Las Estadísticas de la Vida
❝En una cultura no orgiástica, el alcohol y las drogas son los medios a su disipación.❞ Erich From
(hay que revisar tal sentencia, ahora las adicciones también los son a las redes sociales, las pantallas o el porno.)
¿Cómo puede ser la jornada después de un día mentalmente orgiástico?, ¿otro igual?, ¿otro mejor?, por norma suele ser peor.
¿Cómo puede ser la jornada después de un día mentalmente funesto? A diferencia del día fantástico, es muy probable que pueda ser peor.
El mal siempre vence, el mal tiene prevalencia sobre el bien.
Esta simple regla explica la evolución de las civilizaciones. Un año tocan techo, y cada año será más complicado superar el anterior, más bien será lo contrario, que cada año se aleje más y más de ese punto culminante de su ascenso. Una fachada recién pintada siempre irá a peor a partir de ese primer día.
Se comprueba en el cine norteamericano. Hace años que está lejos de sus mejores días. No tiene visos de recuperarse. Decae. El sueño americano se está volviendo una pesadilla.
Los días, las vidas, las civilizaciones siguen parábolas, donde desde el punto más alto, ya sólo les queda la caída. Cuanto más se empeñe una persona en mantener el clímax de su vida (el ininterrumpido deseo de “fiesta loca” de la juventud), más anuncia tal persistencia su posible caída. Nada está exento de seguir alguna regla, nada está exento de poder ser reducido a un algoritmo.
El estoicismo se basa en evitar los excesos (mesura), proceso por el cual no hay ni grandes subidas, pero igualmente tampoco grandes caídas. ¿Más aburrido o más sabio? Las grandes fiestas orgiásticas de la antigüedad eran un medio camino entre lo estadístico y la postura estoica. De aquellas fiestas apenas quedan huellas. En España los ahora descafeinados sanfermines y las fallas de Valencia. Representaban el “pintar la fachada de nuevo”, un ciclo cerrado y uno nuevo que empezaba, con la vana esperanza de que todo la existencia era un ciclo igual y sin fin. Pero lo único que permanecía era la fiesta, mientras los rostros se ajaban y eran reemplazados por unas jóvenes nuevas caras.
(En el escrito previo yo mismo caigo en la idea de la recursividad de los agentes en el cerebro (sólo a nivel de exposición en el escrito). Creo tener la “solución” que la evita, pero voy a leer el libro de Gilbert Ryle “El concepto de lo mental”, para ver su exposición de tal tipo de recursividad. !Uf!, casi 330 páginas.)
❝La soledad absoluta es el destino inevitable del alma. Solamente nuestros cuerpos se pueden encontrar.❞ Gilbert Ryle
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