De Tornillos y de Tuercas
❝El lenguaje en su conjunto no retrata la realidad,
sino que hace una serie de metáforas atrevidas.❞ Nietzsche
❝Mostrarse ofendido es un dispositivo de búsqueda de atención.❞ Jim Norton
❝El poder de la narrativa personal se reduce a controlar la historia
más importante que contamos, la historia de nuestra propia vida.❞ Physical
Todo cerebro al desarrollarse tiene un “encontronazo” entre lo dado y las multiposibilidades del estado agéntico que tiene la autoconciencia. Entre el cerebro profundo y sus “reglas” grabadas en el ADN por la evolución, y el mundo aparentemente de infinitas posibilidades de las palabras. Esto nos remite al origen del lenguaje. Este se presenta en apariencia como ilimitado. O sea, si en el “mundo real” tengo un tornillo y una tuerca, el cerebro rápidamente evalúa la “función” que los une. Parece que hubo un estancamiento durante largo tiempo en la inteligencia humana para desarrollar armas y utensilios. Creaban un tipo de hacha de mano, que por un lado servía para golpear y por el otro para cortar —por un lado romper huesos en búsqueda del tuétano y por otro lado desgarrar carne—. Que debió de ser por el hecho de que más que cazar se dedicaban a robar la caza de los depredadores, como así lo hacen las hienas ahora, al unirse en una jauría contra un solo depredador. Los límites mentales parecen venir dada esta “frontera” de altos muros de los objetos físicos y reales. En el lenguaje parece romperse tal frontera. Hay varias teorías del humor, y hay humor físico, que puede que no encaje en esta idea, pero es posible que el humor naciera a partir de la palabra. Puede que el primer chiste o chascarrillo gracioso fuera hacer un sonido con la boca que se pareciese a un pedo. Este puede ser molesto para la convivencia social. A uno mismo le pueden llegar a “gustar” sus propios pedos, pero no los del resto. Curiosamente a las madres no les huelen tan mal las deposiciones de sus propios hijos, lo que evidencia que los toman como de su propia identidad…, cuestión no tan evidente en el macho, pues se supone que en nuestro origen los machos asumían que los hijos que criaban podían no ser suyos (lucha espermática, tamaño del pene).
Vuelvo al tema. Muchos de los términos sobre el lenguaje provienen de concebir (concepción), de traer al mundo un nuevo ser. Concepción tiene ese doble significado, concebimos ideas y concebimos hijos. Concepto proviene de este origen. O sea, un concepto es algo preñado con una identidad, con un ser. Pero concebir a la vez es no saber con exactitud cómo será aquello que traemos al mundo. Está cargado de muchas posibilidades, como así sucede con los hijos. Imaginar que supiera que vais a ir a trabajar y os dijera: “¿esperas encontrarte con algún babuino cuando llegues al trabajo?”. Es posible que esa idea no os haga reír o sonreír, pero que sí os produzca algo de gracia. Aquí vemos que os he metido una idea extraña, inusual e improbable en la cabeza… desde la nada, desde las palabras. Esta es la “magia” y las multiposibilidades a las que me he referido arriba. Os he “preñado” —concepción, concepto— con una idea que antes no teníais. De esta forma el lenguaje —en teoría y no en todas las mentes— se escapa de los límites de la realidad, llevándonos a un mundo donde los límites no parecen existir.
❝—Muy bien chicos, obsérvense un minuto.
—No. Ya estamos lo bastante unidos. Tenemos una relación al estilo Calvin y Hobbes.
—Esto no es algo sexual.
—Ahora sí lo es, porque lo mencionaste.❞
Blindspotting (Serie)
Doy un giro en mis argumentos hacia temas morales o de los valores. Un problema clásico en ética es el plantear que dos hermanos quieran tener sexo, a sabiendas que sólo será una vez, lo harán con un preservativo y estando tomando ella anticonceptivos y no volviendo a hablar de ello. El profesor preguntará al alumnado si está bien o está mal. Lo más socorrido es decir que está mal, por el posible problema de que los hijos puedan venir con taras, pero por eso el problema parte de la idea del doble método anticonceptivo. Este problema se arguye en las clases de ética porque desde el lado agéntico de las palabras, de las razones desvinculadas de toda emoción o instinto, nada es imposible o descartable.
Esperar, he dado un salto argumentativo, sin presentar todas las premisas. La llamada conciencia, ese habitáculo de sentir nuestra propia voz como ser que está al mando de nuestras vidas, es a la vez a lo que denominamos razón. Espera…, esto también cae en el mismo salto a las consecuencias. El concepto de razón ya está preñado de cierta formalidad a la que el cerebro se tiene que atener, al modo que lo hacemos con los objetos, y el tornillo y la tuerca. La razón es la que analiza que dadas esas dos formas, sólo hay una manera de unirlos. Antes que la razón está la imaginación. Este es el acto “puro” de inseminación de las ideas. La imaginación es al humorista, lo que la razón al filósofo. Igualmente la imaginación es el “arma” principal del artista, para este, y como ejemplo, la tuerca puede ser el sombrero puesto sobre la “cabeza” del tornillo. Al hacerlo así, al antropomorfizarlo, le está dotando de entidad, de agencia. Una de las teorías sobre el humor es que lo tiene todo aquello que puede ser antropomorfizado.
Ahora ya tengo todos los datos. Por medio de la palabra se puede pensar en dos hermanos teniendo sexo, cosa que es posible que no se “conciba” con imágenes, pues eso ya implicaría recrear mentalmente tal acto, que es un tabú, o sea, que es algo que la evolución ha “rechazado” como posible. La metáfora del árbol del conocimiento (del bien y del mal) es muy posible que aluda a esta posibilidad de las palabras. ¿La serpiente es la palabra?, las posibilidades que “nacen” desde el lenguaje, donde una vez que uno se ha “preñado” con tal idea, esta puede llevar a recrear tal idea con imágenes o en actos (concepto de tentación, y de ahí que la mente errante u ociosa sea el patio de juegos del diablo). Hagamos un experimento sobre esta idea. Imaginar una chica joven, muy guapa y vestida con la moda actual. Ahora imagina que tenga un “tarzán”. En España un tarzán es un resto de heces, ya reseco, que se ha quedado colgando del final de un pelo del trasero (tarzán por parecer algo que está colgado de una liana y se balancea, si te ha hecho gracia o dado repugnancia tal analogía e imagen, determina el tipo de persona que eres). ¿Os parece igual de atractiva ahora? No hay forma de que un animal, sin un lenguaje complejo, “reproduzca” en su cabeza una imagen así. Nosotros, mientras no existiese el lenguaje, en la transición de animal a humanos, estaríamos igual de limitados.
Es de suponer que el lenguaje al principio fue muy limitado y el prehumano trabajaba en su mente con imágenes rudimentarias, al modo que ocurre con la imagen del tornillo y la tuerca. Algunas mentes eran capaces de ver más allá de las palabras, como simples signos de los objetos, quizás porque tendían a ver el lado humorístico de las palabras, como el que ciertos sonidos se pareciesen a pedos. Quizás ese rasgo es el que era ventajoso, pues eran mentes que pensaban “fuera de la caja“, o sea, divergentes, no literales. Quizás por ello ahora uno de los rasgos que seleccionan las mujeres de los hombres es que “les hagan reír” (ingeniosos, que no es igual que payasos), pues están “dotados” de esas mentes divergentes o tendentes a buscar salidas que no son las que aparecen a primera vista (posiblemente útil para salir de atolladeros y problemas, y por ello seleccionable por la evolución).
A estas alturas ya me he metido en lo profundo de la selva…., salgamos. Creo haber asentado que la palabra crea un mundo de infinitas posibilidades, donde el mundo de las imágenes no puede o parece llegar. Esta idea se puede cuestionar, pero incluso el Arte pictórico no consiste mera y fielmente en reproducir lo que se tiene delante de los ojos, sino que consiste o está bañado de las ideas que nacen de las palabras, o sea de los conceptos. La genialidad del cuadro de las meninas de Velázquez es todo lo que esconde, que sólo pueden ser comprendidas o expresadas a otros que no lo ven a través de las palabras. De analizarlo con las palabras, el cuadro está cargado (preñado) de conceptos, donde unos remiten a otros, pudiendo no poder abarcar, por su inconmensurabilidad, todos los conceptos que pueda contener. Este tipo de cuadros son como el epílogo o una síntesis de la historia humana y del arte hasta ese momento (occidental en este caso). De este cuadro varios artistas han hecho sus propias versiones, con lo cual tales artistas asumen la “conclusión” a la que llegó Velázquez, pero desde una visión más moderna o desde la perspectiva humana de tal artista (identidad artística o incluso de género). Pero vuelvo a repetir que lo que “emerge” en el cuadro no son sus imágenes, si no las palabras hechas imágenes (el Verbo hecho hombre de Dios al crear al humano, esto remite a ese “enigmático” principio de Juan 1.1 donde «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y Dios era el Verbo»; esto es contradictorio, por otro lado, con la idea de la palabra como siendo parte de la tentación y el mal: la biblia está llena de tales contradicciones y paradojas, pues revela (y devela sólo para algunos ojos) las propias contradicciones humanas).
(“Las meninas” es un “selfie” de Velázquez, pintando un cuadro de los reyes (reflejados en el espejo del fondo). En ese caso lo que vemos es lo que verían los reyes: al propio Velázquez alejándose para mirar a la distancia el cuadro, y acompañados por las princesas y las meninas. Nos encontramos así que todo espectador que se ponga frente a él, tiene la propia visión de los reyes. Contiene más mensajes e ideas.)
Volvamos al caso del problema ético de los dos hermanos. Este problema se saca a colación para hacer ver que la razón, que el mundo del discurso (de las palabras, abalorios en el lenguaje de Herman Hesse, sólo el sabio —respeto— o el cínico —chanza— juegan con los abalorios), no tiene límites, pero ha de ser el humano el que “elija” el (im)ponerse los límites. Remite al imperativo categórico de Kant (para mí la razón es a la vez el problema y la posible solución, no así para el pensador alemán). Tenemos así tres substratos de la realidad: 1. lo que está programado en el ADN, como la evitación de la endogamia, 2. el mundo de la palabra que se posiciona por encima de ese límite y sabe que no tiene que haber un porqué ponerse límites (como en el caso de los dos hermanos con muchas precauciones), y 3. el “elegir” o imponerse que aun teniendo en cuenta el punto dos, hay que atenerse al primer punto, a este punto se llega porque el humano vive en sociedad y ha de tener en cuenta qué es lo mejor y más adecuado para lo social (sale una trinidad o una dialéctica). Otra forma de analizarlo es que el punto de vista del primer apartado es evolutivo, el segundo es una posición individualista (el sexo da placer, hay que tener sexo siempre que se pueda y se quiera, o “vive el momento”), y el tercer punto es social: lo importante es mantener un mundo de valores “buenos” y “prácticos” para lo social. A todo “purista” sobre Kant seguramente no le guste mi explicación. A ver si puedo aplicarlo a otro caso. De fondo, dada la posición dos o individualista, somos una máquina que busca el placer y huye del dolor, pero el imperativo categórico no se basa en el hedonismo, o trata de rehuirlo en el sentido que hay que “escoger” lo “bueno” en lo social o para lo humano, incluso implicando no obtener ningún placer (o beneficio) o que incluso que requiera algo de sacrificio o dolor (o “dolor” en tanto que dejamos escapar lo que nos da placer).
¿Adónde quería llegar con todo esto? ¡Ah, ya! Durante la juventud creemos sentirnos más libres porque vivimos más cerca de ese lado agéntico del cerebro, mediado por la palabra, donde esta es multisigno y de infinitas posibilidades. Lo dado, las tradiciones, lo normativo, parecen cortapisas a esa “profunda” libertad del ser del para-sí —lenguaje de Sartre—, donde para este y para el existencialismo la existencia precede al ser (no existe naturaleza, pues somos lo que hagamos desde nuestra libertad). Sólo al llegar a la madurez se “alcanza” (¡mierda!, al elegir un verbo sobre otro ya direcciono mi discurso hacia una meta…, no debería usar “alcanzar”, pues implica llegar a una meta o conclusión: “encaja” en la idea que quiero transmitir desde mi yo social, pero no desde mi yo individualista), a esa otra posición donde lo importante son las normas, los límites y lo dado.
Todo esto es una breve introducción para entender el momento actual. O sea, un tipo de análisis que parece faltar en el libro de Juan Soto Ivars, “la casa del ahorcado”, aunque entiendo que su planteamiento era otro, más desde la antropología. El propio autor hace mención de la “mirada” o el cambio que se dió con el postestructuralismo, pero ¿cómo entender esa idea que trata someramente, sin previamente explicar qué es el postestructuralismo y de paso el paradigma que quería “superar” y que era el estructuralismo? Como mi cometido no es dar clases de filosofía o sociología, he cogido atajos. El estructuralismo, a grandes rasgos, concibe que el lenguaje está estructurando, “hablando”, sobre la realidad humana, de tal forma que para “educar” a las personas, hay que “elegir” o depurar el lenguaje (y por ello los relatos o los paradigmas —todo cuento, como el de la caperucita roja (miedo al macho, inocencia) tiene una estructura, donde salen los patrones, los arquetipos y los roles sociales—). Por otro lado el postestructuralismo es una vuelta de tuerca a este tema, “denunciando” los errores de los que parte el estructuralismo. Ataca el lenguaje binario como ejemplo, y lo cito dado que está de moda o es uno de los conceptos que han sobrevivido. Entonces, mi actual exposición, trata de mostrar que no sólo hace falta ver que el lenguaje crea una estructura social, pues ese es el punto de vista “interesado” de los sociólogos, sino que todo se remonta a cómo la evolución ha “estructurado” el cerebro, de tal forma que aparentemente se crea un doble agente en este (que de nuevo remite a lo dual), donde se dan los posibles binarios de razón/emoción, placer/dolor, realidad/máscara, lógica/sentido, pensamiento práctico/mágico, etc. Es el cerebro —individual— el que estructura la realidad y por ello lo social, donde este sólo hace de retroalimentación de las disposiciones o las estructuras del cerebro. La “segunda” identidad es la social, mientras que la primera y “originaria” es la individual. De esta manera los llamados afectos básicos (emoción homeostática en tanto que se tiene que autorregular a un equilibrio), como el miedo o el ataque (ira ya en los social) son respuestas individuales que nacen desde el instinto de supervivencia (en este lenguaje, el hambre y la sed son afectos básicos), mientras que por otro lado hay emociones que son sociales. El ejemplo más claro es la vergüenza, pues uno no la siente en soledad, a no ser que haya interiorizado demasiado a lo social (complejo de Edipo en el psicoanálisis o conflicto interiorizado con el padre).
Lo que hay que tener en cuenta es la situación de los pensadores del postestructuralismo. Algunos de los principales eran homosexuales (Jacques Derrida, Michel Foucault y Judith Butler que yo sepa), con lo que el “ataque” a lo binario lo era en realidad al binario macho/hembra o contra heterosexualidad/no heterosexualidad, donde las primeras posturas referencian a las otras. ¿Se puede reducir todo a que por tanto el postestructuralismo era la voz de las minorías o posiciones de no poder?, a “vista de pájaro”, sí. O en otro caso, y en sus inicios, era un ataque al patriarcado, y contra el poder y la “supremacía” del macho blanco, pues han sido, según sus hipótesis, los que han estructurado el lenguaje tal como lo conocemos en la actualidad y que según el feminismo, y como ejemplo, es sexista.
La discusión de fondo se puede reducir a cuánto tenemos de naturaleza y cuánto de tomado en lo social. Según el estructuralismo y su post-, somos construcciones sociales. Ha de recordarse que su lenguaje va en paralelo con el conductismo, escuela (muy mecanicista) para la cual todo se puede modificar y cambiar a través del aprendizaje. Con esto vuelvo al principio y la triada que puede emanar del imperativo categórico kantiano: 1. naturaleza, 2. razón individualista y 3. razón social. En hechos como el de poder tener sexo con un hermano, la tercera postura se atiene a lo dado por instinto, ignorando la posición individualista (hedonista). En cierta forma es como si la tercera postura “leyera” la primera como la válida. Se atiene a lo dado e ignora la razón individual. Pero lo importante aquí es que se posiciona a partir de lo dado, a que sí tenemos una naturaleza. SC Lewis decía que la razón no puede ver a través de todo, como si la realidad sólo fueran cristales, queriendo decir que hay que tener el referente (cuerpo opaco, visible) de lo natural. Esos referentes opacos es lo implementado en el ADN por medio de la evolución. Bajo mi punto de vista, el postestructuralismo se hizo un flaco favor al rehuir de la idea de que detrás de todo está lo natural, pues la homosexualidad se “explica” por reglas evolutivas, mientras que de no ser así entonces se caería en la idea de que la homosexualidad se puede “curar”, puesto que todo es construccionismo social. O sea, pienso que para el nivel de información científica que se tenía por aquel tiempo (décadas entre los 50 a los 80, más relevante al principio) a los postestructuralistas le “interesaba” más hacer hincapié (“hincar” el pie al suelo para ofrecer más resistencia a las embestidas) en que todo era construcción social, puesto que el paradigma que reinaba por aquel entonces era el de que la homosexualidad era una desviación de la norma, pero hoy en día ya no resulta interesante seguir afirmando lo mismo, sino que lo dado por la naturaleza es lo que ha de “validar” su “ser” en lo social. ¡Mas todo tiene un “pero”!, eso les puede convenir ahora a los homosexuales, pero quizás no tanto al feminismo, y dado que muchas de las principales ideólogas del feminismo son a la vez homosexuales, entonces se encuentran ahí que no saben qué rumbo tomar, ateniéndose en ese caso en mantenerse firmes en sus posturas de base o iniciales.
❝No se puede “ver a través de las cosas” permanentemente. El objetivo de mirar a través de algo es que se vea algo. Es bueno que la ventana sea transparente porque la calle o el parque que se ven a través de ella son opacos. ¿Qué pasaría si el parque también fuera transparente? Es inútil intentar “ver a través” de los principios últimos. Si uno trata de ver a través de todo, entonces todo es transparente. Pero un mundo totalmente transparente es un mundo invisible (Invisible de valores).❞ CS Lewis, entreparéntesis mío y por si no ha quedado claro.
¡Juro que sólo quería hacer un escrito para poner unos cuantos puntos a tener en cuenta! (me salió la vena melodramática).
Valga todo lo escrito para “completar” lo dicho por Juan Soto Ivars en su libro, pues el autor de “la casa del ahorcado”, da por sentado que todas las personas saben a qué se refiere cuando habla del postestructuralismo, cuando no tiene por qué ser así (con esto tampoco quiero decir que Ivars tenga que estar de acuerdo conmigo en todos mis planteamientos).
A lo que quiero llegar con todo esto, es que puedo estar de acuerdo con la defensa que hace el homosexual sobre su persona y sus reivindicaciones, pero con lo que no estoy de acuerdo es plenamente con la teoría Queer (que se quiera o no ambos son un frente en el movimiento LGBTI). Pienso que tal “ideología” parte de la idea o posición individualista, donde de nuevo la naturaleza no cuenta, ignorando que sí tenemos una naturaleza e ignorando igualmente el imperativo categórico de Kant. Acepto la intersexualidad y el concepto de sexo fluido, pero caen en lo facha al analizar el mundo desde su propia perspectiva, alegando que es la postura que debería de ser universal, en donde “los” cisgéneros podamos estar albergando algún tipo de homofobia no reconocida. O sea, no querer ver una película romántica de homosexuales no te convierte en homófobo, yo ahora mismo no veo ninguna película romántica, pero como un joven tampoco ve películas sobre ancianos y no por ello es gerontofóbico, luego no hay que ser taxativos en esos tipos de análisis tan superficiales. En lo sexual caben todas las posturas, ninguna debería darse como la más válida y que fuera la que debiese de ser el futuro de la humanidad. Eso de nuevo es caer en la neuronormatividad (por alusión a la heteronormatividad), en lo facha.
Entro a tocar los puntos para entender la situación actual, donde el punto 1, algo más trabajado, hace de enlace entre lo anterior y los siguientes puntos.
De fondo, que es uno de los puntos principales por los que hay conflictos o guerras de género, lo que hay que cuestionar es por qué es una noticia que muera un homosexual en una pelea o linchamiento, cuando los trabajadores mueren todos los días por falta de seguridad en el trabajo. Los dos casos pueden considerarse homicidios involuntarios, en el caso del empresario que no cumple con las normas de seguridad, y dada la jerga jurídica, será por negligencia en la seguridad del trabajo, en el caso del homosexual será homicidio involuntario, pero en el fondo son lo mismo, una parte que no corre riesgos sobre otra a la que pone en riesgo de muerte, en los dos casos entra en juego el poder, pues sería raro que un trabajador pusiese en riesgo a su propio jefe. Entonces, uno de los puntos a tener en cuenta sobre la situación actual es el papel que hacen los medios de comunicación al seleccionar qué es o qué no es noticia. Hay un dicho en periodismo que dice que “si un perro muerde a su amo, no es noticia, pero que si el amo muerde al perro, sí”. En ese caso las negligencias en la seguridad de los trabajos ya es lo “cotidiano” y “normal”, mientras que la muerte de un homosexual es lo “raro”. Hasta ahí todo bien, lo que ocurre sobre este hecho es lo mismo que cuando yo he hablado arriba de ir al trabajo y encontrarse con un babuino, al nombrarlo he “obligado” a vuestra mente a pensar en ello, que de otra forma no lo haríais. Cuando la prensa da relevancia a unos hechos frente a otros, “obliga” a la opinión pública a pensar sobre ellos. En este caso haciendo ver a la sociedad lo trágico que puede ser la vida de un homosexual. Pero de vuelta a lo mismo. Es más fácil que toda persona conozca algún caso de un amigo o un familiar que haya tenido un accidente laboral. Una noticia de ese tipo “llegaría”, por implicación, a la mayoría de las personas. No así con la cuestión del homosexual. Yo he trabajado de camarero por la noche, mi vida ha corrido peligro varias veces. No hay eco del peligro de los camareros de noche…, como tampoco por la negligencia de los empresarios.
A lo que quiero llegar es que a un homófobo no lo hará cambiar de idea la relevancia de esas noticias, sino a la inversa: incrementarán la “validez de sus creencias”, o sea, que los periódicos quizás no lleguen a más sensibilidades, pero lo que sí harán, con seguridad, es incrementar los odios y las guerras entre los géneros.
Punto 2
Esto lleva a porqué los periódicos o medios de comunicación masivos dan tales noticias. Todo medio de comunicación es de una empresa, y de ese modo dicha empresa está “cuidando” su propia imagen ante el público.
Punto 3
El punto dos se explica por el hecho de que no decir nada sobre una noticia, puede implicar que tal empresa no esté sensibilizada por un colectivo.
Punto 4
…Y en donde todo medio de comunicación suele tener una tendencia política más o menos clara, pero siempre algo partidista, y en ese caso dicho periódico a la vez es la cara o la imagen de un partido o ideología política ante el público.
Punto 5
Al final se llega a la política, y esto explica que todo esté politizado. Según la derecha, todo se empezó a “desviar” a partir de la década de los 60, cuando aún los Estados hacían algo más de “padres” de lo social, y en donde a partir del amago de revolución del mayo del 68, las ideas que emergieron fueron las de las izquierdas, sobre todo las de los deconstructivistas.
Punto 6
Antes del Mayo del 68 casi todo estaba legislado y el peso de la “decencia” cívica recaía en el Estado y las leyes (con las fuerzas del orden por medio). Era un papel “feo y sucio”, en la medida que volvía impopulares a los políticos que defendían tales posturas. Además tenía el problema de vincularlos a ideas religiosas. Peligroso y engorroso en un país de pluralidad religiosa como Estados Unidos. (Casos conocidos por sus correspondientes películas, Jim Morrison, el cantante de The doors y sus “indecencias” en los escenarios o el humorista Lenny Bruce, que era vigilado por policías en el escenario y que fue juzgado y condenado por blasfemias e indecencia. Los dos murieron, quizás como suicidios pasivos. Jim Morrison ahogado por sus propios vómitos y Lenny de una sobredosis.)
(Esta idea, y el caso de Lenny Bruce, los he sacado del documental “Can we take a joke?“, muy recomendable.)
Al final, cuando se “relajaron” las leyes se comprobó que los propios individuos o empresas podían hacer ese papel de cuidar la “decencia”, al llevar a los tribunales a toda persona que atentaran en algún aspecto a su propia imagen, integridad, dignidad o identidad (este punto es lo que sostiene igualmente el libro de Ivars, que no es otra cosa que el juego macabro de la vergüenza y el poner en vergüenza “planeado” por la evolución. Los españoles decían a los indígenas americanos que se tapasen sus vergüenzas, por ir desnudo o semidesnudos, ese lenguaje se ha mantenido hasta hace poco. Ahora está fuera de lugar. Con respecto a esto, me llamó la atención el caso expuesto por Ivars, sobre las denuncias hacia los hombres por ir con las piernas abiertas (despatarrados) al estar sentados en los metros o los sitios públicos, ¡amen!)
Punto 7
Los medios de entretenimiento empezaron a valorar a cualquier persona, no ya sólo a los famosos y con renombre. Empezaron a dar protagonismo al “humano de a pie”, naciendo a la vez una nueva forma de hacerse famoso o persona pública (“gran hermano”, “operación triunfo”).
Punto 8
A la vez las redes sociales empezaron a cobrar importancia, sumándose a una forma por la cual cualquier persona se podía hacer famoso o popular desde la nada.
Punto 9
El patrón que se revela en los dos últimos puntos es el dar legitimidad a la identidad o la opinión de cualquier persona, ya no vinculada a que tal persona sea una experta o meritoria en algo, sino simplemente como individuo “normal”.
Punto 10
Lo que establece, desde entonces, que toda opinión cuente, y de que todos somos “muy nuestros” de dar la opinión en todo y sobre cualquier asunto.
Punto 11
Paralelo a estos procesos, Internet se reveló como la plataforma o el medio adecuado para poner en contacto a personas con ideas muy concretas. Se empezaron a crear las “tribus”, que podían ser de cualquier tipo o rango. Desde lo más raro como tener de novia a una muñeca, a identidades más extendidas como las feministas y los homosexuales. Nació así la cuarta ola feminista alentada por toda fémina dentro de las redes sociales, donde estas eran su principal medio de comunicación (reivindicaciones, protestas, dar a conocer sus ideas…) y para hacerse visibles.
Toca un alto para entender el siguiente paso. Imaginar que un niño es el foco de un acoso escolar. Este se lo da a conocer a un hermano mayor y un poco psicópata, y de la unión de los dos, y volviendo las tornas, al final son ellos los acosadores de los primeros. ¿Se ha hecho justicia?, la mayoría de las personas dirán que no, que el resultado ha sido que los hermanos se han vuelto injustos, cayendo en lo mismo que querían evitar al principio (una injusticia). Así es para muchos hombres heterosexuales blancos a manos de las minorías (o no tan minorías), como el feminismo y los homosexuales (en España el problema de la raza es minoritario, ¡creo!). Se están excediendo en su búsqueda de “justicia”, habiendo vuelto las tornas (a su favor) en muchos casos. Esta opinión no la comparten tales minorías, ¡claro!
Punto 12
Aquellos que son el foco de todas —o casi todas— las minorías empiezan a reivindicar que el equilibrio de justicia se está desequilibrando hacia el otro lado. Que se están ignorando problemas más graves y prioritarios a partir del protagonismo de ciertas minorías (los accidentes laborales diarios frente al homicidio de un solo homosexual, pero, claro, esto tiene su maquiavélica “vuelta de rosca”: tal noticia ataca al partido de la ultraderecha en España, a VOX y a sus políticas). Los de ese otro lado no estarán de acuerdo con este punto de vista. Resultado: las luchas politizadas e identitarias que salpican todos los días los medios masivos de comunicación.
Punto 13 y Apolo 13
Entran de nuevo por medio el doblete de los medios de comunicación y los partidos. La masa ha cogido mucho protagonismo, y hay que escucharles y mostrase sensible a sus problemas, aunque sólo sea de cara a la galería. Como efecto la masa nota su máscara, su hipocresía…, se les denuncia por falta de honestidad y por exceso de corrección política, sin que la masa tome consciencia que son los políticos y tipos de políticas que ellos mismos han creado, en todo este juego de espejos sin ninguna realidad.
Punto 14
Como ya se ha dicho muchas veces, “lo primero que muere en la guerra es la verdad” (Mikel Lejarza), lo segundo la razón, lo tercero la inocencia y lo cuarto los buenos sentimientos (los tres últimos de mi cosecha). Como suma de todo, cada vez vamos a posturas más extremas y a tratar de dejar en evidencia “al otro”, en cuanto este cometa el más mínimo fallo. Llegamos así al vigilantismo, haciendo de las redes sociales de cámaras de eco de todos los errores de los otros y de los posibles aciertos propios (esto último cuestionable, por lo demás, durante una guerra).
Quedan muy arriba mis primeros párrafos. La mayoría de las personas ignoran lo que dice la ciencia sobre unos asuntos y otros, esta se ha vuelto en una “puta” —me da igual lo que se piense por haber usado tal término, decía una amiga prostituta que ella no era puta, que puta era otra cosa— que no quiere pringarse con ningún tema, y que se mantienen al margen de todas estas batallitas diarias de las redes y los medios de comunicación. Operan al modo de Dios, juzgan en silencio, sin llegar a decir nada. ¿La filosofía?, qué tiene que decir si ella en parte ha sido la culpable de la situación presente. La mayoría de los postestructuralistas no se atenían en nada a las ciencias, le daban la espalda o la ignoraban. Los humanos solemos leer lo que nos da la razón. La ciencia no suele dar la razón a nadie, porque basándose en el ADN y la evolución, estos son ciegos a los valores y a las variables de cada individuo y década. La ciencia descubre que cada vez hay más cosas con las que nacemos de base (como el caso de la caca de los bebés y las madres), pero se calla porque no quiere tomar partido. La evolución “te pone” emociones como la vergüenza o el de la capacidad para la deshumanización, da a play en el reproductor, y deja que “su música” suene de trasfondo en nuestras sociedades y conflictos, son sólo tales reglas o funciones las que han de llegar a algún equilibrio por sí solas (“A veces Dios mete a dos hombres en una bolsa de papel y deja que se destrocen”, en la película “al límite de la verdad”). La vergüenza y la ira no estaban pensadas para Internet; sus opuestos, el recato y la prudencia, tampoco. De esta manera, si había expuesto arriba el papel que hace el joven y cómo este llegaba a la madurez, donde los dos contrarios se necesitaban (rotura y equilibrio en un vaivén oscilador donde siempre ha de terminar por vencer el equilibrio), la situación actual se explica porque tanto Internet como las redes sociales, son del dominio de la juventud, donde como ya he dicho, es la edad donde todos los límites se rompen, bajo la idea que el estado agéntico de la voz es la que les hace hablar y obrar. La juventud son la representación de los dos extremos o tesis de la dialéctica: instinto y razón, donde el producto de esa suma es el individualismo, el egotismo y el hedonismo. En la madurez entra más en juego el sistema intermedio de las emociones sociales (sistema y resonancia límbica), de la cual nacerá el juicio (¡y mal vamos si mantenerse joven es la premisa de la actualidad¡). Pero esta no tiene espacio en el nuevo mundo global de las redes sociales. Como ya dijera el movimiento Punk, “si tienes más de veinticinco, ya eres viejo” (y según la ciencia). No me gusta esa frase como final…, otra: ¡chimpún!
- Todo se puede explicar, y lo que no se pueda proviene del mundo de los sueños y el sentido del mundo. A veces lo segundo sólo son metáforas.
- En la guerra entre la mujer y la mujer, pierde el hombre.
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