Devaneos XVII – La Vida es el Sueño de un Olvido

 


❝Cada ventaja en el pasado se juzga a la luz del problema final.❞
Demóstenes (¡que fino hilaba!)



Este escrito, más que de devaneos va a ser de vaguedades, pues crearé y expondré teorías demasiado extrañas, poco probables, abstractas y generalistas.


El cerebro es principalmente asociativo, por el simple hecho que compara la realidad con su propio mapa mental (esquemas) y de esta forma algo nuevo es comparado con lo existente, y por ello haya o busca similitudes (analogías, asociaciones, contrastes, diferencias…) Lo digo porque el que una persona maneje tres datos, frente a otro que maneje esos mismos, más otros cinco, hará que las conclusiones a las que llegue un cerebro con respecto al otro serán distintas. Más, no siempre quiere decir mejor o más acertado, a veces ciertos datos interfieren una simple y buena intuición. Contar con un dato “extraño”, que nadie más ha tenido en cuenta, puede ser el camino de llegar a algo más prometedor.

Así que yo he introducido a colación del olvido, y su más terrible manifestación que es el Alzheimer, el concepto de “pasar por la puerta“, preguntándome el por qué a veces sí tenemos la sensación de que se nos olvida algo y otras veces no. Esto me llevó a la teoría del supervisor de la atención (el texto del artículo principal que he encontrado es a partir de un escaneado de una fotocopia…, ¡horrible para pasarle un OCR! —reconocedor de caracteres—, estoy en ello), y a la vez he llegado, a través de mi propio caso, a que la anestesia general produce uno resultados similares al Alzheimer, y puede iniciarlo en personas proclives. Los estudios de tal propuesta me llevaron al sistema colinérgico, donde su principal neurotransmisor es la acetilcolina, que a la vez me ha llevado al cerebro basal anterior, que controla o está activado (interruptor) en los estados de vigilia y del sueño REM (cuando se tiene sueños muy vívidos), y además interviene en los estados excitados y de atención…, a la vez que forma parte del circuito de la memoria (de arriba hacia abajo, luego evoca o recupera recuerdos, patrones o esquemas). Al estar conectado con el hipocampo (memoria) se “cree que los daños en el núcleo basal y sus proyecciones corticales están implicados en formas de demencia, en particular la demencia de Alzheimer y demencia de la enfermedad de Parkinson”, y activa el papel de la acetilcolina, donde esta estructura “afecta a la capacidad de las células cerebrales para transmitirse información entre sí y también estimula la plasticidad neuronal o el aprendizaje; por lo tanto, el daño al prosencéfalo basal puede reducir la cantidad de acetilcolina en el cerebro y afectar el aprendizaje.” Se cree que la acetilcolina activa las ondas theta del hipotálamo, a partir de una estructura llamada circuito o bucle trisináptico.

Tres porque se ramifica hacia dos tipos de neuronas y hacia tres zonas: “las células granulares en la circunvolución dentada, neuronas piramidales en CA3 y neuronas piramidales en CA1 . El relevo del hipocampo involucra 3 regiones principales dentro del hipocampo que se clasifican según su tipo de célula y fibras de proyección; la corteza entorrinal transmite sus señales desde la circunvolución parahipocampal a la circunvolución dentada a través de fibras de células granulares, conocidas colectivamente como el camino perforante”. ¿No es sugerente con respecto a la teoría practopoyética de las tres capas?, y por ello que haga ese posible papel que postula tal teoría denominado de circuito anapoyético de las tres capas. ¿El bucle trisináptico guarda la información a los tres tipos principales de  memoria?, la declarativa, la implícita y la episódica. Otra cuestión es que una de las vías mencionadas se conecta a la corteza entorrinal, “candidata” de ser la primera que se daña con el Alzheimer.

Sigo con la idea de tratar de separar qué es hardware y qué software a nivel de la mente y el cerebro. Este tiene funciones que genera comportamientos hacia el exterior, y esquemas (patrones) en el interior. Ciertas de esas funciones centralizan partes del cerebro, como así lo hace un router, que conecta a la red —o entre sí— a varios ordenadores. Estas zonas que conectan varias, a la vez, pueden tener la función de conectar o desconectar otras funciones. Por ejemplo, durante el sueño hay una parte del cerebro que desconecta que no se generen movimientos con respecto a lo que se sueña. Algunas personas tienen dañado tal centro y se mueven mucho por la noche. Casualmente, además, leí que si no se recuerdan la mayoría de los sueños, tiene que ver de alguna forma con el “efecto pasar por la puerta”. Pero además sucede otra cuestión paradójica en todo esto. ¿Cómo sabe el cerebro que lo que sueña no son vivencias “reales”, cómo para no guardarlos como memoria episódica. Suena a “interruptor”, ya sea a nivel de hardware o de software. Aquí viene mi hipótesis. ¿El Alzheimer no será que ese interruptor que dice qué es sueño y qué es real no funciona y “desecha” o trata lo real como irrelevante o sueño? ¿Borra catastróficamente aquello que no debería de borrar, cada noche? Curiosamente el cerebro basal anterior, nombrado arriba, activa el sueño generando óxido nítrico, que es uno de los componentes en algunos tipos de anestesia, donde estas generan la disfunción cognitiva posoperatoria, relacionada y similar al Alzheimer.

Como tengo mal la memoria, ayer se me olvidó una parte esencial, pero al final va a venir mejor nonbrarla bajo lo dicho anteriormente. Siempre he tenido problemas con el sueño, sobre todo en verano. Una de mis hipótesis —y puesto que el sueño tiene sobre todo el papel de borrar de la memoria lo innecesario, además de consolidar lo válido como aprendizaje—, es que si se duerme poco no ocurre ni un proceso ni otro, luego se mantienen más vívidos todos los acontecimientos, hasta que llega un día que la fatiga vence, y se duerme muchas horas y se amanece con un borrado casi total de la memoria. Pienso que mi cerebro era más “retentivo” antes de la operación de la anestesia general del año pasado, porque al dormir poco “arrastraba” conceptos mentales, sensaciones y vivencias durante días, de tal manera que se volcaban en los escritos. Después de la operación el sueño se ha ido regulando y ahora duermo mejor, lo que hace que sea “efectivo” el borrado, pero donde parece no funcionar la consolidación, por fallar el mecanismo que lo debería de hacer, como he postulado en el párrafo anterior.

Curiosamente el cerebro, manejando hábitos y esquemas, se debe de haber “percatado” que algo va mal, y las últimas semanas de nuevo estoy durmiendo menos (unas cinco horas, pero no todos los días), y al ocurrir esto ahora retengo más las vivencias de un día para otro, porque al cerebro no le debe de dar tiempo de borrar, ni que entre en juego ese hipotético “mecanismo dañado” de no consolidar la memoria.

Sé en todo lo que puede fallar lo que estoy diciendo, ignoro todo los daños implicados en los cerebros con Alzheimer, pero puede que se “inicie” con un problema funcional y por ello de software. Pero como es una respuesta que me ha venido a la mente, la tenía que escribir para dejarla plasmada.

II
O
tra cuestión es que como he cometido varios olvidos algo peligrosos, ahora tengo que ser más consciente (“llamar” a las capacidades de la atención fijada del prefrontal) y verificar varias veces los actos que impliquen riesgos. Por otro lado hay que tener en cuenta el papel que tiene el ordenador. Ahora mismo es como una parte extendida de mi cerebro. El orden del ordenador, y los programas que uso, así como escribir, solventan en parte las fallas del cerebro, pues el ordenador (y la escritura) me hace recordar cosas que el cerebro aparentemente ha borrado. Esto me lleva a pensar si el ordenador no debería de considerarse una cuarta capa en la teoría practopoyética, pues mismamente los mapas mentales, y las gráficas conceptuales, de decisión, u otras, nos permiten ordenar y visualizar conceptos e ideas que de otra forma el cerebro no podría. Evidentemente esta cuarta capa opera bajo la retroalimentación, puesto que al visualizar los mapas mentales modifican los esquemas del cerebro, donde a la vez estos corrigen o añaden una mayor complejidad a los mapas mentales en el ordenador.

III
E
n la misma línea, la programación informática nos “devuelve” problemas que son esenciales y sobre las grandes incógnitas del ser humano. Entre estas se encuentra la “deriva de los conceptos“. “En el análisis predictivo y el aprendizaje automático, la deriva del concepto significa que las propiedades estadísticas de la variable objetivo, que el modelo está tratando de predecir, cambian con el tiempo de formas imprevistas. Esto causa problemas porque las predicciones se vuelven menos precisas a medida que pasa el tiempo; el término concepto se refiere a la cantidad a predecir. De manera más general, también puede referirse a otros fenómenos de interés además del concepto de destino, como una entrada, pero, en el contexto de la deriva del concepto, el término comúnmente se refiere a la variable de destino”. ¿No suena a ontología? , ¿a la definición de Ser en tanto que pueda ser una esencia o su fluir?, de hecho hay una ontología informática.

Lo “encontrado” a nivel informático es lo que sugiere la teoría teleonómica sobre los sistemas, y la especiación en la teoría evolutiva. Los sistemas se tratan de “anclar” a un estado homeostático, en algunos casos bajo los efectos de algún atractor extraño, pero les es imposible “ignorar” los cambios provenientes de afuera del sistema y mutan o cambian para adaptarse. Fluir y Ser a la vez.


Otro caso es “la teoría del error catastrófico“, predicha matemáticamente y que se plantea sobre los organismos:
“Como todo organismo, los virus ‘cometen errores’ (o mutan) durante la replicación. Las mutaciones resultantes aumentan la biodiversidad entre la población y ayudan a subvertir la capacidad del sistema inmunológico de un huésped para reconocerlo en una infección posterior. Cuantas más mutaciones haga el virus durante la replicación, más probable será que el sistema inmunitario lo reconozca y más diversa será su población. Sin embargo, si realiza demasiadas mutaciones, puede perder algunas de sus características biológicas, que han evolucionado a su favor, incluida su capacidad para reproducirse; surge la pregunta: ¿cuántas mutaciones se pueden realizar durante cada replicación antes de que la población de virus comience a perder su propia identidad?”

¿No es extrapolable a lo social? La sociedad actual “incurre” en crear demasiados cambios (mutaciones de creencias e ideologías), cayendo en una crisis de identidad generalizada, donde a la vez afecta a los cerebros de cada ser humano, que se ve inmerso en dicho “ciclón” caótico de cambios permanentes, donde les es imposible “fijar”, anclar, su identidad en una esencia definida. De nuevo un problema ontológico, y sobre la permanencia y el fluir.

¡Ya sé! En los dos casos hago correlaciones y correlación no implica causalidad, pero de seguir la teoría de la superveniencia, los patrones de los estados previos de los sistemas se siguen en los nuevos y emergentes, a modo de directrices o atractores del caos (control en realidad, el nombre del concepto confunde). Una correlación menos sostenible es pensar que tras todo trastorno o enfermedad mental grave (Alzheimer, esquizofrenia…), se “esconda” la misma matemática del error catastrófico, donde la identidad del individuo, en una memoria o cognición con exceso de fallos (mutaciones con respecto a lo esperado dentro del cerebro,) no sea capaz de fijar una identidad propia, perdiendo en el proceso el sentido de agencia. En el síndrome de Cotard, el individuo cree estar muerto, aun cuando lo dice a viva voz y a otras personas. Las personas con Alzheimer muy avanzado pierden su identidad en el tiempo, tan pronto creen tener veinte años como cuarenta, y la vida se les aparece como debería de ser a esas edades. Los casos más graves de esquizofrenia no saben distinguir sueños de realidad. Philip Slater decía que la sociedad actual es esquizoide, pero lo dijo en sus libros hace casi cincuenta años; murió en 2013, no me imagino qué diría hoy.

IV
V
olviendo arriba, en realidad de nuevo lo había olvidado, este tipo de olvido es más normal. El cerebro se rige por ciclos: noche y día, el corazón, las estaciones del año… Las ondas que generan el hipocampo son “especiales”, y supuestamente se explican por la alta densidad de tal parte del cerebro. Tal tipo de onda tiene que ver con el comportamiento:

Vanderwolf (1969) hizo un fuerte argumento de que la presencia de theta en el EEG del hipocampo se puede predecir sobre la base de lo que hace un animal, en lugar de por qué lo hace. Los movimientos activos como correr, saltar, presionar la barra u olfatear exploratorios se asocian de manera confiable con ondas theta; estados inactivos como comer o acicalarse están asociados con LIA. Estudios posteriores demostraron que theta comienza con frecuencia varios cientos de milisegundos antes del inicio del movimiento y que se asocia con la intención de moverse, más que con la retroalimentación producida por el movimiento (Whishaw & Vanderwolf, 1973). Cuanto más rápido corre un animal, mayor es la frecuencia theta. En ratas, los movimientos más lentos dan lugar a frecuencias alrededor de 6,5 Hz, los más rápidos a frecuencias alrededor de 9 Hz, aunque pueden observarse oscilaciones más rápidas brevemente durante movimientos muy vigorosos como grandes saltos.”

El sistema más antiguo de memoria es el muscular, el del movimiento. Cada tipo de forma de desplazarse requiere distinto tipo de onda, eso marca un ritmo al andar, trotar o correr. ¿En qué medida esta forma primitiva de guardar memoria implica al resto de memorias? Se aprende más rápido la letra de una canción que una poesía. Antes se enseñaban las tablas de multiplicar cantándolas. Los ancianos con Alzheimer o demencia recuerdan mejor las cosas vinculadas a las canciones de cada época de su vida.

De forma invisible las películas, las “buenas”, tienen un ritmo, una cadencia que las atraviesa de principio a fin. Si la película pierde su ritmo, decae el interés del espectador. Curiosamente, y quizás, el pueblo occidental más “cantarín” es el anglosajón, tanto como para haber creado el cine musical (seguido en este aspecto por el cine indio). El cine de más éxito es el estadounidense. Sus hijos son llevados a clases de canto y baile de forma bastante general. Un buen director mantiene el ritmo que ha captado de un guion, que es mantenido a la vez durante el montaje. Si este supuesto es “correcto”…, el actual cine americano, con unos nuevos directores más globalizados a través de las redes sociales… ¿están perdiendo la identidad y el ritmo implícito de su cultura?, ¿están perdiendo el paso? (La serie española “antidisturbios”, por lo menos en el primer capítulo y como un buen ejemplo, sabe llevar y mantener el ritmo).

Concluyendo sobre esto. La narración, los cuentos, igualmente implican un saber llevar los ritmos. Si se sigue la lógica de mis escritos, el cerebro es básicamente narrativo, sigue la cadencia de inicio, trama y final. ¿El hipocampo, con sus ondas especiales, marcan un ritmo, donde tal estructura narrativa ha de crear distintas huellas neuronales más manejables y recordables? En ese caso, memorizar y recordar sería como codificar y decodificar, bajo la base de patrones rítmicos, esto es consecuente con la idea —llamada congruencia del estado emocional—, de que si se está triste se recuerden cosas tristes, y a la inversa, estando alegre se evoca lo alegre, y así para cada aspecto y emoción de lo humano (cínico y ácido han de tener su propia cadencia). Es igualmente coherente a que el corazón lata correspondiéndose al estado anímico, y se camine con respecto a tal estado.

Saber más:
Circuitos colinérgicos corticales-cerebrales basales específicos coordinan operaciones cognitivas.


Por cierto. ¿Sabéis eso de que los supermercados de repente han cambiado todo de sitio? Es una cuestión de marketing, pues si no lo hiciesen las personas irían directamente a las cosas que necesitasen, al haber aprendido dónde están. Al cambiar todo nos “obligan” a buscar y en ese proceso empiezas a comprar cosas que se te antojan. ¿Quién sale perjudicado de este proceder?, las personas mayores con problemas de memoria y cognitivos que de repente se sienten totalmente perdidos. ¡Pinche de mundo!


Estaba de tendencia el Twitter de España #George_Orwell, porque aquí la cosa está “caldeada” con tanto deseo de control sin sentido (aislar por autonomías es una cuestión política, no tiene ningún sentido sanitario, por ejemplo), y me entretuve a recopilar las frases que ha ido poniendo las personas: “A los cincuenta años todo el mundo tiene la cara que se merece”, “Descifrar lo que está delante de nuestros ojos requiere una lucha constante”, “Mientras más se aleje una sociedad de la verdad, más odiará a aquellos que la proclamen” “La humanidad necesita liberarse del concepto de Dios y del Diablo, y admitir que ella misma hace el bien y el mal”, “El crimen del pensamiento no implica la muerte. El crimen del pensamiento es la muerte”, “La forma más rápida de terminar una guerra es perderla”, “Cada generación se imagina a si misma más inteligente que la generación anterior, y más sabia que la generación que vendrá después”, “Aquellos que reniegan de la violencia pueden hacerlo solo porque otros son violentos en su nombre”, “Un pueblo que elige corruptos, impostores, ladrones y traidores no es víctima, es cómplice”, “Nos hemos hundido hasta una profundidad tal, que volver a recalcar lo obvio es la primera obligación de las personas inteligentes”, “El pasado es mutable”; por lo tanto, el hecho “de saber” genera una ventaja mayor que el desafortunado y redundante hecho de “no saber”, “Lo importante es mantener a la población en estado de continuo miedo, por lo que las noticias se contradicen de un día para otro, así se mantiene un estado de emergencia nacional interminable justificando cualquier abuso de las autoridades”, “Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano”, “Libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír”, “Mandar sobre los sentimientos íntimos del individuo es un poder que está fuera del alcance de los verdugos y, a veces, hasta del propio individuo”, “Publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”, “El nacionalismo es hambre de poder, atemperada por el autoengaño”, “La guerra es paz. La libertad es esclavitud. La ignorancia es fuerza”. George Orwell. Esta otra estaba de añadido: “Donde no hay Justicia es peligroso tener razón”, Quevedo

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