Vibrar Fuera de la Caja



(El título hace alusión al concepto de pensar fuera de la caja, contextualizado dentro del tema que trato.)

Sigo el discurso del escrito anterior, luego para entender el actual hay que haber leído el previo. Empiezo con un inciso sobre los osciladores del cuerpo. Para el que quiera entrar en tema, que salte hasta el primer divisor del texto.

Se puede pensar qué cómo el cerebro va a tener osciladores, un marcador de pulso, o si es más válida esta imagen, un diapasón. La naturaleza es sabia y encuentra muchos caminos, pero el “diapasón” más evidente es el corazón. Cuando estamos en situación de peligro el corazón se acelera a su máximo y marca un ritmo más acelerado de los procesos, llevando oxígeno y otros nutrientes a cada célula. El cerebro vive o trabaja, así, en su proceso más general, con el compás del flujo sanguíneo. Quizás como mejor se entiende este proceso es con los ordenadores. En estos la corriente eléctrica son datos, pero no fluyen aleatoriamente, como si para el caso abro un tarro de canicas y las dejo rodar por el suelo, sino que son controlados por unos osciladores de cristal. ¿Por qué?, en el caso del tarro de bolas las primeras saldrán con más fuerza y rapidez, puesto que no tiene ningún impedimento, y las siguientes se verán frenadas por las que le preceden, con las que chocarán y les frenarán su velocidad. Una que sea empujada por otra ganará velocidad, que a la vez puede empujar a otra que ya tenía cierta velocidad. Si la placa base funcionara con esta misma dinámica su labor no sería controlable y por ello sería caótica e impredecible (pido perdón por las inexactitudes concretas en las que pueda caer a nivel técnico, pero que no invalidan la idea general). El microprocesador hace una solicitud a que la memoria le devuelva cierto dato contenido en un bloque de la memoria, si fuera el caso que funcionase como el tarro de bolas, tal paquete de información entraría en el flujo (circulación) de la placa base, pero “chocaría” con otra información (contención de bus), que a nivel elemental no deja de ser simplemente corriente eléctrica, con lo cual se sumarían, perdiendo su capacidad de ser un paquete concreto, con cierto orden y cierto voltaje de pulsos. Otra imagen válida sería la de los semáforos y la circulación de los vehículos. Si una ciudad funcionase como lo hace un ordenador, todos los semáforos estarían controlados y sincronizados para que en ningún momento se produjesen atascos, y la información fluyese de manera uniforme. Imaginar que diez vehículos concretos son un paquete de datos, en ese caso se irían abriendo y cerrando los semáforos para dejarlos llegar a su destino, sin que ningún otro coche se sumase al convoy, pues un vehículo de más o de menos es un paquete de información distinta.

Para tal propósito la información de la placa base “viaja” por pulsos, que están controladas por osciladores. La base son 100 MHz. Hay varios componentes centrales, como el puente norte y sur. Al norte le llega la información de la tarjeta gráfica, que se la transmite a la CPU y a la inversa. En cada tramo hay una regulación de flujo de datos por osciladores, pero a la vez la propia CPU tiene su propia velocidad interna, pero teniendo en cuenta que cuando envía datos a otro componente, su flujo de velocidad se reduce al de la placa base. La velocidad de la CPU es un múltiplo de la velocidad de la placa base por la necesidad de la entrega y recepción de los pulsos que están marcados en la placa base.

La teoría de los sistemas complejos implica que varios sistemas que buscan llegar a un mismo fin o tienen un mismo propósito, se encuentra con las mismas dificultades, y dado que la vida es adaptativa y se optimiza a lo largo del tiempo, varios sistemas encuentran o concuerdan en unas mismas soluciones. El problema que se ha encontrado el humano a la hora de crear un ordenador está en la misma base con el que se encuentran las arañas Anelosimus eximius, un tipo de araña social. Una araña solitaria tiene una telaraña como modo de caza, cualquier movimiento en la red que no sea el suyo es susceptible de ser de una presa. ¿Pero qué ocurre si varias docenas de arañas comparten la misma red?, se encontrarían con el problema de no poder distinguir el movimiento de otra araña de la de una presa. Para “solucionarlo” se mueven de manera sincronizada, dejando pausas entre sus movimientos, o sea se mueven por pulsos o de manera rítmica, al modo de un diapasón o el corazón. Este comportamiento conlleva otro problema: si en una pausa se detecta a una presa han de subir su velocidad y restar sus pausas, para que no se escape, pero implica a que un menor tiempo de pausa conlleve un menor tiempo de detención del origen de la fuente. Sea como fuere han optimizado su colaboración para que hayan sobrevivido y evolucionado a lo largo del tiempo. En los ordenadores actuales, se crean algoritmos y modos de funcionamientos que operan bajo el mismo imperativo, pues suben su velocidad (flujo de la información en la placa y sus componentes) si hay mucha demanda, y la bajan si no es necesario, con lo que ahorran energía en estados de poca demanda.


Vuelvo al corazón y lo biológico. Un médico es capaz de saber cómo tiene regulado el ciclo circadiano una persona por medio de la temperatura, la velocidad del corazón o las propias ondas cerebrales. A cada hora del día los distintos ciclos del cuerpo tiene su propio ritmo o modo de operar. Cada hora del día es mejor o peor para ciertas cosas, como pueda ser la capacidad de concentración, o el trabajo muy físico. Tales ciclos los marca el día y la noche, y la salida y el ocaso del sol. La personas que rompen dichos ciclos son más susceptibles de tener problemas de salud, tanto a nivel del cuerpo como de la salud mental.


El tema pendiente, del escrito previo, es el tratar de determinar que procesos son lineales o no-lineales. En el escrito anterior se me olvidó dar por sentado qué es un sistema no-lineal, dando por entendido que al comprender qué es un sistema lineal se sobreentiende qué no lo es. La Wikipedia de manera somera nos dice que “en matemáticas y ciencias, un sistema no lineal es un sistema en el que el cambio de la salida no es proporcional al cambio de la entrada”. Siendo bastante exagerado en mi explicación, para el caso es como si se exprimiesen naranjas y saliese zumo de manzana, o como si fuera válido aquello que se decía a sí mismo Winston Smith, el protagonista del libro “1984” de George Orwell,  para mantenerse firme y en sus convicciones contra el sistema, al decirse que “dos más dos son cinco”. A grandes rasgos un estado emergente es no-lineal, puesto que se llega a una suma distinta a la esperada por sus componentes. Si se es una persona muy reduccionista y mecanicista, se podrá argumentar que no existe un 2+2=5 o los estados emergentes, sino que no se ha analizado de forma correcta el problema y que ese cinco obedece a una multiplicidad de complejidades del sistema que han hecho que la suma total dé tal resultado. Responder de una manera u otra implica que el humano pueda recrear la conciencia en una máquina o no, o que el problema de la conciencia no se haya analizado lo suficientemente bien o en profundidad como para saberla reducir a sus componentes básicos. O dicho de otra forma: la conciencia no es un estado emergente y no tiene nada de especial, y sólo ocurre que se nos están escapando distintas variables que la explicasen. Como sea. Este no es el tema a debatir y me he de centrar en la premisa que es la base del escrito.

No sé cómo vas a poder obviar el tema ya que los sistemas no-lineales implican cierta “magia” o salto de las reglas elementales que parecen “sujetar” a los sistemas lineales.

Ya, habrá que dar un “salto de fe” o una bajada en la credulidad para dejar estar el tema a un lado y argumentar a partir de ahí.

Lo que no es lineal en el cerebro, y por ello que se dé una resonancia no-lineal entre dos amantes, es el enamoramiento. O sea, si sólo uno de los dos se enamora, y para el caso produce o emite un ritmo concreto de oscilación alto en su cuerpo y cerebro, no se da una resonancia, puesto que la otra persona tiene otro ritmo y oscilación distinta y no se crean armónicos, sino su contrario. La persona no enamorada al “detectar” el enamoramiento de la otra la huirá, rechazará o se pondrá en guardia. Cuando las dos personas se enamoran a la vez, vibran a la misma frecuencia, que es cuando se va a crear una resonancia que va a no ser lineal, en la medida que cada amante se retroalimenta del enamoramiento del otro para subir sus propios ritmos u osciladores. Se llega a ese grado en donde el cuerpo no siente hambre (en algunas personas lo contrario), se tiene una mayor energía y apenas si se duerme unas pocas horas del día. El cuerpo y el cerebro dejan o salen de su linealidad, y es no-lineal, porque por “lógica” ni el cuerpo, ni el cerebro trabajarían de forma óptima al subir a esos estados no-lineales. Ese mismo estado sobreexcitado en otros casos, como pueda ser en un ataque de ansiedad, pánico o ira, lo analizaría el cuerpo como “erróneo” y crearía o activaría las contramedidas necesarias para salir de él. Tal estado no se da por separado en una sola persona, pues no se produce la resonancia. Si uno se enamora, pero no se es correspondido, su sistema cae una y otra vez al no encontrar en la otra persona el mismo estado o ritmo de sus osciladores. Creo que no hay que decir más y que queda claro mi argumento. La finalidad evolutiva de salir de tal estado es llegar al sexo y por ello la reproducción, y en ese proceder los sistemas vivos salen de su linealidad, pues han de poner como prioritario la reproducción, que con respecto la sanidad de los individuos que entren en tal estado no-lineal. Si en el proceso se pierde la propia vida, que es el segundo ladrillo básico, la supervivencia, se hace. El individuo es prescindible ante lo básico y necesario que es la reproducción y por ello los amantes desengañados y/o no correspondidos son capaces de suicidarse, y cometer todo tipo de “locuras” por no salir —o no dar “razón”— de su estado no-lineal.

Ya tenía las respuestas en el escrito anterior y en previos, pero dada mi baja calidad de la memoria a corto plazo, que además hace que olvide escritos, argumentos y conclusiones anteriores, están repercutiendo en “perderme” durante la elaboración de algunos escritos. Si unifico las conclusiones previas sobre los enamorados al concepto de “locura divina”, analizada escritos atrás, dan validez evolutiva del por qué la “locura” o la rebeldía. Lo que tienen el común el enamorado y el “loco” (rebelde, unirlos en un paquete mental durante el escrito) es su salida de la linealidad, que en el primer caso es con respecto a su propio cuerpo y supervivencia, mientras que en el “loco” lo es con respecto al cuerpo, como un todo, que es lo social.

De esas extrañas casualidades, tratando de buscar el nombre de David Attenborough, para buscar uno de sus documentales, y tratar de llegar al nombre de la araña dicho arriba, dentro de mis escritos, busqué por David para simplificar (por lo raro que es el apellido) y llegué a unos apuntes en los que se encontraba David Hume, que al final van a ser claves para el presente escrito. Entradas atrás hacía referencia que en filosofía y sociología se hace uso del concepto de sujeto, para referirse a una persona concreta, que a la vez implica al verbo sujetar. Hume, como materialista que era,  decía que no había nada fuera de paquetes de sensaciones en el cuerpo (fijarse a lo cercano de los paquetes de información que recorren la placa base y que igualmente es la base de flujo de la información en Internet), argumentando así que “…la imaginación, obligada por una larga costumbre de adquirir el mismo método de pensamiento, y correr a lo largo de las partes del espacio y el tiempo en la concepción de sus objetos”. O sea que uno mismo con el tiempo se formará una idea de sí mismo con respecto a cómo reacciona a partir de unas entradas sensoriales (input), produciendo una forma de acciones o comportamientos (output), que no es otra cosa que decir que uno mismo se auto-predice, puesto que es un sistema lineal, donde a X entrada corresponde X salida. Y que por ello el yo es solo un sistema de auto-predicción que además tiene la capacidad de verse como una totalidad o entidad. Linealidad=ausencia de estado emergente. En esa dirección según nos dice la Wikipedia «el sujeto experimenta a sí mismo como una unidad única negando deliberadamente la propia diversidad que ella misma se había producido. Por consiguiente, el sujeto hegeliano puede caracterizarse bien como “auto-restauración de identidad” o también como “reflexión en la alteridad dentro de sí mismo” En resumen, un sujeto en el sentido hegeliano se somete a sujeción (Hegel)»

Retomemos lo antedicho con respecto a la resonancia límbica y las convenciones sociales tratadas en el escrito previo. El “aparato” social, al igual que ocurre con las arañas anelosimus eximius, se han de sincronizar para que el cuerpo social opere óptimamente. Las horas de trabajo, descanso y restos de comportamientos sociales diarios se equilibran con respecto a unos propósitos y fines. Tal sincronización parten de los propios ciclos circadianos humanos y dado que son generales. Lo que pueda quedar fuera de dichos ciclos se regulan por medio de modas, convenciones, modales, reglas y leyes. En ese proceso se llega a la misma conclusión que la predicha por Hegel: “un sujeto se somete a sujeción”. Pero ¿todos sincronizados y de acuerdo? En un estudio llevado a cabo sobre las arañas sociales se llegó a la conclusión “alternan períodos simultáneos de inmovilidad (que involucran al 100% de los individuos atacantes) y actividad (que involucran al menos al 70% de las arañas)”. Para el estado de inmovilidad se requiere al 100% de los individuos, pero para la actividad se da cierto margen de no-unidad. En la sociedad humana se da otro tanto, no todo individuo tiene que estar de acuerdo con el sistema, y se tiene que atener a su sincronicidad y sus convenciones, pues lo que hará que su estado sea el óptimo o equilibrado es que ese monto sea la mayoría. O bajo otro aspecto, el sistema acepta cierto grado de individualidad (libertad) o disincronía, antes que dejar de operar de manera correcta.

Tanto el rebelde como el “loco” son desincronizaciones que por lo demás suelen auto-aceptarse bajo tal rango, en la media que no quieren o pueden sincronizarse a la media. Pero además, seguramente su existencia deba de obedecer a reglas implícitas dentro de los sistemas. Son el “as bajo la manga” de los sistemas evolutivos. Así por ejemplo, la tendencia al gigantismo de los dinosaurios, tenían como minoría a los mamíferos, que al final fueron los que tuvieron éxito cuando las condiciones ambientales fueron contra tal tendencia al gigantismo.

Una de mis teorías es que el humano se tenía que proteger sobre todo durante la noche, pues su vista no valía para tal oscuridad, mientras que las de sus depredadores sí lo eran. Una posible forma de protegerse era la de hacer guardia, que después se ha seguido como estrategia en las guerras, por ejemplo. Si un individuo tenía roto los ciclos circadianos seguramente era mejor guardia que otro que no los tuviese. Toda tribu en la que el guardia se durmiese se pudo extinguir por el ataque de un grupo de depredadores, luego al gen que portaba la desincronización de los ciclos circadianos se mantuvo en el juego evolutivo. Esta desincronización, y el forzamiento social que implica tratar de sincronizarse a la media, es parte de una buena cantidad de trastornos, que vistos así son una falta de “legitimidad” en una sociedad que ahora nos impone unos ciclos muy regulados y estrictos.


Del coronavirus correrán ríos de tinta en tratados y análisis en los años venideros. Uno de ellos es cómo la sociedad “acepta” o se sincroniza a una convención, regla o ley, aunque no todos estén de acuerdo. El resto de las conclusiones que se puedan seguir de lo dicho arriba, ya las he plasmado en escritos atrás, sobre todo en “los renglones torcidos de Dios y razón“, donde clasifico seis tendencias ante unas demandas de sincronización, y en donde dos de ellas bastan para hacer que la mayoría acepten o se sincronicen bajo un mismo comportamiento. La democracia no la ha inventado el humano, y no hacen falta reglas o teorías sobre el bien y el mal: la propia evolución se optimiza por generalidades y mayorías, como en el caso de la araña social, que son las que “funcionan” para que el sistema se mantenga. La libertad de acción, la libertad como concepto filosófico, quizás sea ese 30% —por seguir la cifra dicha arriba, pero que pueda ser otra cercana— que un sistema tiene previsto sobre sí, y en tanto que variable a tener en cuenta, pero que no hará que el sistema se desequilibre. El rebelde y el “loco” son necesarios para poner en jaque la idea general y que no se siga de forma ciega, y cuando en algunos casos no obedezcan a alguna “lógica” del sistema. Han de jugar de “voz del diablo” que cuestione o vuelva crítica una idea tomada sin más. Son los amortiguadores del sistema que ponen freno cuando este corre el peligro de volcar, al inclinarse en exceso hacia una postura cuestionable.

Que mecánico todo, ¡qué asco!, que vértigo… ¿No hay por ahí alguna no linealidad que salve el tema, al humano, de caer en lo puramente maquinal?

No lo sé. En el escrito anterior decía o ponía en duda si la conciencia es no-lineal, pero creo que es lo contrario. Por la razón las personas que no creen que se van a infectar por no llevar la máscara —a estas alturas de la pandemia, en verano—, la llevan o por no ir contra la mayoría, o por no ir contra la ley y que le multen o le apresen. El rebelde nace desde la locura, no desde la razón. Tanto una como la otra son el camino de la izquierda, que viene dada por una desincronización de ese cerebro a la sincronización mediada para mantenerse “cuerdo” y sano. Si acaso la razón es no-lineal en lo social, pues en el caso de la máscara contra el coronavirus es muy posible que la mayoría de las personas no la llevasen, sólo hay que ver lo cómodas y relajadas que se encuentran las personas sentadas en las terrazas de los bares y restaurantes, donde al abrir el círculo de la mesa, las personas pueden llegar a estar a menos de medio metro de otras. Más bien parece que vence una minoría, pero “obligando” a la mayoría a aceptar como “correcto” o “válido” lo que de forma natural no lo sería. ¿Cómo se explica sino el inaceptable desnivel económico al que hemos llegado y es la base social de las clases? La injusticia está asentada en el ADN, pero en lo social “asumimos” el desnivel de injusticia, porque así está estipulada que sea la vida social. Uno mismo a nivel de razón no acepta tal desnivel y estratificación social, pero al entrar en sociedad acepta esa “razón” porque es la que sustenta la propia sociedad. Tal irracionalidad es la que denuncian los anarquismos y los libertarios, pues el sistema ha asentado reglas en lo social que no obedecen a las reglas naturales. En esa medida lo racional-social es no-lineal, pues dado un input —el criterio de las personas al respecto— el output no es acorde a lo esperado. Lo demencial es que creemos leyes que legitimen esa desnaturalización o no-linealidad del sistema.

Otros casos de no-linealidad, o estar saliendo del rango que los sistemas complejos lineales ajustarían por sí solos, son el consumismo, el cambio climático y la superpoblación. Todos obedecen al humanismo (como fuera de lo natural), el etnocentrismo, y este al antropocentrismo, en donde se han vinculado los conceptos de optimismo y progreso, que son puramente racionales o no naturales. Nada puede crecer de forma infinita, excepto y parafraseando a Einstein, la estupidez humana…, su pretensión al creer que el pisar el acelerador sin llevar freno (base de la retroalimentación positiva), no tiene ninguna consecuencia.

—¿En qué se queda, entonces, el título de vibrar fuera de la caja?

Lo que me cuestiono, y lo he hecho a lo largo de los escritos, es porqué “dejamos” que venza lo irracional en lo social. No está el poder en su posición y siguiendo el principio del darwinismo social (ver película la caza”, para sentir rabia por la persona que así lo cree y así lo dice casi al final de la película). Sino porque tal estructura crea la mentalidad y las leyes necesarias para que así sea, y en tanto que el resto no se une a una sola voz para hacerles ver que están equivocados. Vence porque en la medida que todos quieran ser ricos, bajo la misma premisa han de aceptar la existencia de los ricos (falla en la trama de la serie “recursos inhumanos”, que por lo demás tratan), vencen porque tenemos demasiado miedo a las leyes, y porque la mayoría de los humanos, por ser lo natural, rechazan la violencia que implicaría una revolución. Vence el poder porque crea una violencia estructural tan leve y sutil —pero persistente y dura— como para que no haya forma de replicarles y pedirles cuentas, o que los que disienten y así lo vean, no sean tomados por locos o rebeldes sin causa, y por ello ignorados. En ese caso hay que vibrar fuera de la caja, del sistema.


Otro apuntes que estaban con los puestos arriba (contienen un enlace al origen):

«Durkheim nunca usa el término carencia de normas; más bien, él describe como anomia al “desarreglo”, y a “una insaciable voluntad”. Durkheim utilizó el término de “la enfermedad del infinito” porque el deseo sin límite no puede ser cumplido; sólo se vuelve más intenso.»

«A lo largo de este período, Foucault continuó dando conferencias en el Collège de France sobre el sistema penal, la seguridad, el biopoder y la biopolítica. En su conferencia sobre La Hermenéutica del Sujeto Foucault alentó un proceso que denominó “trans-subjetivación”, “lo concibió como un viaje dentro de uno mismo … el producto de una transformación”. Foucault utilizó la palabra ethopoiein del griego ethos para describir la transformación. “Ethopoiein”, dice Foucault, “significa hacer ethos, producir ethos, cambiar, transformar el ethos, la forma de ser del individuo, su modo de existencia”.» (Ya no existe el lugar donde saqué tal texto… problema típico de Internet)

«Algunos argumentan que la creación y negociación de uno mismo no se puede aplicar a todos por igual, que es un fenómeno específico de Occidente. La narración personal, según algunos, pertenece “dentro de contextos situacionales definidos socialmente”. George Gusdorf sostiene que en la mayoría de las culturas, la unidad básica es la comunidad (no el yo), y no se puede decir que uno tenga un yo. Charlotte Linde explica que ella examina el yo “en una cultura particular” porque las diferentes culturas ven formulaciones de diferentes yos, porque las diferentes culturas tienen ejemplos separados que forman un yo culturalmente seguro.
Las narrativas personales surgen de las estructuras de poder y, por lo tanto, son ideológicas, produciendo, manteniendo y reproduciendo simultáneamente esa estructura de poder; ellos apoyan o resisten el significado dominante. Las estructuras de poder se han notado como una influencia inherente en las narrativas personales recopiladas e informadas por los etnógrafos. Se argumenta que las historias de vida guiadas por preguntas no son narrativas personales, sino que se ubican en algún lugar entre la biografía y la autobiografía porque el etnógrafo ayuda al narrador a moldear su historia, y dejan de funcionar solo para el hablante.
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