La Muerte Gris
❝Muerte es cuanto vemos estando despiertos,
y cuando vemos estando dormidos, vida.❞ Heráclito
❝Fe no es creer lo que no vemos,
sino crear lo que no vemos.❞ Unamuno
❝Da mucha pena estropear una historia bonita
simplemente porque no sea verdad.❞ Ignatius
❝Ya no puedo amarme a mí mismo, y con ello a nadie más.❞ Tranquillo
Caminando distraído y lentamente por la calle, y al cruzarme con una mujer, ella, levantando su mirada del suelo y mirándome directamente al alma que son los ojos, me dijo: “el futuro, y a partir de hoy, se escribirá siempre en subjuntivo”. Un frío helador recorrió mi cuerpo, y parándome en seco miré atrás para volver a encontrar con mi mirada a la mujer, pero allí atrás no había nada, tampoco a los lados o delante. Lo único que vi fue una profunda noche, en lo que yo creía que era día.
Ya en la noche real creí soñarla, pero no era verdad, sólo veía millones de rostros de gente extraña, cada una ovillada en sus propias cábalas. Jugaban con abalorios en un pentagrama, cada uno creía saber qué se traía entre manos…, yo no lo tenía tan claro. Creo que todas esas mentes se habían cruzado, al igual que yo, con aquella extraña mujer de larga y oscura cabellera. A partir de ese día y de ese sueño, ya no soy capaz de ver personas, veo hilachos enmarañados en perpetuo deshilarse y volverse a embrollar, en un caos constante y eterno. Por lo demás, ya no soy capaz de mirarme al espejo…, me da miedo con lo que me pueda encontrar. Prefiero engañarme y pensar que aún tengo un rostro al que mirar.
La imaginación siempre es la única que nos salva de la verdad. Soñamos para abrigar la confortadora idea de que estamos despiertos en nuestra vida deseada. El día, a resultas de todo esto, es la noche de nuestras vidas.
Heráclito nos conminó a guardarnos de la razón…, no lo escuchamos y consecuentemente vivimos bajo la lapidaria realidad de que las ensoñaciones de la razón —aquellas que inició Parménides— produce monstruos. Nietzsche también lo supo ver. El peor pecado de la razón: crear la incapacidad de no poder mirar la realidad más que de la forma que ella lo dicta(dora).
Comentarios