Creando un Pobre – Teoría Tri-Trasversal de la Mente II



Este escrito es uno más de la serie devaneos, el XVI, pues trataré otros temas, pero el título podía ser muy largo y he optado a dar preferencia, por darle continuidad, al tema de ayer.

(Estoy “aburrido” de tener que pensar en las fotos de cabecera, la que he puesto no es la más adecuada…, ya la cambiaré)


I
¡Nada nuevo bajo el sol! La teoría traída a colación en el escrito anterior, sobre una teoría tri-trasversal de la mente, llamada practopoyesis, es una “copia” de los conceptos de la superveniencia, con la salvedad que no se “ocupa” de los sistemas no vivos. Si se recuerda la superveniencia implica que un sistema tiene como base el anterior, y este segundo no altera la estructura del primero. La vida se basa en la materia, se rige por sus reglas y estructuras, pero la vida no puede alterarlas. Si un ave vuela tiene que ser “obedeciendo” las reglas de la gravedad, de la aerodinámica, etc. Entonces… ¿aporta algo nuevo?, no lo sé al detalle, en la medida que se centra sobre todo en la inteligencia y la cognición, crea su propio lenguaje a partir de los conceptos de la cibernética, en donde esta se resume a que es la “ciencia que estudia las analogías entre los sistemas de control y comunicación de los seres vivos y los de las máquinas“, (fuente RAE).

El principio de la practopoyesis nos dice (nada nuevo) que  las capas de complejidad crean una mayor capacidad cognitiva y de inteligencia (esto lo he hecho ver yo una y otra vez), y ha dividido tales capas como sistema T1, Ty T3, donde nos dice que el actual límite de las máquinas inteligentes no pasan del nivel 2, y sólo la mente humana alcanza el nivel 3. Su lenguaje no se “acerca” demasiado a las neurociencias, sino que trata de basarse sobre todo en el lenguaje de la cibernética. De esta manera, la gráfica que compartí ayer, está a medio camino entre estos dos saberes. Otra cuestión es que dicen que las gráficas ayudan a visualizar la metáfora subyacente de sus preceptos, pero no sé por qué se “obcecan” en decir que la mejor representación es la lineal, quizás porque sus cerebros no sean muy visuales. Si parte de su retórica consiste en hacer ver que la mente humana es tri-trasversal, —”una travesía es un proceso, o un conjunto de operaciones, mediante el cual se realizan cambios a través de la interacción del sistema con el entorno, de modo que el sistema ha adquirido nuevas capacidades operativas o ha ajustado directamente su entorno a sus necesidades“—, una gráfica lineal no muestra tal trasversalidad. En esa dirección, y como dije ayer no entendía por qué en su gráfica, abajo a la izquierda aparecían los impulsos psicológicos, y arriba a la derecha el aprendizaje senso-motor (memoria implícita o motora). Se me ocurrió que habría que unir tales puntos, a través del símbolo de infinito ∞, como algo que parte de un ciclado (prueba y error), a modo a la vez de un aprendizaje infinito, valga la redundancia, de los dos sistemas implicados. Pero por otro lado, su gráfica no representa bien el por qué hay un ascenso, un ir hacia más en la inteligencia y la cognición, sobre todo el cómo se acopla el tercer estado. Luego pensé que había que crear una posición superior, bajo el concepto mente o conciencia, que es lo que emerge en la capa del sistema T3. ¿Se puede hacer un signo infinito con tres “pétalos” en vez de con dos?, no. Rápidamente se me ocurrió el símbolo de la triqueta (ver gráfico de abajo), pero la forma en la que interactúan sus tres “pétalos” no era el adecuado. Así que hice dos versiones posibles de tal proceso.

(He puesto mi apodo no por vanidad, o “marcar” mi trabajo, sino porque se tenga en cuenta que no es la versión original de su visión, y por ello sólo es mi opinión, de la que se puede dudar.)

Explicación de la gráfica. Me he atenido a mantener algo sus “agrupaciones”, si bien no estoy del todo de acuerdo. El sistema T1, abajo a la derecha, es el modo básico, primero y más primitivo (el más primitivo ya implica que sea el primero, es redundante, jejeje) ya que consistía en un sistema sensor que accionaba el sistema motor (ir hacia la luz bajo el mar, fotorreceptor sensible a la luz), el segundo sistema (dos pétalos de abajo), incorpora al primero las experiencias pasadas (memoria episódica). Este sistema es el que tiene la mayoría de los animales complejos, como nuestros animales domésticos. En el proceso se han creado las interneuronas, que median entre las neuronas sensoras y las motoras, de tal forma que ante un mismo estímulo se accionan (conectan) de distinta forma, porque las interneuronas “saben” (han aprendido por experiencias previas) que a un perro no hay que temerle, pero a un toro sí. El primer sistema explica la memoria implícita y el por qué no olvidamos montar en bici, pero el segundo sistema ya es más complejo. Un animal “funciona” por el condicionamiento clásico, si a un perro le han apaleado en una calle, ya no vuelve a pasar por ella. En el humano sigue operando el condicionamiento clásico, pero es “modificable” por la existencia de la capa 3. Bajo mi punto de vista, está mediada por el lenguaje complejo. El sistema 2, por sí solo, opera por la deducción y la “prueba y error”. Las generalidades y la capacidad de abstracción humana nos la procura el lenguaje, donde a la vez nos da la capacidad para el razonamiento inductivo (buscar generalidades) y el abductivo, en donde este parte de la generalidad hacia lo concreto, mientras el primero es a la inversa. En lo que los tres sistemas se ciclan es en la memoria a largo plazo, lo que somos en definitiva, ya sea esta implícita, semántica o episódica y es donde se puede “ubicar” el concepto de anapoiesis, que ahora es más gráfico. Cómo caminar (memoria implícita), cómo he de vestir para ir sofisticado en lo social (memoria episódica) y cómo se llama la capital de Francia (memoria explícita y semántica) tienen en común que son memoria a largo plazo, pero, por ejemplo, el cerebro recurre al prueba y error cada día para mantenerse sofisticado al vestirse, pues las modas cambian (dicen que filosofía es saber explicar lo evidente, jajaja).

Triqueta

Me quedaba ubicar en la gráfica la memoria de trabajo y la de a corto plazo. Esto es todo un galimatías, se habla incluso de la “memoria de trabajo a largo plazo”. Yo entiendo que al final del día, al dormir, el cerebro “borra” todo lo innecesario o redundante (que tampoco está claro), y pondría a todo recuerdo que se mantiene durante una jornada, antes de que se consolide en la noche, como memoria a corto plazo, pero se supone que esa ya es a largo plazo, y sólo es a corto plazo aquella que se mantiene en cada “episodio” corto de vida, en cada acción, pero en ese caso “sobra” el concepto de memoria de trabajo. Bajo mi modo de ver, el prefrontal, como capacidad para la atención sostenida, mantiene un hilo conductor de sus procesos, de esa manera retiene varios ítems previos, más los que han de venir. Sino, cómo escribiríamos o hablaríamos. Una frase significativa ya está construida al completo en el cerebro, y el prefrontal la va hilando en sus procesos mientras habla. Si “sabe” que la palabra siguiente, en la frase en curso, es inconveniente decirla ante la gente con la que se encuentra, hace una pausa para que el cerebro le “entregue” otra (memoria semántica, lóbulo temporal), y es a este tipo de ítems que yo llamaría memoria de trabajo, que se da sobre todo en el espacio global de trabajo. Cierro este tema, terminar diciendo que bajo el lenguaje de la practopoyesis, las dos primeras capas explican el aprendizaje, mientras que el tercer sistema tiene la capacidad de aprender cómo aprender y por ellos se basa en el meta-aprendizaje (paradójico, pues la enseñanza básica humana se basa en reglas de aprendizaje, a las que se han de adaptar todo los cerebros). Abajo dejo otra posible gráfica, donde tres símbolos infinitos relacionan las tres capas, pero el ciclado central se pierde y queda desconexionado. El caso es entender y que se capte la metáfora, en su gráfica no era posible.

Una consideración importante para tener en cuenta de qué es el “espacio global de trabajo” nos lo hace ver un estudio, a partir de experimentos de neuroimagen:

El modelo, llamado el modelo del “espacio global de trabajo”, postula que la información entrante se vuelve consciente sólo cuando se cumplen tres condiciones. En primer lugar, la información debe ser representada por redes de neuronas sensoriales, como las de la corteza visual primaria en la parte posterior del cerebro, que procesan las señales visuales entrantes. En segundo lugar, esta representación debe durar el tiempo suficiente para acceder a (“llamar la atención de”) una segunda etapa de procesamiento, distribuida a lo largo de la corteza del cerebro, y especialmente involucrando la corteza prefrontal, que se cree que es un centro importante para asociar múltiples tipos de información. En tercer y último lugar, esta combinación de propagación de información de abajo hacia arriba y de amplificación de arriba hacia abajo a través de la atención, debe “encenderse” para crear un estado de actividad reverberante y coherente entre muchos centros cerebrales diferentes. Eso, de acuerdo con el modelo, es lo que experimentamos como conciencia.”

¡Ah!, leyendo el escrito sobre la practopoyesis hablaban de los homeostatos. En los escritos previos habría que cambiar termostato por homeostato. Como tengo afasia nominativa no era capaz de recuperar este otro nombre, que es el más adecuado, en su momento lo traté de buscar en Internet (complejo, es un proceso abductivo, y los buscadores no están preparados para tal propósito), pero no lo encontré y lo mantuve a falta de otro.

II
¿Sabéis esa frase hecha de “levantar la liebre”, se aplica al hecho de soltar el perro para que tales animalillos salgan asustados de sus escondrijos, y así ponerse a tiro de los cazadores. ¡¡¡Posible Spoiler, aunque sólo lo trato de forma superficial y no creo hacerlo!!! Ese es el caso de la serie “The Queens Gambit“, que trata sobre una jugadora de ajedrez que participa en los campeonatos internacionales. Pues resulta que está tan bien planteada la trama que me hizo dudar si se basaba en hechos reales, y no es así, se basa en una novela. A esto viene “lo de levantar la liebre”, al pensar sobre ello quería ver qué tan buenas eran las mujeres al ajedrez…, y resulta que apenas si hay jugadoras. “Sólo el 1% de los grandes maestros del ajedrez del mundo son mujeres”. ¿Por qué? Esperaba que hubiera diferencias entre los sexos, pero no tan abismales. Busqué a nivel científico si habían hecho algún estudio, pero me llevó a uno que trataba el tema desde la perspectiva que decía que aunque de niños y adolescentes hay un número más igualado en los sexos, entre los jugadores, después, a mayor edad, cada vez hay menos  mujeres. No terminé el artículo, pues no iba orientado a lo que quería saber, tratan de buscar otras causas ajenas a si un sexo u otro es mejor para tal juego. A mí me da igual que sea porque no les llame la atención, o porque la mujer pueda ser menos competitiva, el caso es que tal diferencia no se puede explicar simplemente por construccionismo social. Nada impide a la mujer jugar de forma profesional al ajedrez, no es un “deporte” sexuado especialmente.

Puede que la novela y la serie, conociendo los datos, traten de fomentar que haya más mujeres ajedrecistas. No lo sé.

Me interesaba este tema sobre todo porque el ajedrez es un tipo de juego que implica distintas “rutas” de llevar una partida, en donde cada movimiento a la vez es tendente a subdividirse en varias siguientes jugadas, de manera exponencial. Esto requiere estar manteniendo una “trama”, llevarla hasta su final, y si no es satisfactoria ir retrocediendo hasta uno de los movimientos donde era posible otro tipo de jugada. Hay que estar “llevando las cuentas”, entra en juego ese traslado del prefrontal al lóbulo temporal, y después recuperar posiciones intermedias de nuevo al prefrontal. Al parecer este “mecanismo” es óptimo hasta cierta edad, antes de los 25, y después cada vez es peor, de tal manera que los jugadores se tienen que retirar a una edad muy temprana. Si se sigue la lógica de mis escritos, jugar al ajedrez es similar a ir por un bosque y ver posibles caminos que salen a derecha o izquierda, en donde de seguir el camino por el que se va y al no llegar a ningún sitio de interés, uno piensa en esos caminos de atrás y vuelve a ellos.  Si de nuevo no llevan a nada, de nuevo se vuelve atrás y se escoge otro camino que se había dejado como optativo. Bajo este punto de vista, el macho durante toda la evolución, es el papel que ha llevado a cabo. Se sabe que el hombre es mejor para la orientación visio-espacial, lo que podría “explicar” esa “preferencia” por un juego tan abstracto como el ajedrez.

III
Este punto tratará sobre un ejemplo de un caso personal concreto, de una acción, que si hubiera habido un testigo la podría haber considerado estúpida, o cuanto menos torpe, en la dirección de hacer ver que la “culpable” no es mi cognición o inteligencia, sino simplemente una falla en la memoria, tal como he venido diciendo en los últimos escritos, en donde errores continuados de este tipo harán que se pueda “etiquetar” a alguien de tonto o no listo de por vida, cuando no tiene porqué ser así.

El juego “Craft the world“, es de tipo sandbox…, se me acaba de olvidar otra denominación que la iba escribir antes de esta, y en el lapsus de hacerlo ya no la puedo recuperar, la he olvidado, ¡ah!, ya, crafting (elaboración de objetos). Para hacerlo se da a un icono y emerge una ventana como la que aparece abajo (es un tema aburrido, te comprendo si dejas de leer, pero tengo que explicar todo para que se entienda).

Los iconos de arriba a la izquierda, en tal ventana emergente, muestran varias secciones: los troncos apilados son compones naturales recogidos, el segundo, productos elaborados… Para hacer barras de hierro, para a la vez hacer espadas (en el cuarto icono de armamentos), hay que tener mineral de hierro. O sea, que para hacer una espada hay que saltar a otra sección, barras de hierro, que a la vez te “obliga” a que tengas que ir a otra (minerales). La parte de la derecha, en el gráfico de arriba, muestra que para hacer huevos (está activado en la parte de la izquierda), se necesitan estos y carbón. El primer problema es que si entras para hacer espadas, pero se abre la ventana de crafting en la sección de comida y te das cuenta que no hay, te pondrás a hacerla, con el posible resultado que no recuerdes que entraste para hacer espadas. Esto se puede explicar, en parte, por el efecto “pasar por la puerta“, donde al cambiar a la ventana emergente del crafting se te pueda olvidar el para qué entraste, en ese caso se cierra tal ventana, ves la pantalla principal y puede que lo llegues a recordar. Si habrás caído en el “efecto pasar por la puerta”, si al poco te das cuenta que habías entrado para otra cuestión. Ronda en la cabeza la “pregunta abierta” de algo más por hacer (palabra española: algo te “reconcome”…, no traducible). Otra cosa es si te lías a hacer comida, sales de tal pantalla y ya no haces nada más y ni siquiera recuerdas que has olvidado algo por hacer. Aquí surge una cuestión interesante, qué parte del cerebro o función lleva ese tipo de cuentas, ese darse cuenta que algo se nos ha olvidado. ¿Se ha abierto una memoria episódica que queda marcada con que le falta “el punto y final”?, ¿hay un segundo homúnculo en el cerebro profundo?

Pero en estos ejemplos aún no se encuentra el que quiero explicar. Hace unos días al entrar a hacer unos productos elaborados, al abrir la ventana la volví a cerrar, porque pensaba que me faltaba crear la tecnología (una máquina) para manufacturarlos, y que además me faltaba comprar un elemento en la tienda. Al poco me di cuenta que ya tenía otro producto elaborado producido con tal máquina. O sea, no sólo había olvidado que ya había creado esos otros elementos, sino la propia tecnología que la hacía posible. Lo dicho, si fuera el caso que alguien me estuviese viendo jugar, y yo le fuera contando lo que quería hacer en cada momento, y dijera “¡ah no!, que no puedo hacer cepos para los enemigos, porque no tengo la tecnología para hacerlos”, y esta persona viese en pantalla que tengo “muros de construcción”, que se hacen con la misma máquina, posiblemente me llamaría “tontuelo”, amablemente, por no tildarme claramente de estúpido.

¿No ocurre toda esta misma trama, en distintas etapas de nuestras vidas, de tal forma que la gente nos tome como poco listos, cuando se trata de otro tema? Y todo porque ese “traslado” que ha de hacer el prefrontal al lóbulo temporal, y que por interferencias o por saturación de la retención de ítems que tiene la memoria a corto plazo, al final el área global de trabajo, no sepa nada de tales subprocesos, y ni siquiera el haberlos hecho, o que estuvieran pendientes de hacerse. O para volver al primer punto, porque el sistema T3, sea tan endeble y torpe, porque es el último módulo en aparecer en la evolución, y aún tiene sus fallas, y porque además al usar como zona principal al prefrontal, que requiere de mucha energía, esta pueda ser más endeble porque tal persona se está alimentando mal, dada su situación socioeconómica. No todo humano es “estúpido” bajo tales taras…, es algo que “le hace” el sistema. Todo sistema basado en la desigualdad, por ello, pronuncia aún más tales desigualdades.

IV
C
orregí traversal por trasversal en gráficas y el escrito anterior, pues el primero no lo acepta la Real Academia, aunque sí existe travesaño y tanto transversal, trasversal y travesaño tienen la misma idea…, algo que atraviesa y une dos ideas, instituciones, ciencias…, o tablas. El fijo de tales palabras es través, como así es en la palabra travesía, pero al parecer es una palabra compuesta con el prefijo trans- que “significa ‘al otro lado de’ o ‘a través de'”. Ya sé, parece el pescado que se muerde la cola. Investigando la etimología proviene del latín transversus, pero igualmente es una palabra compuesta. El sufijo es -versus que es “frente a, contra”. Uniendo el prefijo y el sufijo es “ir al otro lado…, atravesar, atajar”. Todo este lenguaje, de nuevo, remite a lo que se hace al caminar por la naturaleza.

V
¿Trato de ser demasiado reduccionista al extrapolar todo a la estructura narrativa?, que a la vez lleva a la triada de una acción (impulso, medio externo=«resistencia», satisfacción), análogo a viaje, como inicio, camino y destino. Los concursos de memoria se basan en trucos nemotécnicos (para facilitar la recuperación de la información almacenada), en donde la mayoría de las personas, por ser lo más efectivo, desarrollan un viaje, donde cada ítem a recordar es un personaje con el que uno se va encontrando, y donde todos ellos son susceptibles de tener su propia historia. En la prehistoria el humano no hacía asentamientos permanentes, sino que se iba trasladando de un lugar a otro, cuando los recursos de una zona se habían agotado. Estando en África esas distancias podían ser cortas, pero al llegar a Eurasia se tendió al nomadismo, a desplazarse a grandes distancias. El Neandertal migraba al norte o al sur de Europa, dependiendo de si pasaba por eras muy frías o cálidas. Llevamos en las “venas” (genes), viajar, movernos, trasladarnos. “El verdadero alimento del alma son los viajes”, nos dice la reportera internacional Ángela Rodicio. Bajo la hipótesis de la evolución, de la superveniencia o de la practopoyesis, una estructura nueva se construye a partir —o como base— de una existente. La estructura cognitiva más elemental, es carecer de algo (alimento, luz…), indagar en el medio, y satisfacer la necesidad que propició la acción. En definitiva, a llegar a un estado homeostático o equilibrado de tal sistema vivo, con la estructura básica de “yo disminuido->entorno->yo completo”.

VI
U
n último inciso. El sistema T3, en la teoría de la practopoyesis, se basa en el razonamiento inductivo y abductivo, donde los dos se basan en generalidades. Por generalidades se entiende igualmente el esencialismo, el concepto de los roles, los estereotipos y los arquetipos. ¿No es paradójico que ahora nos llamemos “estúpidos” por hacer uso de ellos? Para el feminismo una mujer es antes persona que mujer, tal concepto, bajo sus concepciones, nace del construccionismo social. No hay ninguna esencia de lo femenino, según el principio de algunas feministas. Paradójicamente, “persona” es igualmente una generalización, y además aún más abstracta que mujer u hombre, donde estos sí están ligados a algo más real o concreto que el concepto de persona. Dejo este tema sin desarrollar, que cada cual llegue a sus conclusiones a partir de todo lo dicho en las últimas entradas del blog.

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