norma. No sé si este es el origen de la homosexualidad como “desviada“. Para el caso la sordera, ceguera y cientos y miles de alteraciones con las que se nacen, son “desviaciones” de la norma. Me empantano. La homosexualidad no es algo “alterado” de los genes, sino que está dentro de sus “planes”. Pero para el caso las personas que nacen con sordera, son un colectivo humano que defiende y protege su identidad. No la sienten o la tratan de vivir como “no normal”, sino que esa es su “naturaleza” y esa es parte de la identidad que defienden y con la que han de sentirse bien y por ello orgullosos.
En cifras, sobre el 5% de las personas son homosexuales (otras cifras dicen que el 10%, otras que el 14%…, parece depender de las ciudades, regiones o estados, pues se pueden concentrar en las grandes ciudades más abiertas, siento no ser más exacto: no he encontrado los datos a nivel biológico, quizás no puedan darse pues entran en juego los cambios epigenéticos, que son ambientales y por épocas), cifra más o menos igual a los pedófilos, según las peores previsiones. O sea que si uno se cruza con veinte hombres, uno de ellos es un pedófilo, entendiendo que no por ello esto implica que vaya a hacer nunca nada a ninguna menor. Estas cifras las hago ver en la dirección de hacer ver que son igual de “normales”, en número, que los homosexuales.
Sale de todo esto una regla. Que por un lado está lo que “buscaba” la evolución y lo escrito en el ADN, que crea “normas” o posiciones normales, y por otro lado está el lenguaje social, que no encaja con el propio lenguaje del ADN y la evolución. Lo que es norma y normal para el ADN y su lenguaje, no es —o así se ha estipulado a partir del caso del nazismo— norma ni normal en lo social. Pero por eso me interesa el caso de los pedófilos, si todo es “normal“, ¿por qué el caso de los pedófilos no? ¿Por qué hacen daño a personas, a personas que incluso están formando su cerebro y lo van a alterar, posiblemente a peor? Entonces se cae en que en lo social también se crean normas y lo que se considera normal, y que por ello de nuevo nos metemos en el mismo lenguaje, pero ahora no desde uno “natural” sino desde uno que es una construcción social. ¿Es más válido —normal— el segundo lenguaje que el primero?, ¿bajo qué reglas? La ciencia nos va descubriendo que todo tiene un porqué y desde su perspectiva llega a la conclusión de que en muchos casos las personas nacen pedófilas, que no es una “desviación” (bajo el lenguaje normativo-social actual), y que el pedófilo no es una mente degenerada y viciosa, bajo el lenguaje religioso, sino “simplemente” un “tanteo” de la conjunción de la expresión de varios genes, y dado el medio social que estamos creando.
No quiero desatar este nudo, no creo que se pueda, que cada cual lo analice desde su propia perspectiva. Pero hay que tener en cuenta que las normas sociales cambian, y que lo que ayer era “anormal” mañana puede que no, exceptuando que habrá cosas que nunca se podrán tomar como “normales”…, y de ser así, ¿a qué obedece?, ¿a una moral innata? Y de existir esta, ¿estamos ahora fuera de ella en algunos casos?, o seguimos dentro de ella, pero bloqueamos y callamos a nivel de conciencia esa “voz”, y de ser así, y de nuevo, por qué sí la callamos en unos casos y en otros no: ¿por qué es lo que nos exige la sociedad? En esta situación todos —o la mayoría de humanos— tenemos una doble moral: una que es máscara y otra que es la “real”. Por qué oír una u otra voz, ¿por convenciones sociales? Seguimos siendo “niños” que necesitamos de la voz paterna (ahora la voz de la mayoría o la de los expertos) para decirnos qué está bien y qué está mal. De ser así… ¿la moral no es innata y sólo es un constructo social?, y de tratar de encajar una moral innata con una social, cuál de las dos tiene que ser la que opere como directriz principal. Analizando todo así. No puede haber una sola moral, o sólo una consensuada, lo cual nos remite a que la vida social es irracional, pues cada uno medirá todo bajo su propia “vara” moral, sin posibilidad de llegar a ponernos dialógicamente de acuerdo, sino en tanto, y sin más remedio, que teniendo que “soportar” lo que se estipule por mayoría o bien por las leyes, en este último caso teniendo en cuenta que tales leyes no las aceptan, en algunos casos, la mayoría de las personas, como así es el caso para la prohibición de las drogas blandas.
II
Lo que sigue son ataques generales a “nuevas tonterías”.
Primero. Se están creando ideas “muy raras” a partir de la teoría cuántica, como que la conciencia humana lo es porque es cuántica. Eso cuando la ciencia aún no ha podido definir que es conciencia. O sea, se tienen dos conocimientos que aún no son positivos, sobre los que aún estamos a oscuras, y la gente se pone a especular a lo “loco”. No creo en la conciencia cuántica. Hay que aplicar la navaja de Ockham, si se puede explicar con los medios conocidos, no hace falta añadir nada más y por ello más complejidad. Los que creen en la conciencia cuántica deberían de analizar los casos de enfermedades neurológicas muy graves, donde ya no cabe pensar en una conciencia o incluso en la existencia de una persona. Si la conciencia fuera cuántica, y puesto que esta tiene unas leyes, para perder la conciencia, ¿dejan de operar las leyes cuánticas en algunos casos y cerebros o en ciertas partes?, no tiene sentido, esos casos se explican por daños físicos en el cerebro, o sobre ciertos neurotransmisores o grupo de ellos. En un ejemplo claro, en la negligencia hemisférica, un paciente pierde capacidades para procesar la conciencia (cognición) de uno de los lados del cerebro, no tiene sentido decir que la física cuántica deja de operar en uno de los lados del cerebro. Se puede pensar que no se pierde la conciencia, pero volvemos a la idea de qué es la conciencia. Las actuales teorías aceptan que la conciencia está en todo el cuerpo y sumida en el medio/situación en el que se encuentra en ese momento, bajo la teoría de la cognición incorporada encarnada, por ejemplo. Si algo me pica, al rascarme implican dos cosas, que la mano va por sí sola al lugar del picor, y que ese lugar hace de diana de la conciencia, en el sentido que forma parte de la acción de la conciencia, algo así como dardo y diana, luego todo el cuerpo está integrado en eso que entendemos por conciencia de sí. De nombrarlo de otra forma de nuevo caeríamos en los problemas del dualismo, y que de haber dos realidades —cuerpo y mente/conciencia/alma—, cómo se comunicarían estas dos partes, con dos “realidades”, lenguajes o medios de comunicación distintos.
Segundo. Hace unos días he visto el documental “The mindfulness movie” de 2013. El planteamiento del documental cae de nuevo en las ensoñaciones de la razón. De encontrar un medio o vía por el cual todas las personas “operemos” igual de “eficazmente”, unificándonos en una moral universal o algo similar. Recordemos. El sueño de la Ilustración, del espíritu de la enciclopedia, era que el mal era debido a la ignorancia, y que de tener todos el mismo nivel de conocimientos, imperaría una razón ética. Unas verdades racionales. ¡Wrong! Doscientos años más tarde hemos comprobado que no es así, que no nos ha llevado a nada. Que si uno es necio lo es y da igual que tenga una gran cultura. Todo humano cae en sesgos, y conocerlos no evita que se caiga en ellos. Es insultante contra la humanidad, en el documental, cuando hacen la teatralización de poner una persona que ha seguido los pasos del mindfulness, frente a otra que no. Hay dos formas de llamar estúpida a una persona: con palabras o con actos, en el caso del documental lo hacen con actos. Por lógica, como casi nadie hace mindfulness, la mayoría de la humanidad es estúpida, según el documental.
Por otro lado sesgan cierta información. Un tenista es mejor si deja actuar a su subconsciente, no si hace uso de la atención plena, pues el prefrontal es muy lento para tomar decisiones y no se basa en estadísticas, como así lo parece hacer el cerebro profundo. La llamada inteligencia/memoria del experto hace un uso más rápido e inteligente de la información no por que haga uso de la atención plena, si no por los conocimientos acumulados por décadas y décadas de tanteos de prueba y error en su campo.
Qué hay tras todo esto. Hay dos redes principales en el cerebro, bajo el punto de vista de actividad o gasto de energía, la red de modo predeterminado, que se ha venido llamando negativa, por cuanto recurre a gastar poca energía y la red de tareas positiva, que es la que se activa cuando ponemos la atención en algo. Bajo ese punto de vista, y tal como lo presentan en el documental, habría que mantener la red de atención activa, lo que gasta más energía, pero que además por otro lado tiene sus propios problemas, puesto que puede caer en el efecto túnel, que al centrarse en una cosa se ignoren muchas otras. La red de modo predeterminado está latente sobre todos los sentidos, sin gastar demasiada energía. Por otro lado, la definición de estrés mental (estar quemado) implica el desgaste y el cansancio de mantener la red positiva activa. Con todo esto no quiero decir que se tenga que estar con la red de modo predeterminado de forma constante y que sea la mejor, pero tampoco mantener la red positiva y que sea esta la mejor. Tal como lo ha “diseñado” la evolución es lo correcto, cada red tiene sus dones y sus defectos. Cada cual activa la red positiva según sus intereses, y llegando los casos necesarios y nada más.
Igualmente hay que tener en cuenta que ese canal entre la red del modo predeterminado y la red positiva es como una autovía. Hay personas que nacen con cinco vías y otras con diez, luego la capacidad nunca se igualará entre esas dos personas, por mucho que se entrene en ello la primera. Esta idea deforma las estadísticas de las que hablan, pues en muchos casos vivir más o ser más exitosa tiene que ver con esa deficiencia de las vías neurológicas y no con que se practique o no el mindfulness. Confunden correlación con causa.
Último dato sobre este tema. El mindfulness se basa en activar la red positiva durante la meditación, prestando atención a partes del cuerpo, como pueda ser el caso de la respiración. Por lo que se sabe se han dado casos de personas que se han suicidado cuando han empezado a practicar el mindfulness. ¿Por qué?, puede que por traumas que tenían esas personas y que no los habían afrontado nunca y que salgan en esos estados de tratar de mantener la mente en blanco. También se baraja la idea de que el cerebro se centra en los ruidos que produce el propio cuerpo, con el peligro de somatizar cosas que son meramente normales. Las personas no soportan cuando se les mete dentro de una cámara aislada de los sonidos (cámara anecoica, privación sensorial). Sus propios sonidos se multiplican, creando un efecto de retroalimentación a nivel sonoro, donde el más mínimo sonido es multiplicado varias veces, hasta volverse insoportable, pudiendo crearse delirios y alucinaciones. Como en el párrafo anterior, no todo cerebro está “cableado” de igual forma y no hay manera de saber que va a ser positivo o peligroso para cada caso.
Tercero. Se hace demasiado caso de Nietzsche, ¡bueno, en realidad de todos los pensadores! El tiempo nunca se repite, si acaso va en espiral, donde a cada vuelta la repetición deviene en otra. Nietzsche era el pensador necesario de su época, pero a la vez contingente, pues si lo dicho por él, no hubiera salido de su pluma, habría salido de otra. ¿Alguien o algo, entonces, coloca el engranaje preciso en la máquina en desarrollo que es la historia? Sólo el propio sistema ciego que es la historia. Como relojero ciego igualmente es la evolución. Cada sistema se genera a partir de las premisas que le preceden, al igual que si pongo 2+2, tu cerebro ha calculado automáticamente, y sin ninguna voluntad o agente, el 4. El nacismo es la suma de partes de los algoritmos de todo pensador precedente a la mano obradora que fue Hitler. Este fue como el 4 en el ejemplo anterior, el resultado de un algoritmo del pensamiento, de la suma de pensamientos de todo pensador alemán precedente. Siendo así, ¿qué parte o función de un algoritmo hace cada uno dentro del resultado histórico de dentro de unos años o unas décadas? ¿Realmente importa?, el resultado va a ser el mismo, en tal algoritmo dan igual los números más lejanos después de una coma. El número Pi es reconocible por 3.14, el dígito mil o millón de tal número da igual, no “altera” su reducción a 3.14. Que haya un nihilista o feminista más o menos, no altera la actualidad, ni alterará el resultado que acaecerá dentro de unos años o décadas. La historia es fatalista, porque la voluntad general no suele ponderarla un solo pensamiento o persona, o sólo en tanto que esa persona —como fue el caso de Hitler, Napoleón o Alejandro el Magno— son las sumas totales de los estados previos de la ecuación. En ese caso tales personajes hacen la función de atractores del caos, y en la dirección de crear un cambio de estado del sistema. Son la llama bajo la cazuela de agua, que es la que hace hervir el agua y la cambia de sólido a vapor, pero tales llamas se han ido encendiendo por décadas o incluso siglos. Donald Trump ha sido una llama que se ha pagado (quizás no), pero que nos avisa que algún otro tomará su puesto en el futuro. Lo que cuenta es que hay una llama que se va avivando.
❝Esto no quiere decir que la experiencia no tenga ninguna función. Tal vez resulte jugar un papel cognitivo importante. Pero para cualquier papel que pueda desempeñar, habrá más en la explicación de la experiencia que una simple explicación de la función. Tal vez incluso resulte que en el curso de la explicación de una función, se nos llevará a la visión clave que permite una explicación de la experiencia. Si esto sucede, sin embargo, el descubrimiento será una recompensa explicativa adicional. No hay función cognitiva tal que podamos decir de antemano que la explicación de esa función explicará automáticamente la experiencia.❞ David Chalmers
Por lo dicho arriba, parece una cuestión de suerte o azar el que uno esté en el lugar y el tiempo adecuado para ser ese último empuje de la llama que hará cambiar al sistema. A esto se sigue la tonta frase de “la suerte favorece a la mente preparada”. Pero, ¿es a la preparada o a la mente que no le queda más remedio que tomar la posición que le ha tocado? Pongo el caso de Darwin, sin el viaje en el beagle, y sin llegar a las Galápagos…, ¿hubiera llegado a sus ideas? Por lo demás no aceptó su “papel” de engranaje del cambio que se avecinaba, pues mantuvo sin publicar su libro por décadas. Se “decidió” a publicarlo, porque Wallace estaba a punto de publicar su propia versión. Otro caso de “asumir” un papel “poco grato” es el de Jesucristo, cuando dijo “…Padre, hágase tu voluntad” o “…Heme aquí, envíame a mí. Seré tu hijo y redimiré a todo el género humano, de modo que no se perderá ni una sola alma, y de seguro lo haré.” (con esto no trato de asumir que Dios es el Designador de los destinos, las frases de Jesucristo podrían no estar dirigidas más que a esos mecanismos de la historia —como sistema complejo— que llega a ciertos momentos críticos).
Vuelvo al caso de Nietzsche. Se ha dicho que no son compatibles la voluntad de poder y el eterno retorno, pues lo primero es maximalista, retroalimentación positiva, mientras que el eterno retorno es quietud, lo homeostático, lo estable. ¿Cómo encajar el cambio y lo estático? Heidegger trató de hacerlo, pues Nietzsche no lo hizo, y quizás ni vió el problema. ¡Pero claro!, es fácil hacer hablar a los muertos, poniéndoles nuestra propia voz. “Aunque Nietzsche no lo formule así expresamente, en el fondo piensa esto…“, dice Heidegger usando Nietzsche como una marioneta bajo su pluma.
¿Cuál, o a qué se debe, el “éxito” de Nietzsche?, a que es como el comodín de una baraja de póquer. Un filósofo lo usa como un “as” dentro de las cartas que le ha tocado jugar, y otro pensador lo usará como dama para sus cartas en juego. Esto se debe a dos cosas: por la ambigüedad de su mensaje, y por no haber acabado o cerrado casi ninguna de sus ideas principales. Lo único acabado en sus escritos es el diagnóstico del momento que le tocó vivir (y el tiempo que vendría), y su análisis de la moral cristiana. El resto de ideas se quedaron sin acabar. Como he dicho otras veces, no lo hubiera podido hacer por sus contradicciones internas, a las que aún no se había enfrentado. Le alcanzó antes la locura que entrar en tal proceso.
¿A qué he querido llegar con estos tres puntos?, a que cada uno use su capacidad crítica para analizar las cosas, y que no trate de ir con el pensamiento de la mayoría, pues en su momento tal “vox populis” estaba en contra de la homosexualidad y no tenían “razón”. Esto pone en jaque la idea de que la inteligencia general pueda ser la más acertada: sólo acierta a validar lo más popular, que como tal se vuelve en la “verdad” de ese tiempo. ¿En cuántas equivocaciones está cayendo hoy en día la mayoría?, quien sabe. Sólo el tiempo es el verdadero juez, pero como la historia no tiene un fin, tal juez tampoco es válido dentro de ninguna totalidad.
Adendum. ¿Tiene ahora, tras estas lecturas, más sentido decir que nuestro “Dios” es la especie?, aquello que nos transciende y nos dio origen. Validar ciertos tipos de sociedades generan cambios en el ADN, que hará que se puedan pronunciar en identidades como es el caso del pedófilo. Esto quiere decir, no que la especie sea un dios, sino que era uno de los sistemas complejos que captaban las mentes primitivas, y que por ello fue a lo que le impelieron capacidades divinas. No hacer nada, no entender que lo principal y primario es el “respeto” al concepto de especie, es favorecer que se dé el pedófilo, el psicópata, el sociópata, el nihilista resentido… y otras tantas tipologías que dañan a las sociedades a las que pertenecen, sí, pero principalmente que dañan al ADN y la especie que queremos o deberíamos de ser. ¿Suena a eugenésico todo esto? Que cada cual lo piense como quiera. Las contradicciones son insalvables, no hacer nada es de facto aceptar al pedófilo, al psicópata, al sociópata, al nihilista resentido… No hacer nada es aceptar, como mal menor o como se quiera pensar tales tendencias, aquello que tales personas hagan. Por lo demás hay que tener en cuenta que somos una herencia dual: evolutiva y social, pero es un error el pensar que “controlando” una sociedad concreta esto esté favoreciendo los cambios evolutivos. En el juego evolutivo de “error y acierto”, se dan millones de más casos de errores que de aciertos. Millones y millones de pruebas llenas de errores para llegar a un sólo acierto. Eso es lo que se está dando en la sociedad actual: millones y millones de errores (daños concretos a personas concretas, daños particulares, que si se dan en un niño, creándoles traumas y cambios en el cerebro, tendrán la potencialidad de crear un “genio” o un “demonio”) para, quizás, llegar a algún acierto algún día. La sociedad actual se explica como la suma total de todos los errores que hemos estado acumulando durante toda la historia. No hacer nada contra tal “designio”, es favorecer que se sigan sumando los errores.
¡Bueno!, no voy a ser tan sumario, cabe otra posibilidad. ¿Lo que nos define como especie es la capacidad para aceptar en un alto grado los errores concretos, como el menor de los males, como para mantener la dignidad (individualidad/libertad) humana intacta?
Termino dejando una poética reflexión de Heidegger: “El que odia potencia la meditación y la reflexión hasta el extremo de la astuta malevolencia. El odio no es nunca ciego, sino clarividente; sólo la ira es ciega. El amor no es ciego, sino clarividente; sólo el enamoramiento es ciego, fugaz y sorpresivo, un afecto, no una pasión.“
Sistema 1 (Red de Modo Predeterminado) | Sistema 2 (Red de Tareas Positivas) |
Razonamiento inconsciente (intuición, creatividad, subconsciente) | Razonamiento consciente (razonamiento deliberativo) |
Principalmente involuntario | Mayormente voluntario |
Principalmente vinculado a las emociones (“instintos”) | Principalmente separado de las emociones |
Implícito | Explícito |
Automático, espontáneo | Revisado |
Bajo esfuerzo | Gran esfuerzo |
Gran capacidad | Pequeña capacidad |
Rápido | Lento |
Proceso predeterminado (suprimido por el Sistema 2, concentración intensa) | Inhibitorios (suprimidos al despejar la mente, la meditación) |
Asociación (A↔B) | Implicación (A→B) 1 |
Contextualizado | Resumen 1 |
Dominio específico | Dominio general |
Más subjetivo, basado en el valor | Más objetivo, hecho/basado en reglas |
Evolutivamente viejo | Evolutivamente reciente |
No verbal | Vinculado al lenguaje o imágenes en la mayoría de las personas (inteligencia verbal y visoespacial) |
Incluye reconocimiento, percepción, orientación | Incluye seguimiento de reglas, comparaciones, pesaje de opciones |
Cognición modular | Inteligencia fluida |
Independiente de la memoria de trabajo | Limitado por la capacidad de memoria de trabajo |
Memoria implícita y aprendizaje | Memoria explícita y aprendizaje, memoria de trabajo |
Intuitivo, creativo | Lógico, racional 1 |
Metafórico, figurativo | Literal, exacto |
Más cualitativo | Más cuantitativo |
Artes, diseño, filosofía, humanidades | Ciencias naturales, ciencias técnicas/formales 1 (matemáticas, física, ingeniería, programación) |
Comprensión | Entendimiento |
Artístico, imaginativo (“¿qué pasa si?”), filosófico (“¿por qué?”) | Realista (“¿qué es?”), científico (“¿cómo?”) |
Soñar despierto, mente errante | Trabajando, prestando atención |
Perspicaz ( momentos ajá ), radical, novelero | Metódico, incremental, repetitivo |
Paralelo, simultáneo, no Lineal | Serie, secuencial, lineal |
De arriba hacia abajo, holístico, panorama general | De abajo hacia arriba, elemental, orientado a detalles |
Alcance, escala, contextos, perspectivas | Propósitos, objetivos, requisitos |
Abierto, adaptable | Cerrado, rígido |
Integrativo y separativo | Selectivo, discriminativo |
Meta, reflexivo | Iterativo, recursivo |
Genera (se acumula y descompone) y reconoce patrones, conceptos e ideas | Manipula, filtra y usa patrones, conceptos e ideas. |
Procesos datos↔información | Procesos de datos → datos e información → información. |
Busca y encuentra posibilidades | Examina y ejecuta objetivos |
Funciona en múltiples niveles de abstracción simultáneamente | Funciona dentro de un único nivel de abstracción en un momento dado |
Síntesis (taxonomía de Bloom ) | Análisis (taxonomía de Bloom) 1 |
Intuición (indicador de tipo Myers-Briggs ) | Pensamiento (indicador de tipo Myers-Briggs) 1 |
Genio | Pericia |
“Cerebro derecho”, “pensamiento lateral”, “empático” | “Cerebro izquierdo”, “pensamiento vertical”, “sistematización” |
Red de modo predeterminado (neurociencia) | Red de tareas positivas (neurociencia) |
Conexionismo (ciencia cognitiva) | Computacionalismo (ciencia cognitiva) |
Redes neuronales | Se puede comparar con la lógica digital |
Difícil de medir con pruebas, (consultar creatividad # evaluación de la capacidad creativa individual) | Medido imperfectamente por pruebas de coeficiente intelectual |
La capacidad neurológica es en gran medida fija, pero se puede practicar para usar mejor esa capacidad | La capacidad neurológica (IQ) es en gran medida fija, pero puede estudiarse y ejercitarse para utilizar mejor esa capacidad. |
Deficiente en autismo, anormal en el síndrome de Asperger y el síndrome de savant | Deficiente en discapacidad intelectual (retraso mental). |
Interrumpido por una lesión cerebral, enfermedad mental y varias drogas. Puede ser mejorado por ciertas drogas. En casos muy raros, el “Sistema 1” puede mejorarse con una lesión cerebral, dentro de un dominio estrecho, debido a la inhibición neural reducida (síndrome de savant adquirido) |
Lo siguiente requiere que los Sistemas 1 y 2 trabajen en concierto: juicio, evaluación (taxonomía de Bloom), planificación compleja, toma de decisiones complejas, solución de problemas complejos, pensamiento crítico, pensamiento estratégico, pensamiento hipotético, pensamiento sistemático, innovación, diseño técnico, filosofía analítica |
(1) El desarrollo de estas habilidades (que componen el pensamiento analítico), más allá de un nivel muy rudimentario, requiere estudio y ejercicio |
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