El Concepto como Ente


Sólo lo que se determina de un modo perfecto es a un tiempo exotérico, concebible y susceptible de ser aprendido y de llegar a convertirse en patrimonio de todos.❞ Hegel



No voy a desarrollar el tema (quizás en otro escrito), sólo lo expondré y que cada cual lo desarrolle si lo cree válido.

Un individuo concreto es el desplegado de su ADN particular (desarrollo de todas sus potencialidades y variaciones posibles).

Mi propuesta es pensar en qué medida el prefrontal y su capacidad de crear potencialidades y variaciones con un lenguaje altamente simbólico, como es la palabra, es como un individuo concreto, en tanto que la cognición implícita y no simbólica, y sí reduccionista y que opera con conceptos, es el equivalente del ADN o codificación de la información.

En ese caso un concepto, arquetipo o estereotipo con el que trabaja la cognición implícita es el equivalente de un gen, un paquete mínimo de información codificada. En otras palabras, es un ente: un ser con capacidad para ser nombrado (codificado, transcrito, replicado).

Que tenga la capacidad de ser un ente no implica que sea “válido” o una “verdad”, como tampoco lo son los propios genes. Son tan sólo multi-posibilidades dentro de un sistema ecológico (campo de acción e interacción con otros entes).

En ese caso la razón, la conciencia, la palabra, son el campo de batalla o la propia vida de los entes (conceptos), y en este caso, y aunque la base de la razón es lo organizado, en su forma de generar multi-posibilidades opera a modo de desorganizador (tiene todas las piezas del puzle, y las mueve y reúne y separa sin límites, como así es en la vida y en un sistema ecológico), mientras que la cognición implícita es aquella que tiene la propiedad de ser auto-organizativa, que es la base de la vida en tanto que ADN codificador y replicador de la información. Más fácil: la cognición semántica, la reflexión, puede hacer uso de palabras como "vete", "lárgate" o "fuera de aquí", pero a nivel del cerebro profundo todas se refieren a un mismo concepto, sensación o emoción. Llevado a otro lenguaje, las distintas formas de manifestarse en palabras un concepto son variables fenotípicas, pero no genotípicas. Son, si se quiere, cambios estocásticos (aleatoriedad controlada), en las que se manifiestan un ente o concepto. Al igual que el color de la piel o de los ojos no cambia la propiedad del ser humano, las distintas formas de manifestarse un concepto en palabras no alteran su entidad.

Fijarse que en ciencia se usa el concepto de entidad molecular o química para referirse a: “cualquier átomo, molécula, ión, par iónico, radical, ión radical, complejo, conformador, etc., constitucional o isotópicamente distinto, identificable como una entidad distinguible por separado”. De ahí después se llega al concepto de especie química. A nivel de elementos químicos, y en un caso concreto, la “especie” es el carbono, que en sus formas de manifestarse (de existir como entes, alotropía) puede ser el carbón, el diamante o el grafito, entre otros.

Ente, por lo tanto, es aquello que es identificable como un existente duradero en el tiempo, que en su conformación se diferencia estructuralmente (ónticamente) de otro ente. Mientras que el conjunto de dichos entes (iguales, simétricos, intercambiables, análogos…) es una especie.

En filosofía se diferencia el ente del ser pues este “está en todos los entes, pero no se identifica plenamente con ninguno de ellos”. Ser es existir, el “desarrollo” de un ente, su hacer (el verde no existe hasta que cierta onda de luz choca con un material y lo refleja, pero se puede hablar del verde —como ente o concepto— en tanto que existe como onda de luz). Ente es lo que es, el existente. Hacer mención que entendimiento y entender tienen como núcleo de tales palabras el concepto de ente (ontología igual). Entender es ver los entes, darles cuerpo o realidad dentro del cerebro, que siguiendo mi argumento principal, es volverlos conceptos (conceptualizar), “gen” con el que va a trabajar, o el modo en que codifica, la cognición implícita. ¿Cómo pliega o codifica dicha información la memoria implícita?, quizás nunca lo sepamos, pues sólo vemos los entes desplegados en existentes (sesgos, arquetipos, estereotipos, estructuras, generalidades, modelos ejemplares, reglas…) Un concepto en mi lenguaje puede ser llamado esencia o espíritu (en Hegel, por ejemplo) en otros lenguajes.

Bajo estas consideraciones, en el siguiente texto de “la fenomenología del espíritu” de Hegel, espíritu sería perfectamente intercambiable por la palabra concepto:

El espíritu ha roto con el mundo anterior de su ser allí y de su representación y se dispone a hundir eso en el pasado, entregándose a la tarea de su propia transformación. El espíritu, ciertamente, no permanece nunca quieto, sino que se halla siempre en movimiento incesantemente progresivo. Pero, así como en el niño, tras un largo periodo de silenciosa nutrición, el primer aliento rompe bruscamente la gradualidad del proceso puramente acumulativo en un salto cualitativo, y el niño nace, así también el espíritu que se forma va madurando lenta y silenciosamente hacía la nueva figura, va desprendiéndose de una partícula tras otra de la estructura de su mundo anterior y los estremecimientos de este mundo se anuncian solamente por medio de síntomas aislados; la frivolidad y el tedio que se apoderan de lo existente y el vago presentimiento de lo desconocido son los signos premonitorios de que algo otro se avecina.

Dar cuenta que Hegel hace mención a cómo los cambios cuantitativos generan un cambio cualitativo, que llama a los estados umbrales o límites como así lo hace con la metáfora del llanto del niño; o sea, se pasa de hechos o entidades (o fenómenos) concretos, y aparentemente desparejos, al "nacimiento" de un ente en nuestra cognición implícita (compre(n)sión). En otro caso y lenguaje, se crea un estado emergente donde el total es algo más que la suma de sus partes. Por esto yo alguna vez he dicho que el cerebro es un recreador de estados emergentes, pues al crear un concepto se "halla" (capta, revelación) un ente que previamente no era cualificado como tal. Una vez que se tiene tal ente el cerebro "crece" porque será capaz de verlo y conceptualizar, o formalizar el mundo, de otros entes a partir de dicha visión. Algo así ocurre, por ejemplo, cuando se comprende el uso de la multiplicación o la división, frente a los más básicos de suma y resta.

Igualmente si cambiamos en la obra de Hegel verdad absoluta por la impermanencia, a que “lo único permanente es el cambio”, y a la vez vemos las reglas evolutivas (devenir) como al Dios que clama, se entenderá su obra bajo una nueva perspectiva, quizás más clara. Otro dato a tener en cuenta es que Hegel pretendía devolver algo de misterio a la vida, frente al reduccionismo que ya se empezaba a asomar en su época.

Dentro de mis argumentos, la inteligencia no es la razón o el prefrontal, que sólo ve el mundo de los fenómenos y las apariencias, pues además sólo es la placa de Petri donde se cultivan los conceptos, o si se quiere sí lo es, pero habría que diferenciarla de la “sabiduría” que es la cognición implícita que ve las esencias de los entes. Con todo hay que “cultivar” en la placa de Petri, que es la razón, los distintos seres, para que por medio de su propia lucha por el medio (supervivencia ecológica), sobrevivan y pasen a ser entes (y especies) dentro de la cognición implícita, para que se vuelvan arquetipos “válidos” para un medio concreto o medio ecológico (recordar que su validez no implica verdad, o sólo es temporal, al igual que los dinosaurios lo fueron y lo dejaron de ser).

—¡Menos mal que no lo querías desarrollar!

Ya, han ido surgiendo las distintas ideas unas detrás de las otras sobre el “papel”, sólo soy la mano que las deja salir desde la memoria implícita.


Consideraciones “arqueológicas”:
Tanto un ñoñas (quizás no hay palabra más española que esta, por sus dos eñes, y su significado y arraigo dentro de nuestra cultura) como un bipolar, son “alótropos” del ser humano, pero el primero no es considerado por la ciencia, mientras que el segundo sí lo es, por ser aquel al que suministrándole un estabilizador del ánimo deja de ser un alótropo, para quizás convertirse simple y posiblemente en un ñoñas.
De estas consideraciones se sigue 1. que los conceptos existen indiferentemente que las ciencias los traten; 2. que su existencia se vuelve más probablemente meme (mejor replicador) si la ciencia lo trata y lo “reduce” a una química cerebral (sólo en la era de la razón). 3. que quizás hay ciertas consideraciones evolutivas por las cuales el gen (o grupo de genes) del alótropo bipolar existe y es un ente, indistintamente de lo que crean unas sociedades y ciencias en concreto.


Hegel para dummies (principiantes o torpes):
Es mucho más difícil hacer que los pensamientos fijos cobren fluidez que hacer fluida la existencia sensible❞. Quiere decir que es más complicado pensar para ver cómo cambiar un prejuicio que bailar, o en su simplificación: es más fácil bailar que pensar, ¡luego bailemos! 😉😊🤣

Comentarios

Entradas populares de este blog

Códice y Trucos Para Comprender los Sesgos Cognitivos

Índice y Preámbulo

Adendum - Micro-Historia de las Diferencias de Género - Un Viaje a Abilene