Sobre la Imperturbable Persistencia del Caos



Somos (respon)sables porque podemos (respon)der.❞ Daniel Dennett
Es muy difícil controlar la mente con la mente.❞  Andrew Huberman
No puede haber una comprensión genuina sin conciencia.❞ Searle
¿Sabes por qué fracasó el comunismo?, por la austeridad.❞ The Batman
Todo es como es porque lo consiguió.❞ Arcy Thompson
Mi asno, que se paró para no pisar un sapo, me produce
más admiración moral que la mayoría de la gente.
❞ Víctor hugo
¿Y sabes qué es lo peor?, no reconocen las fuerzas históricas
que han conspirado para convertirlos en quien son.
❞ Alguien está mintiendo
En cambio construyeron una versión más simple del mundo para aferrarse al poder. Y a medida que este mundo falso crecía, todos nosotros lo seguíamos, porque la sencillez era tranquilizadora.❞ Hypernormalización


El presente escrito tiene dos cometidos: 1. crear una teoría de la identidad personal asentada en los principios de la vida, y 2. a partir de tal idea, tratar de bosquejar la situación mundial actual desde distintos ángulos, así como posibles escenarios del futuro.

Hoy se está usando de forma excesiva y catastrófica el «estás conmigo o contra mí», sin que las personas sean consciente de ello, y que curiosamente emerge en las redes sociales —Internet— y se «acepta» y propaga, pero que detectaríamos fácilmente en nuestras relaciones del día a día, criticando y rechazando de pleno a la persona que utilizase tal falacia. En ese caso, si uno intenta ser un librepensador, a la fuerza casi todas las identidades te van a dejar de lado, en cuanto no te posiciones a su lado o en cuanto ataques alguno de sus puntos. No deja de ser curioso que uno de los conceptos de las feministas y el colectivo LGTBI sea el rechazo de lo binario, de lo no-gris de la realidad, pero después apliquen binarismos en cuanto a la pertenencia y el propio credo, y rápidamente creen una «otredad«, un enemigo, en cuanto una persona no «rece a sus dioses». Léase y redújase el presente párrafo —el cual alentará a todo aquel que se sienta eludido, por lo aquí planteado, a que lo deje de leer— a aquel pasaje de la biblia de «ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio».

(El párrafo previo quiere decir que me estoy quedando sin lectores. Me da igual, escribo para mí, y para futuros lectores y ya fuera de las actuales «aguas». Una clara frase de  «estás conmigo o contra mí» es: "los que piensan como ustedes y dicen que la violencia de género no existe, están simplemente fuera de la ley", de Irene Montero, ministra para la igualdad y una de las líderes de Unidas Podemos. Esa frase es propia de un dictador..., no remite a lo que diga a la ciencia al respecto, a los Derechos Humanos a la libre expresión o al derecho a tener una opinión y disentir, establece llanamente lo que en su momento sería una apostasía hacia la Iglesia, y por lo tanto a ser sentenciado a la hoguera, si así fuera que estuviésemos en el periodo de la inquisición.))

En uno de los vídeos de Robert Sapolsky, en YouTube, hace mención del hecho a que si a una rata se le obliga a usar la rueda de correr, se estresará, pero si no se le obliga la usará a modo de juego y entretenimiento. ¿No nos resulta demasiado humano? Entonces… ¿qué es la vida y la individualidad como para que tal patrón exista de forma tan general en la naturaleza? Quizás tal «gran» pregunta quede contestada tratando de entender por qué la rata se comporta así. Sapolsky hace uso de tal ejemplo para hacernos ver lo que yo llamo el «etiquetado cerebral«. La misma acción con una etiqueta distinta crea una química diferente en el cerebro. Todo padre aprende pronto tal realidad…, sobre todo con los adolescentes. Vale más una sugerencia que una orden. Y vale más razonar algo con el hijo y que después este obre en consecuencia, que darle una orden sin ninguna razón o justificación.

Pienso que se dan dos componentes por separado, que en su conjunción y como unidad definen la vida. Por un lado se da el instinto de la autopreservación o de supervivencia, y por otro el control del medio. El segundo ya es un proceso evolucionado, pues requiere de un sistema nervioso centralizado (cerebro), y siendo así ha de provenir de estar en el medio adecuado para esa vida concreta. O sea, el medio de un pez abisal son las profundidades, en cuanto se salga de su medio lo buscará de nuevo. Así se ve que de nuevo es el propio instinto de autopreservación en el que se manifiesta, pero ahora a otro nivel o capa. En cierta forma el medio se vuelve una otredad que es ajena a su modo de vida, otredad de la que se ha de alejar. Esto se hace más evidente en instintos o reflejos como el de retirar la mano del fuego. Lo que hace el pez abisal o el cerebro con respecto al fuego, comparten la misma trama. Entonces tenemos que el medio puede ser una otredad, algo que atenta contra el instinto de la autopreservación. En animales de cerebros complejos —en animales no tan sensibles a ciertos medios— este sistema no es tan rígido. Incluso depende de la apreciación de tal animal ante tal situación y medio. ¿Qué se ha colado o que ha creado la evolución entre un estado y otro?, entre el pez abisal y la rata, como para que dependa de cierta parte del cerebro del segundo animal. Dos componentes: la metacognición y el locus de control.

Volvamos a lo básico de la vida. Los microorganismos en el agua cuentan con mecanismos para detectar la salinidad del agua, de tal forma que siempre están en el medio que les sea adecuado. Si a un humano se le reta para ver cuánto es capaz de acercar su mano al fuego, pone en marcha la metacognición, su capacidad de saber que sabe, que a nivel más básico es la capacidad de tener detectores inhibidores y activadores en circuitos retroalimentados… en tales procesos emerge un seudo-agente en el cerebro  —conciencia—, en tanto que este es aquella función que tiene en cuenta el estado previo, el presente y el siguiente. En ese caso la conciencia —al nivel que la estoy analizando— siempre está limitada por la memoria de trabajo, que tiene los mismos límites que la memoria a corto plazo (bajo mi punto de vista son la misma pero nombradas de forma distinta). En el caso que nos toca con el reto del fuego: la sensibilidad al calor. De esta manera a cada milímetro que la mano avanza hacia el fuego, envía una señal al cerebro que evalúa el estado presente con respecto al previo, y trata de predecir el estado siguiente. En ese caso, la memoria de trabajo tiene como base el retener tres ítems, que pueden ser cinco si se tiene en cuenta el «fotograma» anterior al previo y el «fotograma» posterior al siguiente. Quizás el que los números que se barajan para la memoria de trabajo sean impares venga dado por esta propiedad de «estar» en un presente, ante dos estados en el tiempo: el previo y el posible siguiente. ¡Ah!, hay que tener en cuenta que el cerebro es sobre todo accionar en el mundo y por ello siempre requiere de movimientos. Cualquier estado que se nos ocurra sobre nuestro actual cerebro —y extraño con respecto al resto de los animales—, seguramente se pueda extrapolar a tal trama de la acción. Vuelvo al tema y al reto del fuego. Como somos un animal que hemos dotado a la metacognición con la propiedad de la palabra, a cada avance el cerebro —como yo o conciencia— evalúa su estado de «comodidad» y a partir de saber cuánto se está extralimitando, de tal manera que está bajo su control el cuándo retirar la mano. En este proceso se ve cómo ha emergido el locus del control: este no es más que la capacidad de conocer que el medio no nos es hostil o excesivamente desagradable. Varía para cada persona, porque además varía con respecto al cuerpo de cada uno. Un ejemplo de esto: la mano de alguien que ha trabajado siempre en el campo ha creado una piel más gruesa y endurecida que resistirá mejor los arañazos de los arbustos y follajes, que con respecto a alguien que nunca haya hecho trabajos muy manuales.

Volvamos a la rata y la rueda de correr. Si ella misma «escoge» usarla, tiene el control de cuándo dejarla de usar. En ese caso su metacognición está evaluando en cada momento su cansancio y nivel de energía, cosa que no ocurre si se le obliga, y ya no puede tener el control de cuándo ha de parar. Es más, como está por medio la metacognición, etiqueta desde el principio que no está en «su mano» el control de tal actividad, con lo que activa antes de tiempo el miedo —donde en este siempre ésta de fondo el instinto para la autopreservación— el sistema de alarma del cerebro, en el que media la amígdala —miedo— y a través de la cual se activa el sistema noradrenérgico, o del estrés. Aquí parece que se me cuela un salto a las consecuencias, pues lo dicho no parece explicar el por qué siente tal situación como forzada, y como y el por qué la metacognición de tal situación se apercibe como tal. Pienso que no es un estado de cero y uno, de encendido y apagado. Es gradual —por lo menos en las ratas, que no tienen el lenguaje—, ya que no creo —tendría que leer los estudios de tales casos para averiguarlo— que se estrese desde el primer momento, sino que llegará un momento en el cual el nivel de estrés crecerá tanto como para perder el control de tal sistema. O sea, la cuestión deviene en que se pasa por un umbral donde la etiqueta cambia del estado de «aceptable» a «malo». Volvamos al caso de la mano y el fuego en el humano para ver esto.

Previamente hay que entender que el sistema noradrenérgico no es en sí mismo «malo». Es un componente más del cuerpo, y se activa para dar más energía y concentración ante ciertas situaciones. Este sistema nos saca de la carretera cuando un coche nos pita sin que nos hubiéramos percatado de su existencia. En este sobresalto al cerebro ni siquiera le da tiempo de activar la conciencia, el prefrontal. Ni somos conscientes de tal proceso, ni de la activación del sistema de alerta. Esto sólo ocurre a posteriori. Así, si alguien nos somete y nos agarra de la mano y la va acercando al fuego, el estrés no se percibe desde el principio, o a niveles controlados, pero tal estado se volverá cada vez más «tóxico» al tomar conciencia que la cosa va en serio, y puesto que nuestra mano ya ha activado que está al límite de la resistencia al calor. Se volverá una amenaza, y por ello en estresante, en el momento que entre en juego el doblete de la pérdida del control y la metacognición ante tal pérdida. Aquí es donde entra en juego el lenguaje en el humano para cambiar radicalmente todo este juego o sistema. El humano no «necesita» llegar a cierto «límite real», puesto que por medio del lenguaje y mediado por la metacognición, activa el sistema noradrenérgico o de alarma fuera de toda «situación real». O sea, en cuanto alguien nos obliga a algo, ya percibimos tal orden como un «ataque» a nuestra integridad —y/o dignidad— y por ello ya percibimos como que no tenemos el control de la situación, lo cual activa desde el principio el sistema de alerta.

Creo que todos sentimos de forma intuitiva y como «verdad» lo que yo he desgranado arriba, en ese caso casi carece de sentido el minucioso análisis que he hecho. Valga tenerlo en cuenta para hacernos ver el cómo la evolución va complicando —volviendo más compleja— la vida, a partir de cosas sencillas y elementales. A nivel básico el cerebro, la evolución, «sabe» que la integridad de las estructuras de las que están hechas sus células sólo pueden mantenerse hasta cierta temperatura. Esto es así porque ya desde los seres unicelulares tenían tal particularidad… y yendo más lejos, cada proteína o molécula compleja sólo es, o existe, cuando el medio es el adecuado para crear uniones con otras moléculas o elementos de su medio. La conciencia, el agente retroalimentado que emerge al mando en cada situación, el yo…, es en cierta forma como cualquier otra célula, pues se apercibe desde cierta integridad y conociéndose sus límites —no siempre, pues otros se aprenden durante la vida—. En ese caso creamos una identidad narrativa —un yo, una personalidad— a partir de saber de nuestra integridad y nuestros límites. A tal rasgo —y ya desde las palabras— lo denominamos dignidad.


Voy a un análisis de la situación actual, enfocado desde lo que hemos averiguado. A los niños ahora, en España, se les va a enseñar a distinguir sexo de género y a que el hombre sea más respetuoso con los otros géneros, «detectando» cuando sus cerebros caen en sexismos y machismos. Pero analizado así sólo parece ir dirigido al hombre con respecto al resto de géneros. ¿No sale en claro que es equivalente a poner a la rata en la rueda de correr? Que no «nacen» de cada varón esas reglas, sino que se las están «imponiendo»? ¿No va a crear el efecto contrario al pretendido? O sea, seguramente si a una rata se le fuerza a correr en la rueda, más tarde no la utilizará con el mismo «gusto», sino que la repudiará. En el fondo llama al sistema más antiguo de los sistemas nerviosos, al condicionamiento clásico, desde el cual si nos obligan a la fuerza a comer algo, al final se le coge asco. A mayor presión, una mayor resistencia. Se aplica aquello de «¡si es por las buenas, vale, pero como sea por las malas…!». Voy a hacer un inciso sobre todo esto. Yo —por fuerzas mayores— pasé cinco años de mi niñez interno en una residencia, que previamente había sido un hospicio. Nos enseñaban a través de palos y fuertes castigos. De tal colegio o se salía con un espíritu muy doblegado —en realidad dañado—, o en otro caso tendente a la delincuencia. O sea, dependiendo del carácter de cada niño, o se nos terminaba de doblegar —adoctrinados, llenos de miedos—, o creaban niños aún más rebeldes.

A mí me da la sensación que en los últimos años los jóvenes varones tienen menos respeto al sexo femenino que antes de todo el «juego» que ha ido desplegando el feminismo de la cuarta ola. Las violaciones de manada que se han dado a conocer en los últimos años han sido llevadas a cabo por personas muy jóvenes.., por poner un solo ejemplo. El trato hacia el otro sexo se aprendía en casa a través de los padres—desde el amor— y sobre todo hacia las hermanas y amigas. Pero si por un lado se hace desde la fuerza —y por ello fuera del amor— y por otro se les dice que todos los errores parten del patriarcado, o sea del hombre, entonces tal sistema va a llamar a la resistencia de todo varón, con lo cual crearán aquello que tratan de evitar, o creará dos tipos de hombres: los «doblegados» y los «rebeldes». A esto hay que añadirle que las nuevas generaciones son digitales y están «empapadas» de las actuales guerras de género en las redes sociales, donde a las buenas se encuentran mensajes de las féminas del tipo «el macho se tiene que extinguir» o «las mujeres podríamos vivir sin hombres» y cuestiones similares. Todo se suma a la rebeldía del hombre…, más propio de este sexo, como demuestran las distintas estadísticas.

(Añadido el día 21 de marzo. Mi cabeza a unido tres «ítems» o conceptos que maneja, y que hasta ese momento sus neuronas correspondientes estaban separadas y ahora se deben de haber unido para crear una hipótesis. 1. Por un lado se encuentra el dato que dice que el porno bajó el número de violaciones a lo largo del tiempo en el que se fue implementando, hasta llegar a la locura de Internet. 2. Por otro lado la ciencia ha descubierto que los jóvenes que se inician al sexo a través del porno, tienen más disfunciones eréctiles de las habituales, más adicciones al porno y el sexo, y/o más problemas para «normalizarlo» (ver esta conferencia en TED y leer sus estudiosesta otra página «la pornografía mata la dopamina, la motivación, la masculinidad y el amor», lleva a bastantes estudios). Siguiendo las premisas de que el porno pudo bajar las violaciones en gente que ya se había iniciado en el sexo de forma «normal», pero que 3. parece haber un incremento en los últimos años en el número de agresiones sexuales, entonces se puede hipotetizar que estas se van a incrementar entre los jóvenes que se han iniciado al sexo a través del porno, como se puede comprobar a partir de las noticias de violaciones de manada, o en otro caso producidas los fines de semana y en sus noches —o las fraternidades y sus fiestas en Estados Unidos—, donde sus integrantes casi siempre son jóvenes. En los últimos años las agresiones sexuales están volviéndo a incrementarse (234). Esto seguramente venga a la vez potenciado por las camgirl, ya que borran o desdibujan tres líneas que deberían no desaparecer, la primera la distancia entre la mujer de la calle y la actriz porno, pues las camgirl son su frontera —en sus rostros se ven todo tipo de mujeres, incluso modositas, inocentes o tímidas, rostros y personas que uno no esperaría ver haciendo y llegando a ciertos límites…, límites que de no haber llegado a ser camgirl seguramente no hubieran traspasado…, lo que quiero decir es que al final al salir a la calle uno ya se puede imaginar que cualquier mujer puede llegar a hacer lo que ellas hacen… en cierta forma el hombre pierde el respeto hacia la mujer (en las mentes jóvenes y que aun no han tenido relaciones largas de pareja..., habría que estudiar si es así o no lo es: los científicos siempre llegan tarde…, cuando los problemas ya se han vuelto demasiado evidentes y se han extendido desproporcionadamente), —se sobreentiende que algunas llegan a ser camgirl por verse presionadas por cuestiones económicas—, la segunda porque ellas suelen ceder a casi toda petición de las personas que lo ven —»acostumbrando» o condicionando a los jóvenes hacia esta tendencia— , y la tercera es que muchas jóvenes, aún no muy maduras mentalmente, también ven tales sitios, y desdibujan sus propios comportamientos con respecto a dichas modelos de Internet).



Dejo este tema, sólo lo quería dejar caer. Me extraña que todo esta nueva forma de enseñar nazca desde la «sabiduría» de pedagogos, sociólogos y psicólogos. Todo me parece demasiado contraintuitivo.

Este es un ejemplo sobre algo nuevo y que antes no ocurría. Las mujeres son mejores para mantener la calma y llevar las discusiones sin perder los papeles.

Panorama actual y posibles futuros

Mis últimas hipótesis barajan a partir de la idea de que el cerebro toma distintas posiciones, dependiendo de cada nivel y función, y es uno de los papeles del prefrontal, el trabajo sobre el yo o la identidad narrativa, el dar coherencia y «forma» a ese todo caótico —haciendo uso de la prosecución de la continuidad—. Es más, yo creo que cada emoción es en sí misma una identidad, y por esta propiedad no conviene «despertar» la ira de algunas personas, que bien entendido no es que despierte tal emoción, sino que «revive» el yo-ira de esa persona como entidad en sí misma. Si tal ente es «llamado» una y otra vez, es el que va «tomando» el mando del cerebro. De esta forma decimos que alguien es un amargado, un triste, un cínico, o alguien alegre, etc. Y si es así para un cerebro… ¿por qué habría de ser distinto para una nación, ideología, género, cultura o etnia?

A cierta edad uno asume que está «habitado» por muchos entes, los cuales no crean un «yo-final» coherente, sino que lo propio de todo cerebro es el caos y el cómo la metacognición lidie con tal propiedad de la realidad (naturaleza, hay varias películas que muestran esto, como el caso de una animador de niños que aparentaba ser muy alegre, cuando en su vida privada no era así…, no recuerdo el nombre ni de la película, ni de la persona). Por el mismo orden de cosas ni la Derecha, ni la Izquierda son entes coherentes y densos, sino que son «aguas» que se dejan llevar y toman la forma de las cuencas de los ríos por los que fluyen. Lo mismo para las culturas, ideologías, géneros, naciones, etc. En la realidad no existen seres densos y altamente definibles, sino flujos de moléculas —individuos— que dan forma a entes de forma espontánea —órdenes espontáneos— que cambian de forma en cuanto dejas de mirarlos un rato…, como así es que ocurre con las bandadas de las aves en su eterno danzar.

(Lo dicho en el párrafo previo no excluye una identidad profunda, que en el caso del humano lo forma el carácter, su cuerpo y su género, o en la metáfora del agua lo es su estructura molecular.)

Pero he ahí que tenemos como partes de nuestros cerebros sus dos principales componentes —funciones, el segundo supeditado al primero—: el locus de control y la capacidad para simplificar la realidad a entes —sustantivos, sujetos de la acción— y este «fuerza» a encajar todo ese caos a realidades densas, cuando no es así. ¿Quién está más pareado con la realidad?, el que asume como «verdad» tal caos, o aquellos que siguen creyendo en los entes, y/o a aquellos otros que tratan de dar una forma idealizada a cada una de las distintas geometrías que genera el caos. A partir de tales ideas vayamos a la actualidad (lo inicio desde una visión a España, que puede que no sea del gusto de leer para los que son de otros países).

Poco antes de la invasión de Rusia a Ucrania, y dada la «metedura de pata» de Pablo Casado —en aquel momento líder del PP (de la Derecha)— denunciando a Isabel Díaz Ayuso por una presunta prevaricación, Presidenta de la comunidad de Madrid, e igualmente del PP (¡hay que ver cuánto se puede complicar un escrito para poner en antecedentes a los lectores!), a Pedro Sánchez —actual presidente del gobierno— se le dejó caer, —desde alguien de Europa, creo recordar que fue en una rueda de prensa—, si iba a adelantar las elecciones. La lógica a tal insinuación es que en ese momento su opositor directo (el Partido Popular) estaba «debilitado», y en ese proceso podría salir fortalecido ante unas nuevas elecciones, en tanto que 1. el PP perdería votos, que los podría ganar el PSOE y donde 2. seguramente saldría con mayoría absoluta, con lo que no tendría que pactar con otros partidos, con lo que 3. se «quitaría de encima» a «unidas podemos», partido que le está «lastrando». Pedro Sánchez sonrió ante tal comentario, y no pareció planteárselo —o no hasta donde se sabe—. ¿Por qué?, estaba cómodo con tal coalición o venció la precaución y/o el miedo (creo que se atuvo al refrán de: «más vale pájaro en mano…»).

Situaciones siguientes. Ante la amenaza de Putin de la invasión de Ucrania, los líderes de la eurozona, aliados de la OTAN y otras grandes naciones, entraron en conversación sobre qué medidas deberían de tomar. Se rumoreó que los líderes dejaron de lado a España, dado su actual gobierno en coalición con un partido comunista. O sea, se dio algo así como el plantearse el compartir un secreto a un amigo que a la vez es amigo de tu enemigo… ¿lo harías? Vuelvo al tema de que no creo en los «entes», nada nunca está definido, pero se va haciendo al fluir por las cuencas de los ríos. Ahora Rusia ya no es comunista, pero en su momento lo fue, aún le «habita» ese «viejo ente», el cual crea unas simpatías o antipatías en los nuevos entes. Rusia y China estuvieron «habitados» por tal «ente» —el comunismo— y mantienen un trato cordial entre ellos.

En un segundo proceso Rusia invadió Ucrania y la diplomacia «exigía» que todo país se pronunciase al respecto. En España, como el gobierno es de coalición, se crearon dos frentes u opiniones: el del PSOE y el de Unidas Podemos. En ese caso la apuesta de las segundas no nació por su posible «simpatía» por un antiguo país comunista, sino por su credo de «no a la violencia». Optaron porque no se tendría que mandar armamentos para ayudar a Ucrania y de esa forma alargar una guerra que sólo podía tener un vencedor. Tal disparidad se trató de ocultar —o que no era relevante—, y al final se impuso la apuesta de mandar armas de apoyo.

A las actuales alturas del conflicto se puede concluir que cuanto más está resistiendo Ucrania, más perjudicada está siendo Rusia a nivel global. Cosa que hubiera sido distinta si simplemente se hubieran rendido sin derramar ni una gota de sangre…, de lo que se concluye que si todos los países al unísono hubieran tomado la misma postura de Unidas Podemos, se hubiera dado un resultado totalmente distinto al actual, donde ahora el que está más en desventaja hacia el mundo es Rusia.

(Todo esto es muy cínico: puede haber sido igual de ilegitima la invasión de Rusia sobre Ucrania que la que hizo en su momento Estados Unidos contra Irak, donde en este caso tanto Estados Unidos como sus aliados no tuvieron ninguna «reprimenda» o aislamiento económico. Como los que están al mando sobre el mundo es la cultura occidental, estos dictan las normas y qué está bien y qué mal —más o menos Chomsky tiene este mismo criterio—. También es cínico que se tomen medidas económicas contra Rusia, pero que Europa siga aceptando ser suministrada de gas y petróleo por ellos…, analizado así, Europa está ayudando monetariamente a mantener la guerra).

¿A qué viene todo esto? A que se pueden hacer políticas realistas a partir de saber la trama de la realidad humana, o se pueden hacer políticas idealizadas. En el caso que nos toca, la idealizada —proveniente de Unidas Podemos—posiblemente hubiera sido peor para el futuro, pues Rusia no habría salido debilitada y sí por el contrario fortalecida. Creando un precedente que posiblemente China repetiría sobre Taiwán. Bajo la situación actual —y lo mal que se ha posicionado a Rusia con respecto al resto del mundo— China «ha tomado nota» y quizás ya no trate de conquistar por la fuerza a Taiwán.

En uno de los libros compartidos en el escrito «La sangre justa», hacían mención a un hecho muy interesante para tener en cuenta a la hora de entender a la humanidad. Al parecer entre los cazadores-recolectores, si una mujer se terminaba por suicidar por las golpizas de su pareja, en ese caso los hombres sí tomaban partido en la situación y mataban a su maltratador. Esto puede dar pie a considerar al suicidio bajo unos nuevos ojos. Es anómico en tanto que trata de «corregir» un rumbo social, y en la medida que hay cierto desequilibrio que el sistema ha de corregir. En ese caso Ucrania se «suicida» para que el resto de las sociedades tomen represalias sobre aquel que le ha llevado a tal auto-aniquilación. Pero tales represalias no se tomarían si no hubiera una víctima, luego… tenía que derramarse la «sangre justa«.


En una vuelta de rosca, la invasión de Rusia ha hecho que algunos países europeos reasignen más dinero para los presupuestos del ejército, pero de nuevo Unidas Podemos se opone a tal medida, mientras que el PSOE ha dicho lo opuesto. ¿Recordáis cómo inicié esta sección del escrito? A sabiendas de cómo han ido las cosas después… ¿no hubiera sido mejor para el PSOE adelantar las elecciones y así «librarse del peso» de la falta de claridad y unanimidad, y de la imagen que está dando ante la sociedad?, donde tales dislates están siendo asumidos como una falta de liderazgo. Para los efectos no hubiera cambiado en nada, porque hasta que las nuevas elecciones se hubieran dado seguirían en coalición con Unidas Podemos.

Ahora, ¿tiene sentido reasignar un mayor presupuesto para armamento? Ante el «fracaso» de Rusia es posible que no vuelva a hacer nada parecido. Rusia ya no parece ser un problema (eso sí, la Segunda Guerra Mundial fue en parte producto de las duras medidas que el resto de países impusieron a Alemania, tras la Primera Guerra Mundial, ya veremos si Europa reestablece la diplomacia y retira sus medidas económicas contra Rusia cuando todo acabe). Pero España está en conflicto con Marruecos, país que quiere recuperar Ceuta y Melilla. España no puede ser atacada por estar defendida por la OTAN, pero esta organización no defendería estas dos ciudades, con lo que España se quedaría sola al frente de tal posible «guerra». Marruecos sí se está armando fuertemente. En teoría por su «enemistad» con su vecina Argelia, pero una futura guerra con España no se puede descartar.

Bajo mi punto de vista Ceuta y Melilla deberían de ser entregadas a Marruecos, y sus habitantes —los que así lo quisiesen— reubicados en la península. Pero tal postura no es aceptable para casi nadie. Esto lo hago ver dado a… ¿qué postura ha tomado cada español con respecto a cada uno de los momentos en los que los distintos «agentes» en juego —el aquí plasmado— han tomado alguna decisión? ¿Tomar una posturas unas veces y otras no hacen a una persona más de Derechas o de la Izquierda?, qué posturas sí o no lo determinan. Tal parece que carece de sentido tratar de discernir qué significa ser de Derechas o de Izquierdas. Más teniendo en cuenta que cada persona, en algunos casos, simplemente tratan de ir a la par de su partido «favorito» y por ello en contra de sus «enemigos», sin tratar de posicionarse a sus propias razones y formas de sentir el mundo.

Que cada cual saque las parábolas que más les guste —o convenga—, a partir de los datos dados (creo que no he dejado ninguno de lado, y creo que he sido lo más imparcial que se puede ser). ¡Claro!, mis simpatías no están con las actuales feministas, asentadas en el poder como Unidas Podemos, pero es que me están haciendo correr en «su» rueda, cuando yo no quería. Actualmente no veo casi películas y series, pues la gran mayoría de ellas están «contaminadas» por la ideología feministas o LGTBI. Me he tenido que «escudar» porque de lo contrario «alimentarían» mi rebeldía y por ello un posible odio a aquellos que me han metido en su «rueda de correr», en contra de mi voluntad (las ratas si pueden muerden a los científicos de sus experimentos).

(Las feministas pueden argumentar que las mujeres corrían en una «rueda» impuesta, antes del siglo XX, pero no es así. Si se pudiera viajar en el tiempo y se preguntase a cualquier mujer, muy pocas afirmarían estar oprimidas o bajo el patriarcado —palabro de nuevo uso—, por el contrario afirmarían que ellas corrían en la rueda por placer. Estamos condenados a analizar la historia bajo el sesgo presente, pero es un error: hubo épocas en donde a los niños no deseados se les tiraba al río —o en una canasta, como así fue el caso de Moisés—, y para ellos era lo más «natural». Mi madre no se sentía oprimida. Lo importante no es si la rueda estresa o no, sino la percepción que tiene la rata a si le estresa o no. Un caso distinto es la homosexualidad, pero contra esta estaban casi todas las mujeres en todas las épocas. Tiene poco sentido juzgar el pasado desde el presente, tan poco como que ahora los homosexuales simpaticen con la mujer, como ya no siendo culpables de su pasado, mientras que tal perdón no lo pueden aplicar igual con los hombres. No hay entes, por lo tanto no toda mujer es «santa», ni todo hombre un «demonio». Hay que juzgar a las personas, no a los géneros).

Devaneos sobre posibles futuros

¿No es curioso que muchas grandes multinacionales se hayan ido de Rusia? Qué posible lectura cínico/realista se sigue de esto. A las multinacionales les interesa la globalización, a cuanto más países lleguen, mayor será su «poder» y mayores serán sus ganancias. En ese caso, todo país, ideología o líder político que esté en contra de tal deseo, es su enemigo. Es de notar que es un primer paso hacia la corporatocracia, pues habrá creado muchas simpatías para su «causa», en una gran cantidad de ciudadanos. Incluso bajo tal postura pueden estar intentando limpiar la imagen que se tenía hasta ahora de ellas, como la de esos grandes monstruos que han creado un nuevo tipo de esclavitud —dados sus bajos sueldos y situaciones precarias—, entre sus empleados en países en vías de desarrollo.

Por lo sucedido sobre Rusia, la globalización sale fortalecida y ya no parece que nada la vaya a parar. Sólo su propio colapso. Siendo así, el actual reto de los países pro-globalización es no dejar caer la economía. ¿Será posible? Los más pesimistas piensan que la Unión Europea dejará de existir en pocos años, al no poder sostener la inflación en la que caerán los países del sur (España, Portugal, Italia, Grecia). Se crearán nuevas uniones, como la de Inglaterra con Estados Unidos y Canadá. China «recogerá» a la vapuleada Rusia, y es posible que el siguiente paso de Putin sea crear viaductos para mandarles gas y petróleo. Si llega ese momento, es posible que corte su suministro ante su ahora «odiada» Europa. Esta se verá sometida a vivir en un subcontinente que no tiene acceso al gas y el petróleo. En ese caso tendría que venir desde Argelia vía España. Dos países que son posibles «enemigos» de Marruecos… ¡La historia continúa!


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