¿Humanista o Feminista?
❝Estamos forzando el feminismo, hay un discurso de odio hacia los hombres.❞ Macarena Gómez
❝Tengan ideas, pero no las estrangulen con las ideologías.❞ Sánchez Dragó
Situación actual. Trato de estar al tanto de un importante número de canales de YouTube, de tal forma que se me quedan pendientes de ver de un día para otro, con lo que casi todo mi tiempo se va en verlos. Este comportamiento me impide leer o investigar en distintos temas. En algunos casos ver un vídeo puede que te ahorre leer un libro, porque estos tienen mucha «paja», muchos párrafos vacíos que al final no aportan nada. Pero igualmente ocurre con los vídeos.
Parte de los canales a los que estoy suscrito son de personas que siguen la línea del pensamiento de atacar el actual feminismo. Pero muchos de tales vídeos son «zascas» a meteduras de pata de una u otra persona. No creo que haya nadie que se libre de «zascas», y basar un canal de YouTube a los «zascas» es poco productivo. Si he seguido a estas personas es para no sentirme tan sólo en esta «lucha», pero al final es buscar el calor de la «tribu» para escapar de la soledad. De esto tampoco nadie se libra.
Sobre el tema del feminismo, hay que atacar a su estructura, no a cada seudo-feminista de la Red. Mis ataques siempre han tratado de mostrar qué es lo que dice la ciencia y por ello en qué se equivocan al basarse en el construccionismo social, esta última idea basada en los pensadores del posmodernismo. Este es otro ataque bastante legítimo, pero la mayoría de las personas no tienen el nivel —o el tiempo— requerido para entender de tales temas de la filosofía.
Un posible ataque a la estructura feminista podría partir de un vídeo a modo de test, de cuestionario a toda mujer, con la siguientes preguntas.
- ¿Crees que por ser mujer tienes que ser feminista?
- ¿Cuántos libros feministas y sobre críticas al feminismo has leído?
- Qué eres antes, ¿humanista o feminista?
- ¿Es mayor tu conciencia feminista que tu conciencia de clase social?
- ¿Crees en los Derechos Humanos?
- ¿Crees que deberían de existir unos derechos humanos para las mujeres y otros derechos humanos para los hombres?
- ¿Crees que mujer y hombre son iguales a nivel biológico?
- ¿Crees que hombre y mujer son iguales a nivel de sistema endocrino…, o sea, hormonal?
- De haber contestado sí a los dos puntos anteriores. ¿Crees que son cambios aleatorios o que tienen que tener un por qué?
- Dado que hay factores físicos u endocrinos que son distintos en los dos sexos, y dado que algunas hormonas operan en el cerebro y este tiene dos partes del sistema endocrino, ¿crees que hay diferencias en los cerebros del hombre y de la mujer?
- ¿Conoces que uno de los «motores» de la evolución es la selección sexual, y la que suelen ser la selectiva son las hembras?
- ¿Crees que tendría que haber una policía para las mujeres y otra para los hombres?
- ¿Crees que tendría que existir un poder judicial para los hombres y gestionados sólo por hombres y otro poder judicial para las mujeres y gestionado por las mujeres?
- ¿Qué opinarías de algo llamado «blanquismo» o movimiento blanco?
Seguramente falten preguntas.
Sobre el punto 1 y 2. Hoy toda adolescente al llegar a cierta edad se asume de manera tácita como feminista por el hecho de ser mujer, sin saber todos los entresijos que implica tal término y movimiento. La mayoría de las mujeres se creen feministas sin saber exactamente qué es el feminismo, sus distintas corrientes y críticas, y sin haber leído nunca un libro feminista (o un número muy bajo).
Sobre el punto 3. Muchas feministas creen serlo, cuando en realidad son sólo humanistas. Ser humanista implica amar primero a la humanidad, la justicia y la igualdad… ¿qué aporta al ideario humano el feminismo que no corrompa o dañe al concepto del verdadero espíritu humanista? En la medida que se rompa la balanza para fijarse más en la problemática de un sexo sobre el otro, tal tendencia… ¿no es ya menos humanista?
Sobre el punto 4. La mayoría de los problemas sociales, y por ello de algunos de los que puedan parecer que emanan por el hecho de ser mujer, vienen dadas por las diferencias de clases. La lucha primera, y que habría que recuperar, debería de ser la lucha de las clases sociales.
Sobre el punto 5 y 6. Los Derechos Humanos abrigan todas las ideas positivas y aceptadas por todos universalmente (excepto unos pocos). Cualquier persona, grupo social, etnia o minoría no tiene porqué recurrir a crear su propio punto de vista de los derechos humanos. Ya existe y es para todos. En la medida que crea una distancia o cree sus propios derechos, en cierta forma «traiciona», cuestiona o invalida la carta magna de los Derechos humanos.
Sobre el punto 7 y 8. Claramente no somos iguales. Tales diferencias las creó la evolución y sólo mínimamente se han mitigado desde que el humano apostó por salir de la naturaleza (al iniciarse las civilizaciones).
Sobre el punto 9. A esta pregunta no se puede contestar apostando por la aleatoriedad. La evolución lo es porque se optimiza a través de sus resultados positivos (aciertos) hacia un para qué y un fin, «evaluados», equilibrados y validados durante miles y millones de años. Algunas de tales adaptaciones son ventajosas o desventajosas para uno de los dos sexos. ¿Cómo calcular tales desbalances?, cada sexo lo hará desde su propio punto de vista. Bajo mi punto de vista tienen ventaja las mujeres, pero sólo es mi opinión. ¿Cómo la ciencia puede evaluar objetivamente si es a favor de la mujer u el hombre? Si las desventajas fueran tantas, posiblemente nuestra especie no hubiera prosperado. La evolución pondera a lo largo del tiempo, y por medio de la lucha intragénomica sexual, para que exista una tendencia al equilibrio.
Sobre el punto 10. Se contesta con la respuesta 7, 8 y 9. Si ahora podemos estar tendiendo a igualar los cerebros (o en los último seis mil años, por poner el inicio de la historia como «constructora social»), de cualquier forma no es algo que se pueda cambiar de una generación a otra, como ahora pretende el feminismo (o sólo puede llevarse a cabo haciendo mucha presión y cayendo en lo ideológico y dictatorial). Tendrían que pasar cientos de miles de años para que la evolución «borrara» tales diferencias. En todo caso, habría que distinguir entre los temas del Estado y del hogar. Cada pareja y hogar tiene que pactar por sí mismo como ha de ser su familia.
Sobre el punto 11. Dadas algunas diferencias hormonales y de los cerebros, entre hombres y mujeres, en la lucha física tienen ventaja los hombres. Dado que somos un animal basado en las jerarquías, donde estas se basan en las desigualdades y el poder, el hombre se excede en algunos casos al hacer uso de su fuerza física. Pero dado que la mujer es la que hace la selección sexual, tales diferencias se mantienen en el momento en el que la mujer selecciona de pareja alguien de más altura y musculatura que ella. Luego la mujer forma parte de la actual problema y diferencia física y por ello de un tipo de poder del que el hombre puede hacer uso, en situaciones que no siempre parten desde la elección o la premeditación de sus actos, tales hombres, al ejercer violencia, sea esta hacia la mujer, el hombre u otros géneros.
Sobre los puntos 12 y 13. Todos los poderes que emanan de los Estados democráticos parten de los Derechos Humanos y por ello ya tienen que tener implementadas todas las herramientas necesarias para que la justicia y la igualdad se apliquen de la mejor manera posible. Cuando una persona, grupo o institución hace una mayor presión o fuerza sobre otra persona, grupo o institución las leyes ya parten de la idea de que tales fuerzas puedan ser abusivas dada alguna ventaja del lado de una de las partes. El sexo sólo es uno entre otros tantos tipos de desniveles de los agentes sociales. Son los partidos políticos los que tienen que estar al tanto de posibles desajustes, partidos que son elegidos por el pueblo. Se da el caso que hay grupos minoritarios que tardan en ser escuchados, sí. Pero la mujer es, más o menos, la mitad de la población y por ello no está dentro de tales grupos. Luego en Estados democráticos, basados en los Derechos humanos, no hacen falta fuerzas externas para que la mujer sea tratada igual a nivel de las leyes.
Sobre el punto 14. El nombre de feminismo ya implica un error de base. Se debería llamar «igualitarismo», o algo similar. Si se crea un concepto que implique una sola parte de la sociedad, se está nombrando de forma implícita su contrapuesto como algo ajeno, y por ello una posible otredad. La mayoría del lenguaje feminista porta este mismo error. En algún momento del futuro se analizará el concepto de machismo tal como hoy en Estados Unidos se concibe la palabra negro. Para hilar aún más fino se crea el concepto de micromachismos. ¿Cómo le suena a una mujer el concepto de zorrismos y microzorrismos? El feminismo puede alegar que el machismo existe, pero bajo las mismas reglas…, ¿cómo desligitimar el concepto de microzorrismos? Para colmo Pablo Iglesias ha tomado de colaboradora a una chica de 20 años —¿qué experiencia de la vida puede tener como para haber acumulado algo de «sabiduría»?— con una sección llamada «el machistómetro». Una chica, además, que en una de sus redes anuncia que ella usa un dispositivo que se acopla al dedo y que sirve para ayudarle en sus masturbaciones. ¡Todo muy lógico!, no me cosifiques, pero piensa en mi bulba y mi clítoris.
Lo/as «anti-feministas» —he encontrado 4 mujeres muy activas…, me imagino que habrá más—, más o menos, parten de estas ideas y analizan que el actual feminismo se está perdiendo en detalles (el piropo, la temperatura de los aires acondicionados…) temas que no deberían de llegar a tener por qué controlar los Estados (legislarlos), sino que son temas que o bien tan sólo han de partir de la educación de los propios padres a sus hijos, o ser temas que han de ser tratados en las empresas en las que se trabaje, etc. No se puede o debería de legislar todo, pues un exceso de leyes, a la vez, implicaría la merma de las libertades. Además…, el problema no es que se transija y al final el feminismo «consiga» tratar al piropo como un agresión machista, sino el problema es que el feminismo, como no quiere morir, seguirá buscando qué será lo siguiente sobre lo que tendrá que luchar, con lo cual al final están tendiendo a que su presión vaya sólo dirigido a un solo sexo: el hombre, traspasando poco a poco lo que establece los derechos humanos sobre la igualdad y la justicia. Bajo el actual feminismo, el hombre tiene que ir por la calle o los lugares públicos mirando al suelo, pues toda posible mirada de un hombre hacia una mujer podrá ser interpretada como una agresión sexual. Situación que por la «magia» de ser mujer no puede ser a la inversa.
Colofón. El problema de la falta de igualdad y de justicia —o sea de que se vulneren los derechos humanos— no sólo tiene una víctima: la mujer, sino que se aplica a todo humano. Las leyes al decir que no se tiene que discriminar a nadie por su edad, sexo, raza, género, orientación sexual (falso y no aplicable, pues no se acepta de ninguna de las maneras al pedófilo, y aunque nunca haya hecho nada a un menor, tampoco al sexo entre hermanos u otros familiares —evitando tener hijos—, etc.), no se aplica en muchos casos. Hoy en los países occidentales hay una mayor discriminación por la edad que por el sexo, y no existe nada que lo impida (contratar a mayores de 45 años). Igualmente para el aspecto físico: ser muy feo no es posible para un trabajo cara al público. Toda persona preocupada por la discriminación tendría que luchar por la de cualquier tipo, no sólo aquella que le afecte a ella, pues ya es de por sí una postura menos humanista en tanto que implica el egoísmo. Cuando una mujer próspera y con una buena profesión contrata a una mujer para que cuide a sus hijos… ¿está discriminando?, ¿no se atiene a las diferencias biológicas de los sexos? ¿Por qué aplicar una lógica para unos casos y una diferente para otros casos similares o iguales?
Un humano adulto ha de aceptar que la igualdad es un mito, o sólo una metaidea que ha de servir para tenerla en cuenta a modo de referencia ideal, pero asumiendo que no es «real». Yo por mi edad acepto que se contrate a alguien joven con respecto a mí, pues ni mi agilidad mental o física puede competir con la de un joven. Puedo tener alguna ventaja a nivel individual, pero queda en mi mano demostrar que es así, y el Estado no puede exigir al empresario que no tenga sus propios criterios a la hora de seleccionar a su personal, pues de tales selecciones depende su propio éxito y al final su propia supervivencia. Al hacer que sea distinto, al hacer que el Estado tuviese más poder que el que puedan ejercer ahora, se estaría cayendo peligrosamente hacia los Estados dictatoriales.
Los filósofos, en un primer momento, se centran en temas muy concretos y abstractos porque contestan a algún otro filósofo, en donde se van sumando más pensadores a la charla, y así se pueden tirar toda la vida. Uno de esos temas actuales es la filosofía de la mente. El problema es que a lo largo de los años su discusión se ha vuelto tan profunda, y han creado tantos términos nuevos, que toda persona que empiece a escuchar una de sus «charlas» se sentirá perdido y «tonto» al no comprender más que unas pocas cosas demasiado elementales. O sea, de fondo hay un mundo inmediato, y un mundo lento y postergado. Creo que me gusta más el segundo que el primero (o un punto intermedio), pues seguir la actualidad, en un mundo tan líquido y cambiante, es de locos. Por lo demás es mirar el árbol, el detalle, lo concreto —con el peligro de sólo ver lo raro, transitorio y lo esporádico—, cuando al final se pierde de vista el bosque o lo universal en lo humano.

Con lo dicho, voy a tratar de volver a la lectura de los largos y aburridos libros de los pensadores sesudos, y descentrarme del momento actual. Con lo cual es ir contracorriente. El problema de lo/as YouTuber anti-feministas, es que se basan en unas pocas ideas (más o menos las arriba plasmadas), pero se han visto en la «obligación» a publicar vídeos, por un lado para mantener a sus seguidores, y por otro para tratar de vivir de ello, pero se cae en el «vigilantismo», fenómeno que tratan de atacar cuando lo llevan a cabo las feministas (ahora van hacia la tendencia de diversificar sus temas). Con todo, la labor que están haciendo es necesaria, ya que el feminismo cada vez va teniendo una menor fuerza (menor que la que tenía hace 3 o 4 años). El problema actual es que el feminismo ha «dañado» al sistema (a nivel de redes, en las calles y en las leyes), y cual «enfermo», el sistema tardará en recuperarse de su actual estado (si es que lo hace y si el feminismo cede en algo en su «loca carrera» de cambiar aquello que ni siquiera han terminado de comprender).
Algunos canales anti-feministas (donde tal término no quiere decir anti-igualdad), los 4 primeros de mujeres. Claramente hay más, pero suelen ser más generalistas y sólo a veces hacen ataques al feminismo.
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