Deconstruyendo el Deseo II - Limerencia



¿Cómo se fusionaron las tramas para originar esta pesadilla? (...) la razón de todo: hay que buscar los orígenes." Westworld
"El amor puede tolerar y el amor puede perdonar..., pero
jamás puede conciliarse con un objeto no amable..." Thomas Traherne
"Por estar loco se entiende perder la razón, pero no la verdad." Henry Miller
"La auténtica liberación es la comprensión entre hombres y mujeres." En el documental "El sexo en el cerebro"



Preámbulo

    Los tres capítulos anteriores y el presente, tienen el pecado de ser demasiado prosaicos, e incluso vulgares, para poder ser tomados como intelectuales, y son demasiado intelectuales para ser tomados de manera prosaica, o que sean de lectura sencilla y cómoda. En mi "defensa" he de decir que es una dirección de la filosofía y de los pensadores: cada vez han devenido más a centrarse en los detalles, en lo "turbio", en lo marginal. Hay que completar el mapa de lo humano. ¿Cómo empezó todo este debacle en mis escritos? Empieza en la primera parte del libro, que trata de encaminar a los lectores hacia qué es ser una persona normal, y en la medida que somos Dasein, un ser en el mundo, rodeado de otros existentes (ser-para-otros), el cómo el humano construye parte de su Ser identificándose con ciertas personas, gustos, caracteres, o ideas. Esa identificación crea una parte del Ser como lo que es la identidad. En estas dos variantes de la frase anterior, y con la misma raíz del latín "idem", vemos el significado de identidad: en tanto que me identifico como igual a otro o cierta particularidad, soy. La propia raíz permanece como palabra en el español, ídem, que quiere decir "lo mismo", que se usa en frases como "me gusta el pescado más que la carne", y se contesta con un escueto "ídem", para querer decir "a mí igual". Con eso llegué a las islas identitarias. ¿Por qué? Soy como mi vecino, o como un madrileño o un andaluz, español. Ese suele ser de común el uso de identidad: la religiosa, la de patria, la de un oficio. Pero hay otro tipo de identidad, soy hombre, no soy mujer. Hasta el feminismo esas dos identidades estaban dentro de una identidad mayor que era la de ser humano, pero de repente el feminismo se desmarca como que se siente un humano al que el otro sexo lo pone en un rango inferior y lo reivindica. El error del feminismo actual, es que no ha abandonado su lucha, siguiendo remarcando la diferencia. Diferencia que está incluso en su palabra definitoria: feminismo, que remarca ser distinta en el sexo, en donde lo más acertado hubiera sido usar algo así como "igualitarismo". De una u otra forma caen en aquello por lo que luchan: crean división. Caen así en ser una isla identitaria. Toda feminista española lo es del territorio español, pero ha creado una frontera virtual (isla), que dice que ellas son, o están, en una posición diferente y han de luchar con un nuevo lenguaje y unas nuevas armas. Es isla puesto que si un hombre y una mujer españoles se encuentran en un país remoto, se saludarán como de la misma identidad. Pero si se da el caso que la mujer es una feminista radical y ha ido a ese país para una protesta feminista, entonces ese español, antes que esta identidad, es hombre. Persona con la que en ese momento no se tiene que identificar.

    Usé el ejemplo del feminismo, pero hay otros como el de los afroamericanos -fijarse que en Europa hay personas procedentes de África y no se llaman a sí mismos como euroafricanos-, o ciertas religiones como los testigos de Jehová o etnias como los gitanos. Unos más legítimos que otros. De los nombrados el más "legítimo" es el de los romaníes, pues son/eran un pueblo nómada que tratan de mantener su identidad allí donde vayan. De ahí cogí tal concepto, pues tanto los judíos como los romaníes han sido islas identitarias dentro de Europa por siglos, con sus consiguientes problemas, que se desencadenaron con el Holocausto Judío, donde los romaníes también fueron víctimas. Al final con hacer la elección del feminismo como isla identitaria como ejemplo, se volvió -quizás- en una obsesión, pues a tal isla no le veo más que errores. Y repito lo dicho en otros casos: acepto la lucha por la igualdad, y la indignación ante la violación y la violencia de género, pero bajo mi punto de vista deberían integrar esa lucha desde una posición humanista o de algún partido, y "olvidarse" de esa isla identitaria que han creado, que cada vez crea más desigualdad y encuentran diferencias (insalvables) y enfrentamiento entre los sexos, cuando su fundamento era la igualdad y la indiferenciación. Es un gran error decir que han sido vejadas durante la historia y en la actualidad ellas parezcan hacer eso mismo con el hombre. Nos tachan de poco más que de error evolutivo. Están haciendo un maltrato psicológico al género hombre: vilipendiándolo, degradándolo y sólo buscando y cebándose en aquello que sea repudiable en él. ¿Es un ojo por ojo histórico? Si es así no quieren la igualdad, sino la supremacía. La feminista Camille Paglia ha afirmado que: "el feminismo ha conseguido envenenar la atmósfera cultural con su aversión a lo masculino", y "el feminismo se ha centrado en la retórica antimasculina en lugar de en el significado de la vida". Se entiende mejor lo que quiero decir en el ejemplo del concepto e isla de afroamericano. Se supone que deberían ir hacia la indiferenciación, pero al crear el concepto de afroamericano ellos mismos han creado la diferencia, que se va remarcando cada vez más y más. En Europa no existe el concepto de afroeuropeo (por ahora). Ahora incluso hay alguna película en donde casi todo su elenco es afroamericano, cuando el cine tendía a que estuvieran integrados. Los ateos no creamos una isla identitaria, pues en el fondo vamos contra las identidades, hacia la indeferenciación. En fin, que como por un lado estoy contra las identidades, lo primero ha de ser ver los errores al crear islas identitarias. En ese caso he tratado de mostrar que los errores del cómo el humano es hoy, vienen de las dos partes, de los dos sexos, y no sólo del hombre, como pretende hacer ver el feminismo. Y me he tenido que detener a explicar más y más esos orígenes, y quizás cada vez de forma más chabacana, y el cómo estos nos hacen ser lo que somos ahora. Por otro lado el feminismo está cayendo en el chauvinismo feminista, autoras como Ariel Levy "argumenta que muchas mujeres jóvenes en los Estados Unidos y más allá están replicando el machismo" (fuente Wikipedia), que es lo mismo que yo he dicho en varios lugares: están adoptando roles y comportamientos que eran masculinos, y que en teoría eran los "odiosos" y eran a los que atacaban. De nuevo la vieja idea: si se dice dentro de la isla identitaria, otra mujer, es constructivo, pero si lo dice alguien desde fuera, un hombre, este puede ser tildado de machista. Van en camino de querer invertir los roles, por lo menos ciertos radicalismos, pues su protagonismo en los medios y en las redes sociales, y el éxito en campañas como #MeToo hacen que estén "creciditas", que aquí en España se usa para designar a una persona a la que le ha crecido el orgullo y la soberbia de manera súbita y esporádica, cuando esa no es su "naturaleza". Pero me rindo, la humanidad va hacia ese camino, hacia las islas identitarias. Más posmodernidad, más caos, más lenguajes en liza, más identidades, más separaciones, más odios…, más desestructuración de lo humano. ¿Eso es lo que se quiere?, o simplemente somos víctimas de decisiones desacertadas que no las queremos ver como desacertadas, si no queremos que nuestro orgullo, y la posición ganada, se ponga en peligro. Lo peor de todo es que además están creando islitas dentro de las islas, divisiones feministas dentro del feminismo, lo que aún genera un mayor caos, y siendo consecuentes falta de identidad u homogeneidad interna. Pienso que es ese orgullo el que les ha hecho "cogerle el gusto" a formar parte de esa isla identitaria a la que ahora pertenecen. No puede haber identidad sin orgullo. Ese orgullo se alimenta sobre todo de los cerebros de las adolescentes, que sin tener las ideas claras y una vista panorámica amplia, enredan aún más las cosas, en más multiplicidad e islas identitarias. El feminismo, ante esta multiplicidad que no se ha dado en ningún otro movimiento social y de forma tan rápida, habrían de asumir su descalabro a la hora de crear una identidad, y el fracaso de dar una buena imagen ante tantas fallas, taras y contradicciones, ni siquiera le hacen falta ataques desde el lado masculino, pues sus propios ataques internos ya las devastan; pero no lo harán, no verán sus errores y contradicciones, pues es una condición de ese concepto llamado identidad: no ver sus propios errores o no admitirlos. Por la teoría de la diferenciación en sociología, un sistema se subdivide en tantas partes como sean necesarias para encontrar una identidad, donde ya no existan contradicciones internas. Dado los conflictos con temas como el aborto, la prostitución y el porno, la imagen sobre el hombre, entre otros muchos, no puede haber una sola identidad feminista. En esa medida se quedan detenidas en sólo dos temas: la violencia física, sea sexual o no, y la igualdad ante la ley. Como la segunda en la sociedad occidental está más o menos suplida, se centran tan sólo en la violencia física. ¿Qué se construye desde allí sino recordar una y otra vez al macho que es un "ente maldito y maléfico"? Llama a cada hombre a sentirse en un género "despreciable", ¿no es contradictorio que nos hagan "eso" cuando ellas reivindican salir de aquel lugar al que le metió el hombre por milenios?, y ¿es "sano" centrarse en este tema como para hacer series y películas de abusos a menores, cuando aquellas personas que han pasado por ese trauma tratan de pasar página? Se ha vuelto "moda" o como meme que casi toda protagonista feminista haya pasado por algún tipo de abuso. Situación ilógica si se analizan las estadísticas.

   Ahí tenemos, como ejemplo de ciertos conceptos expuestos arriba, el caso de la humorista homosexual Hannah Gadsby en un show para Netflix tan "intenso" que me imagino que la mayoría de los hombres del teatro, en algunos momentos pensarían eso de "¡tierra, trágame!". En este show, llamado Nanette, hace mención que Picasso hubiera tenido una amante de 17 años, como algo horrible, o el caso de Mónica Lewinsky y Clinton, que no deja de ser un problema político, no de abuso; cuando omite o ignora que Simone de Beauvoir, proclamada feminista, tuvo como amante a una de sus alumnas de 17 años, que además puso "en bandeja" para Sartre. El feminismo tampoco parece pararse demasiado en los abusos de la Iglesia sobre varones. ¿Es una flor más delicada la mujer en todo lo referente a lo sexual?, ¿no mantienen el arquetipo de la virginidad como cuestión exclusiva de las mujeres, que antes era sostenida por las ligas de mujeres guardianes de la moral?, ¿aflojan las cadenas para lo que ellas quieren y les conviene? Cada caso es cada caso. No todo encaja en los nuevos patrones marcados por las feministas. A mí me sedujo e hizo, a los 14 años, una felación un homosexual cuarentón al que no conocía, en un parque solitario por la noche. Bajo los cánones actuales fue un abuso a un menor. Nunca lo he sentido como un abuso, aunque yo no tuviese claro si lo quería o no, no tengo ningún trauma. ¿No será que el trauma se cree en muchos casos por la consideración social sobre el tema?, su carga y peso social negativo. O sea, si hoy tuviese esos 14 años, tal como está todo este tema, y pasase por aquella seducción... ¿la habría considerado violación y me hubiera traumado? O dicho más llanamente: el sistema no tiene que "decir" al individuo si tal o cual acto es o no es un trauma -o en otros casos una rotura de un tabú, o una transgresión- eso sólo lo sabe el individuo con respecto a sus propios sentimientos, los cuales en una mente no influenciable, no deberían de mutar a posteriori y por el peso social. Pensar ahora en la siguiente situación: a una niña de 14 años estando sola en un parque, y ya de noche, se le acercó un hombre y le lamió la vagina hasta que orgasmó. ¿Por qué suena más brutal este acto si es similar a lo que me sucedió a mí?, ¿por haber usado la adjetivo niña, por haber nombrado sus genitales, porque orgasmó... o simplemente por ser del sexo femenino?, ¿es más inocente una niña que un niño, o lo queremos creer así por ser un arquetipo?, ¿no se supone que maduran antes las mujeres? "Si controlas el flujo de la información, controlas el comportamiento", nos dicen en la película "Tau". ¿Las mujeres,  el feminismo, y su influjo, controlan como se escriben las noticias para impactar? En otro orden de cosas, ¿es el homosexual más cercano a la mujer y por lo tanto no tendente a la violencia, mientras que al hombre que se acerca a la adolescente se le presupone que es potencialmente violento? Ahora describamos mejor mi situación aquella noche. Estaba con un amigo en un parque, llegó alguien que le conocía, el homosexual. En cierto momento mi amigo se fue para ir a buscar algo, y me quedé sólo con el homosexual, y es cuando pasó tal situación. Pensemos que el caso de la chica de 14 años fue algo similar. ¿Ahora lleva implícito menos "violencia"?, pues es un amigo de un amigo con el que la adolescente se queda sola, ¿o lleva implícita la misma "violencia potencial"? De una forma u otra lo que trato de hacer es una crítica, a cierto movimiento del feminismo, que no cree que haya una naturaleza implícita en el ser humano, pero de forma contradictoria al hombre siempre se le presupone "potencialmente violento" y buscador de sexo "gratis", que en su suma lo hace potencialmente violador o "forzador" de las situaciones (seducción, manipulación) para tener sexo. Lo hemos visto en este breve análisis de joven y homosexual, frente a adolescente y hombre. ¿El hombre tiene naturaleza y la sociedad no la cambia, y la mujer no y la sociedad la moldea? En estas dualidades se deduce que el hombre es activo (cazador) mientras que la mujer es pasiva (presa). Como yo era hombre "contra" homosexual, de forma implícita se deduce que "obré" de forma activa; mientras que en el caso de la adolescente y el hombre, la primera estaba... ¿en una posición totalmente pasiva? Doy por hecho que he dejado fuera de este análisis las edades, pero a tenor de quererme centraren esa dualidad en la que están los "agentes" hombre y mujer, y poner en jaque ciertas concepciones feministas. Para salvar el escollo habrá feministas que aduzcan que en los dos casos los dos adultos eran los activos/cazadores y los adolescentes eran los pasivos/presas. Pero dejo esa tal deconstrucción sin plantear por salirse fuera de este análisis, pero se siguen de las conclusiones a partir de las premisas expuestas. Sí hay generalidades, si hay naturaleza, pero la complejidad humana es tal que hay individuos, que aún en un sexo, pueden tener otros roles. Esto se explica por el hecho que no hay un hombre y mujer "puros", que esas "purezas" son los estrógenos y la testosterona, y que todos tenemos nuestro propio equilibrio de dichas hormonas, que por lo demás se modulan a lo largo de la edad y las situaciones. O sea, que si acaso lo "macho" y activo/depredador es la testosterona, y lo pasivo/presa es el estrógeno, teniendo además en cuenta que el estrógeno hace a su vez de activo en muchos casos. A lo largo del escrito me centraré en esta diferencia, así como en algo tan marginal como la existencia del pene, para tratar de asentar que hombre y mujer son distintos y no son constructos sociales, aunque estos, claramente, repercutan.


   Cierto colectivo feminista "pone el dedo en la llaga" en este tema, pues casi siempre el "verdugo" es el hombre, al que odian, pero pasan por alto otros casos en donde sale claramente los conceptos que sostengo aquí: 1. que cada caso es cada caso, y 2. los sentimientos de las personas implicadas es lo que debería de importar. Ahí tenemos el caso del Mary Kay Letourneau, una profesora norteamericana que mantuvo relaciones sexuales con uno de sus alumnos, varón de 12 años, con el cual tuvo dos hijos. Los sentimientos de ambos es que no fue un abuso, un crimen, sino que se amaban. Ante la ley es un delito, se sigue la regla de todos igual ante la ley, pero una gran mayoría de personas saben que no está al mismo nivel que el abuso continuo de un pederasta. El feminismo está creando un "estado de malestar", como si en un hogar se quedasen anclados en el trauma por un accidente mortal de un hijo, del que todos se sienten de alguna forma culpables, y rumiasen una y otra vez sobre ello a nivel individual, y saliese a flote cada vez que se pusiesen a hablar de forma extendida. Ningún psicólogo vería sana tal situación, pero en lo social lo hemos "admitido", porque el intelectual ha callado a decir "¡ya basta!", porque cada hombre se tiene que callar si se le habla de tal tema, y por lo tanto ceder a que sea la voz de la mujer la que diga la última palabra. Una vez que el intelectual cede a uno de estos sistemas situacionistas, todo está perdido. Yo no he querido callar, he tratado de decir: ¡ya basta! Han de dejar el tema a los sistemas policiales y judiciales, como siempre ha sido. Sólo sacarlo a colación cuando crean que se ha cometido alguna injusticia, como en el caso de la manada en España


  Queda explicado el por qué tanta intromisión sobre el tema feminista y el por qué cada vez, quizás, ha ido degenerando más y más, en quedarse en los detalles. Pero en mi defensa diré que los detalles, las pinceladas, son importantes para comprender el cuadro que tenemos frente a nosotros. La diferencia de mis escritos sobre los feministas, es que yo ataco tanto al hombre como a la mujer, centrándome más en esta última para balancear los escritos feministas, tan negativos sólo para un sexo, que bajo este punto de vista son sexistas. En sus escritos suelen usar el genérico hombre, en vez de algunos hombres o algunas personas, cuestión por la cual yo he hecho lo mismo, pero en ambos sexos. Por lo demás no me saco nada de la manga, entro de lleno en las guerras sexuales feministas sobre los temas de la objetivación, y si el lenguaje sexual explícito en modas, palabras y medios es un buen camino o no.

   Me he planteado "extirpar" todos esos capítulos, pero están demasiados unidos a lo nuclear del libro. Hay que ver las formas, el bosque, antes que el contenido, los árboles. "Un viaje a Abilene" trata de mostrar de fondo el cómo la humanidad llega a posiciones que nadie quiere o ha decidido sobre ellas, pero que al final se normalizan: es un ataque directo al concepto de progreso. "Deconstruyendo el deseo sexual I " se centra en la previsión del premio, algo que había dejado fuera del libro y era importante, y además añade la idea de que el hombre igualmente es "agredido sexualmente",  ante cierto tipo de formas de vestir en la calle. En "Verdad y feminismo" trato por un lado de mostrar que la necesidad de unirse al grupo -sesgo de conformidad y otros-, viene de algo nuclear de la vida, que es la replicación, y que al unirnos a grupos replicamos sus estructuras, que en un caso especial en el humano son las palabras (eslóganes, principios, reglas...) de tal manera que damos forma a los memes, a las ideologías, a las identidades sociales; en ese proceso y de paso trato de desmitificar al meme y el valor de la opinión general. Meme no es igual a verdad, meme es sólo igual a éxito, siendo así se debería de llamar "memú" (contracción de meme y menú), pues se siguen memes a la carta; en "Conclusiones finales" remato la validez o no de la mayoría. En el presente investigo o ahondo en algo analizado someramente en "Deconstruyendo el deseo sexual I", y como tal será su segunda parte, al tratar sobre la limerencia, y sigo ahondando en el hombre como víctima en las actuales calles e Internet muy sexuados. Mencionar, por si no es evidente, que los dos escritos sobre el deseo sexual parten de estudios de los sistemas complejos, sobre etología, neurociencias y otras ramas científicas, con el plus de tratarlo dentro de una dimensión filosófica, al intentar buscarles unas raíces ontológicas. Bajo mi punto de vista la evolución "juega" con conceptos, o llega a ellos de forma emergente, por las cartas en juego, pues se producen de forma concurrente una y otra vez en distintos órdenes de especies; como por ejemplo la monogamia. Hay que concebir tal cuestión bajo el principio de que todo sistema tiende a su equilibrio, u homeostasis. Para entenderlo con una imagen, hay que ver el proceso evolutivo como caminando por un continente; a veces cae en depresiones (barrancos, precipicios, hondonadas) y otras veces tiene que escalar montañas: los conceptos son los valles que encuentra en ese caminar, donde hay más posibilidades de mantener la vida o cierta especie. Visto así la monogamia es un valle al que llegan varias órdenes de animales, que les hace propicio, para sobrevivir, asentarse allí. El cerebro, como sistema complejo, hereda parte de esos procesos, y a otros llega por el mismo juego de vagar por un terreno de depresiones, valles y montañas, en donde por comodidad (beneficio evolutivo: el optimismo antes que el realismo, por ejemplo) se queda en los valles. Mis escritos van encaminados a encontrar esos conceptos. En esa dirección, en el documental adjunto (abajo), sale a relucir que hembras y machos caen en dos tipos de roles, y son intercambiables, dependiendo de quien tenga el papel de cuidar a la siguiente generación, que no siempre es la hembra, y el que tiene la función de buscar el acto sexual, que lleva implicado la agresividad, por la tensión de esa búsqueda y competir contra otros, y "contra" aquel/la que va a ser su pareja. La conclusión ontológica es que tales roles son contingentes, y como tal deberían de ser analizados y tratados de distinta forma en la sociedad. Algo así como si el macho dijese a las feministas, "¡eh, perdóname la vida, ese es el papel que me ha tocado jugar!", o exculpación evolutiva; no ha nivel de individuo, que si acomete un delito ha de ser perseguido por la ley, pero sí a nivel de especie, pues cierto movimiento feminista va contra el macho, y por ello sin darse cuenta contra la propia especie. En esa dirección sale como herramienta la epistemología, en donde he usado el método fenomenológico, bajo las directrices y el mundo conceptual de Sartre, que puesto que uno tal filosofía y método con la ciencia cae dentro de la fenomenografía. Procedimiento muy distinto de la mera "opinión" que emerge en Internet, y sobre todo en las redes sociales y las feministas, en donde todo ha sido reducido a dos o tres conceptos como el de machismo y patriarcado; como se puede deducir de reivindicaciones como las del #tetazo, (por cierto, vídeos de este tipo de manifestaciones terminan siendo manipulados, entremezclándolos con sexo explícito y subidos a sitios porno; ante acciones básicas respuestas básicas). Feministas como Camille Paglia afirman que el patriarcado en occidente ya no existe. Sólo espero que algún científico haga estudios de los cambios del cerebro masculino al ir por las calles muy sexuadas, para terminar de mostrar qué ocurre allí y si ha de ser "normal" esa "imposición" de las mujeres. Sería necesario hacer el análisis a solteros "empedernidos", a personas de tipo Incel, que lleven un tiempo largo, de meses u años, sin sexo, pues es distinto con respecto a personas con pareja. Las feministas piden libertad y no tienen en cuenta que la libertad tiene dos sexos (y multitud de géneros). Las convenciones sociales tenían esa premisa, pero las mujeres están balanceando esas convenciones hacia su lado. Las premisas de mis "ataques", al decir y mostrar lo expuesto en mis escritos, no son el odio, o el revanchismo, sino el tratar de mostrar que a la posición actual hemos llegado como consecuencia de los dos sexos, y que antes de posibles cambios sociales, en las grandes ciudades, que apenas llevan unos 8.000 años, son cambios, que vienen a nivel evolutivo de cientos de miles de años o incluso millones, y en donde la hembra humana tiene más o menos la misma "culpa", pues provenimos de la selección sexual, y es la hembra y la evolución los que han dado "forma" al macho que existe hoy. Los dos escritos sobre el deseo sexual, que en realidad se centran sobre lo que ocurre en los espacios públicos, tratan de hacer ver a la mujer el qué sucede en los cerebros de los hombres, en la dirección de poder crear algo de empatía y que se nos comprenda.

    Siento no poder hacer el escrito teniendo en cuenta todo los géneros, o sólo desde la mirada de hombre cisgénero, pero sería harto complicado hacerlo de otra forma, que por lo demás no sabría exponer, por no ser lo propio. De cualquier manera, si las mujeres son iguales a los hombres en todo lo que estoy describiendo, que no lo sé, las homosexuales femeninas o las del tercer sexo o fluido, me deberían de entender.

     Un último punto a tener en cuenta, es que no puedo afirmar que las bases humanas sean las jerarquías y creerme libre de ellas. Soy elitista en lo intelectual. Mis escritos no están dirigidos a todos. Tan sólo converso con los pensadores del pasado, del presente, y los pensadores por llegar, que son los que comprenderán y tendrán la paciencia de leer en profundidad todo lo que aquí escribo. Lo que quiero decir, al fin y al cabo, es que esta o aquella persona, feminista o no, posiblemente no me entenderá y en realidad no me importa, si es que me lee, pues mis escritos son largos, lo que me importa a mí es mi lucha por ahondar y profundizar en los temas..., el otro sólo es un "espectador" de esta lucha.



Limerencia

Estoy Deshilachado    Antes de entrar en tema he de adelantar varios conceptos. Se cree que de origen todos los sentidos estaban unidos. En la actualidad ciertas personas tienen uno o varios sentidos unidos. A esto se le llama sinestesia, se huelen o saborean colores; los números y/o las palabras se asocian igualmente a colores, u olores, etc. Cuando creé el concepto de "pegajosidad neural" era bajo una apreciación sinestésica, en donde el cerebro no está estático en el cráneo, sino que es como un ente viscoso, que cual babosa sale al mundo y lo toca/huele/oye/saborea con sus tentáculos. Una analogía puede ser la del blandiblú, que se esparce y lo rellena todo. Pero la mejor imagen de mi forma de verlo, quizás, sea la alimentación de las estrellas de mar, que sacan sus estómagos para alimentarse. Sacan afuera algo interno y hacia la otredad, para procesarlo como interno o hacer esa otredad parte de su Ser. Con esto quiero decir que aunque físicamente esa "digestión" en el cerebro sea interna, virtualmente, para el cerebro, es como salir de su espacio y rellenar con sus tentáculos la realidad. Al mirar tocamos, palpamos, en ese proceder del cerebro, en donde la distancia ente lo mirado y el cerebro es nula. Forman un todo, unidad. Cuando el cerebro ha evolucionado ha ido incorporando comprensiones de este tipo, y las ha interiorizado en información genética. A ese tipo de información lo llamo conceptos. En realidad al tratar de examinarlos los traiciono porque son indescriptibles. Hay cientos de estos conceptos, algunos encajan bien con las palabras que le hemos puesto, otros son de un tipo de casamiento que resultan ser unos fiascos. No hay ninguna palabra que los pueda describir. En ese proceso se recurre a los tropos, y sobre todo a las metáforas, que en algunos casos devienen en la poesía, los dichos, y las sentencias. Aún con todo algunos se resisten a encajar a cualquier descripción. Encaja más decir: "me siento deshilachado", que decir "tengo un temporal trastorno de despersonalización y algo de depresión". Lo que quiero decir, al fin y al cabo, es que las palabras son burdas herramientas para describir las emociones y las sensaciones, y que estas siempre ofrecen una resistencia a ser encajonadas, clasificadas. Hay que saber conectar con ese mundo simbólico. El logo de Apple "funciona" visualmente mejor que el de Windows, por que tiene curvas, que son más orgánicas y naturales, frente a los cuadrados de una ventana, que ni siquiera llaman a lo tecnológico, una gran falla de Microsoft, que se nos aparece como despersonalizado y sin alma. Las ciencias, como la psiquiatría y la psicología, caen en esos errores reduccionistas, al tratar de encajonar esos conceptos y funciones del cerebro en patrones universales. La música se puede reducir a matemáticas, a números, pero no lo que se siente y lo que produce en el cerebro al oírla; en cada individuo, y en cada momento, una misma canción es distinta para cada individuo: esos son las qualias. La angustia filosófica, no la psiquiátrica, define una de esa sensaciones del "ruido de fondo" en el cerebro de lo que somos, en tanto que nos percibimos como eternos vacíos que no pueden ser llenados. Aunque cada autor a lo largo de la historia del pensamiento le ha dado distintas connotaciones. Se me ocurre esa otra que Sartre definió como la "náusea", que yo a mi vez he recogido y le he dado otra dimensión en el escrito: "Desalmar el mundo: la náusea". En unos y otros casos el cerebro maneja ciertas emociones o sensaciones que no tienen una descripción clara, pero que seguramente sí son claros para este, en algún nivel, que no es el de la conciencia. Esta, así, trata con "objetos" y emociones que no sabe manejar, ni sabe cuantificar. Llevando tal idea a una analogía actual: el sistema operativo "sabe" qué produce un error, por ejemplo que de repente no se tenga el control para activar o desactivar el sistema de seguridad. Nos salta un código de error, pero después le "dices" al sistema que lo repare o buscas en Internet posibles soluciones y nada parece cambiar. El problema es que las interfaces con las que el sistema interactúa con el usuario, no tienen implementadas todas las resoluciones a todos los errores. El equivalente humano de esa interface "fallida" es el prefrontal y las palabras. En esa medida un filósofo o pensador ha de buscar esos conceptos nucleares y tratarlos de desentrañar, y llegados el caso ponerles un nombre. Y digo estos tipos de personas de pensamiento más abstractos, porque la ciencia parece encontrar ahí una barrera que no puede traspasar. Si se ha de atener a aquello que sea medible, no puede llegar a medir aquello que ni siquiera tiene una palabra o una definición clara. No puede encontrar lo que no busca, aunque a veces sí, como es el caso de las neuronas espejo, que se encontraron por casualidad.



   Yo he tratado de definir el deseo sexual como morbo, y lo he mostrado como atravesado por la prohibición. ¿Existe el deseo sexual sin devenir en morbo como transido de prohibición?, no. Quizás la masturbación, pero todo deseo sexual siempre apunta a un otro, que tiene una libertad con la que nos topamos y tiene la capacidad de negar, y por lo tanto prohibir. El morbo no tiene una medida universal, lo que para una cultura lo es cierta cosa, para otra no lo es. Lo que lo es para un individuo para otro no lo es. Falla en su contenido, a lo que apunta, a lo faltante o deseado, pero no en la estructura: la prohibición, el conflicto de dos libertades, de yo y otredad. En el anterior escrito, y casi al final, aunque el tema esté en medio del escrito, pues lo intercalé, saqué a la luz la limerencia, por extrapolación conceptual más cercana a uno de esos conceptos del cerebro que son complicados de definir y ser encajados y clasificados. El "deseo", o regla de toda vida, lo es por ser auto-replicadora, y en tanto que al crear dos sexos creó una capa de abstracción a dicho concepto nuclear. La vida busca replicarse, pero al haber dos sexos, en los casos que se dé, eso ha de pasar primero por unir esos dos sexos en el acto sexual. A ese deseo o pulsión primera es a lo que se puede llamar limerencia. Pero aunque su finalidad y origen sean claros, la limerencia es un concepto que "contamina" la manera de trabajar del cerebro de forma general. En la arquitectura de grandes bóvedas todo puede ser grandioso, y de grandes dimensiones y formas, pero casi toda esa grandiosidad se basa en algo pequeño, que es la clave. La pieza central de los arcos, tanto de las paredes, de las puertas, como techos. Quita esa pieza del arco y sus paredes, o de los arcos del techo, y se caerá toda la construcción. Lo mismo para esta pulsión de la vida hacia el sexo (ver vídeo) y su unificación, que ahora llamaré limerencia. En la vida antes que la búsqueda de lo faltante, la comida, está la replicación, si te replicas y después mueres se mantiene una copia, pero si te alimentas y no te replicas, en la muerte no quedará ninguna copia. Esto se ve sobre todo en los machos, donde anteponen el sexo a la alimentación o incluso al instinto de supervivencia, como se deduce del macho de la mantis religiosa. Lo mismo se puede decir del enamorado: pierde el apetito, tiene incapacidad para concentrarse, y seguir una película, etc. Su cerebro sólo busca su "objeto" amado. El artista es sublimación (capa de abstracción) de la auto-replicación, autopoiesis. El investigador científico igual. Limerencia, que proviene de "lime-romance", se puede traducir como lo rasposo -lima- o doloroso de buscar la unión con lo amado, en los romances. La intensidad de buscar el acto auto-replicador es igual de "limoso" , irritante, para el artista, el investigador o el enamorado. Para el artista es su obra, que nace de una fecundación virtual, de una idea primera y sencilla, un germen o semilla, que va germinando y creciendo. Para el investigador igual. Es tentador dejar "colar" a Dios en la ecuación, como el Creador o replicador por excelencia. En los dos casos, en el artista y el investigador, vemos que lo femenino está integrado en sus almas, son hermafroditas virtuales que se fecundan a sí mismos. En otros casos requieren de musas, de algo externo. Un artista sin inspiración se comporta más o menos igual que un enamorado que no es correspondido: con desesperación, con dolor, con un vacío o hambre que ninguna otra cosa lo puede aplacar. En los dos casos vemos o se extrapola un lenguaje similar al sexual: perseguir lo amado, fecundar, engendrar. Hasta aquí lo dicho en el otro escrito, pero quizás mejor explicado. Vayamos a las consecuencias, los porqués y las finalidades.

    Pensando en este tema se me ocurrió si Sartre había tratado la sexualidad, y sí; con lo que tuve que leer lo que este decía y descubrí que se acerca a lo que yo había encontrado y medio perfilado en el escrito anterior. A modo de adelanto dejo este resumen que se ha hecho en la Wikipedia inglesa:

  "Sartre explica que "la mirada" es la base del deseo sexual, declarando que no existe una motivación biológica para el sexo. En cambio, la "doble encarnación recíproca" es una forma de conciencia mutua que Sartre considera que es el corazón de la experiencia sexual. Esto implica el reconocimiento mutuo de la subjetividad de algún tipo, como describe Sartre: "Me hago carne para impulsar al Otro a darse cuenta de sí misma y de mí, en su propia carne. Mi caricia hace que mi carne nazca para mí en la medida en que es para la otra carne, que la hace nacer como carne.
   Incluso en el sexo (quizás especialmente en el sexo), los hombres y las mujeres están obsesionados por un estado en el que la conciencia y el ser corporal estarían en perfecta armonía, con el deseo satisfecho. Tal estado, sin embargo, nunca puede ser. Tratamos de llevar la conciencia del amado a la superficie de su cuerpo mediante el uso de actos mágicos realizados, gestos (besos, deseos, etc.), pero en el momento del orgasmo la ilusión se termina y volvemos a nosotros mismos, tal como se termina cuando el esquiador llega al pie de la montaña, o cuando la mercancía que una vez deseamos pierde su brillo al comprarla. Se dará, para Sartre, ese momento de finalización porque "el hombre es una pasión inútil", que trata de ser ens causa sui (ser causa de sí mismo), ese Dios de la prueba ontológica".

   Sartre distingue cualidades de estados. Una cualidad, por ejemplo, es ser ambicioso, pero el odio, los celos o el deseo sexual son estados. Se puede llevar al lenguaje de Ser y hacer: hago actos por los cuales muestro ambiciones, pero el odio forma parte del Ser. O en otro lenguaje lo necesario (Ser) y lo contingente (tener o hacer). La naranja es del color que nombra (necesario), pero está pocha (contingente); cuando no es del color naranja está inmadura (contingente). No ha llegado a su Ser. Este lenguaje tiene muchas taras, y causa problemas para nombrar al Ser y definirlo, por eso Sartre sale del paso usando otro lenguaje, que igualmente tiene sus problemas. Ser y estar en el Inglés son una y la misma cosa en la mayoría de los casos (soy aquí, para decir estoy aquí, los traductores no dejan ver esa sutilezas), lo que puede que lleve a un porqué de la manera de ser de los hablantes de las lenguas germanas como lo es el inglés, y que sea una clave de su forma de ver y actuar en el mundo. El castellano hereda esa dualidad del latín, del ser y estar, que a la vez lo heredó de la filosofía griega. Para escapar de todo este lenguaje es mejor llevarlo a cómo la evolución ha ido añadiendo capas de construcción o abstracción. Está claro que el deseo sexual está en las capas más bajas. En esas capas esas pulsiones son necesidades, como necesidad es saciar el hambre. Cuando el humano llegó a la creatividad tenía al deseo como base de esa productividad artística. Cuando se llegó al concepto de amor romántico, ya existía primero en otros animales como la tendencia a buscar al otro sexo para llegar a la monogamia. Aún hoy vemos como románticos ciertos comportamientos de las aves para con sus parejas. En algunos casos, en el amor cortés de la Edad Media, incluso se tenía como una de sus premisas el no llegar a los actos físicos, el no llegar a la "piel", a lo carnal. En otros, como el amor y la devoción a Dios, ese objeto y su medio desaparecen totalmente, quedando sólo la estructura limerente, como amor no correspondido o en vacío, como es el caso de Santa Teresa de Jesús.

    Sartre, como ya hiciera ver yo en el escrito anterior, analiza el deseo sexual desde el conflicto de dos libertades. Mi ser-para-otro lo es en la medida que interiorizo la imagen que tiene el otro de mí. Este ser-para-otro, que había olvidado del lenguaje de Sartre, es lo que yo trato como identidad. Es la imagen interiorizada de cómo me ve el otro. Mi identidad no es el ego, no es mi carácter, es esa capa de lo social que se define por lo que no-soy, en tanto que ese no-ser es en la medida que me identifique o no con identidades de los otros. No-soy religioso, luego soy ateo. Ateo no es ego, no es parte de mi carácter, es identidad. Soy macho de la especie homo sapiens, patriarcado es identidad en la medida que un otro ha prefijado ese concepto como parte de una identidad en la que puede caer el macho humano. Feminista es identidad, mujer es Ser, aunque algunas, erróneamente, crean que feminismo es parte de su Ser, deseo sublimado en conceptos como el de empoderamiento, creyendo anular de paso el concepto de sumisión, cuando en realidad es parte de la esencia humana, puesto que provenimos de las jerarquías de las manadas. Sartre disecciona algo que no debería poder ser diseccionado, esos imposibles de nombrar que he dicho arriba. Me refiero al hecho de dos libertades frente a frente. La disección de Sartre es: 1. trato de que mi libertad "examine" la libertad del otro, 2. trato de captar su libertad, 3. en el intento de captar la libertad, el otro se me aparece como objeto, 4. ya no puedo ser una libertad que maneje otra libertad, pues ahora es cosa, objeto, 5, a la vez el otro "juega" con las mismas cartas que yo. El acto ha fracasado, puesto que no intento manejar un objeto, sino una libertad (ya sé, enseguida viene a la cabeza la seducción y la manipulación como medio para hacerlo, dejamos esta dimensión aparcada, de momento, por no venir al caso). Sartre llama indiferencia al acto por el cual este hecho de dos libertades, frente a frente, no se da, puesto que no tengo "interés", deseo o finalidades hacia ese otro, y lo trata como "ceguera", pues es como si no estuviera. En ese proceso el otro adquiere importancia en la medida que se sale de esa ceguera, si me inoportuna, o lo deseo, etc. Para Sartre y como yo dijera el acto sexual es clave para el conflicto de dos libertades: "mi tentativa original para apoderarme de la libre subjetividad del Otro a través de su objetividad-para-mi es el deseo sexual", y ante este hecho se pregunta: "¿la sexualidad es un accidente contingente vinculado con nuestra naturaleza fisiológica o es una estructura necesaria del ser-para-sí-para-otro?". Si soy hombre (voy a ignorar todo los problemas de géneros al dar tal afirmación, por comodidad), eso quiere decir que estoy en el mundo ante otros que no son mi sexo. Luego el sexo emerge como forma consustancial de todo encuentro, en donde además y esto es clave, el otro y yo salimos de la indiferencia, para entrar en otro plano, en donde lo que primero que surge es el conflicto ya expuesto arriba, como base de esa salida de la indiferencia. Sartre es el primer filósofo que corporiza el Ser. Heidegger vuelve al Ser en ente, en hombres, pero Sartre va más allá haciendo que el cuerpo sea aquello por lo que hay entes, a través de su concepto de la mirada, y del conflicto de esas miradas con dos libertades. Puesto que bajo mi definición totalizamos la identidad a través de la negación, el pene me diferencia de ciertos otros, que no lo tienen. Las niñas criadas con muchas libertades junto a sus hermanos, y fuera de toda connotación moral o sexual, descubren el pene de estos y se buscan el "suyo". A la vez el hermano trata de entender esa carencia y qué hay en su lugar. Esa diferencia siempre está presente de forma constante en nuestros cerebros, en nuestra percepción de nosotros mismos como con pene o con vagina. Eso es lo que nos hace ver Sartre, diciéndonos que Heidegger lo ignoró. En los lenguajes de arriba es Ser, no tener, -en el sentido de que soy pene, en vez de tener pene-; es necesario, no contingente; es estado, no característica.

    El siguiente paso de Sartre consiste en definir el "objeto" del deseo. Lo voy a entrelazar con mi concepto de morbo y con un lenguaje más actualizado; queda claro que todo entrecomillado son textos de Sartre. Cuando yo veo una particularidad, por ejemplo un escote, no lo veo como tal, lo veo en tanto que abstracción, como parte de un cuerpo y este a la vez como la parte de una otredad con una libertad. La mirada "… no se dirige a una suma de elementos fisiológicos sino a una forma total; mejor aún: a una forma en situación. La actitud hace mucho para provocar el deseo. (…) Un cuerpo viviente como totalidad orgánica en situación con la conciencia en su horizonte: ése es el objeto al cual se dirige el deseo". Dentro del lenguaje de lo que he definido como morbo, todo fragmento sexual del mundo me remite a una situación, en donde hay dos libertades y en donde mi libertad se encuentra en el conflicto de dejarse llevar por aquello deseado, y en la medida que mi deseo ni ha de ser visto, ni formar parte de ser objetado por la libertad del otro, a tenor de quedar atrapado en ella. Lo que entra en juego es mantener la libertad del otro intacta, a la vez que ha de quedar la mía, pero en tanto que todo está atravesado por lo sexual, donde este queda entreverado: ni totalmente visto y explícito, ni totalmente velado o no implícito. Todo humano, en esta dimensión es voyeur y a la vez exhibicionista. Está claro que ambos sexos tienen las dos dimensiones, pero por la finalidad y la "maquinaria" tan distintas de cada sexo, cada uno de esos dos modos se pronuncian más en un sexo que otro. En el escrito anterior decía que el placer busca mantenerse (retroalimentación positiva), mientras el dolor es huida (retroalimentación negativa); Sartre también se percató de ese hecho y por ello de lo implícito de la doble tendencia de la retroalimentación: "la facticidad de la conciencia del dolor, por ejemplo, es una facticidad descubierta en una huida perpetua. No ocurre lo mismo con la facticidad del deseo. El hombre que desea existe su cuerpo de una manera particular, y con ello se sitúa en un nivel particular de existencia. En efecto, nadie negará que el deseo es algo más que gana, gana clara y translúcida que apunta a través de nuestro cuerpo a cierto objeto. El deseo se define como turbación". Hay que pensar que Sartre habla como si se diera el caso de dos personas que van a tener sexo. Lo que Sartre define como turbación, o "conciencia empastada" (prefrontal que recibe menor riego sanguíneo), es esa previsión del premio sexual al que yo llamo morbo, que son dos de sus dimensiones y son dependientes de la situación. Está claro que si voy por la calle no me he de mostrar turbado, sí nos lo permitimos ya dentro del acto sexual y es una parte clave del juego.

Lo Mirado



    Todos mis análisis previos han sido desde la posición del que mira, pero hay que detenerse brevemente en la posición mirada. El concepto de mirada de Sartre es clave para entender esta dimensión del Dasein, del ser-ahí, o arrojado en el mundo de Heidegger. Según Sartre soy cuerpo en tanto que este existe para la mirada de los otros. Me puedo evadir de mi cuerpo en soledad, en ciertos estados de semi-inconsciencia como los de la meditación, pero en cuanto un otro entra en la habitación habito mi cuerpo, este se vuelve presente. A nivel más científico, uno de los sentidos más antiguos es el de la propiocepción, la percepción de nuestro propio cuerpo. Me detengo en la percepción externa y de la posición, pues está la interna (movimientos estomacales), la del calor, la del dolor... En un mundo de depredadores y presas convenía saber dónde estaba cada parte del cuerpo para no ser mordido. No es cuestión que te estén comiendo y uno ni siquiera lo sepa. Si uno está echado en el sofá viendo una película, el cerebro "sabe" dónde está y la posición de la mano derecha. También es conveniente por si viene algo arrojadizo hacia uno mismo, para darle un manotazo. Cada posición el cerebro lo trata como un estado cero, desde el cual actuar a hacer tal o cual movimiento a partir de ese estado cero. Cuando estamos en un espacio público existimos como cuerpo, o sea, se existe en tanto que mi propiocepción está referenciado a otros cuerpos, de no ser así nos iríamos chocando por la calle con todos. El otro no es nunca un objeto entre otros, en un momento dado me puede dar igual rozarme con un toldo que está bajo, pero no así rozarme con una persona. Las convenciones sociales nos marcan unos límites. En definitiva, mi cuerpo siempre está referenciado a otros humanos, con sus correspondientes libertades, que los convierte en no-objetos. El otro está siempre contaminando mi cerebro en público de forma abstracta, en tanto que existe como mirada no directa, pero en algún nivel presente. Es deducible, y muy posible, que esta percepción de una mirada que me-existe de forma constante, pero que no está presente, se tomase como la mirada de Dios. Vuelvo al concepto de indiferencia de Sartre, el punto cero de mi presencia en el mundo ante los otros. Mi cuerpo siempre es sexuado, puesto que el otro sexo es esa posibilidad por la que mi cuerpo sale de la indiferencia. Hay unos límites a esta concepción. Los niños no la tienen. Hay una larga frontera de adaptación para que esto ocurra, que es durante la pre y adolescencia. Los primeros signos pueden resultar molestos. Un cuerpo sexuado que no se sabe sexuado es eso que se denomina con el concepto de "lolita", o de forma más amplia y ya en la adultez como "alma cándida". Pero volvamos a la edad sexuada. No existe algo así como salir a la calle no sabiendo el nivel de sexualidad que uno porta, como nos quiere hacer creer el feminismo, pues caerían en ser almas cándidas o lolitas. El propio cuerpo siempre está presente, y en las mujeres esta sensación es más vívida. Sale a relucir en ese constante recolocarse el flequillo, el cabello, etc. Igualmente cuando se va con una ropa más "comprometida" tienen una mayor percepción si alguna postura va a dejar algo al descubierto. Imposible que una mujer no sepa que pueda tomar una posición similar a la de la imagen adjunta y no comprenda toda su dimensionalidad. En definitiva, están constantemente referenciándose con respecto a su ropa y su sexualidad. Sólo hay que poner atención a los programas de televisión, en donde si se va con minifalda, o una camiseta amplia y con escote que se desliza mucho, los están recolocando de forma constante, y por magia femenina (de la propiocepción en realidad, que al ser memoria muscular tiene una gran cantidad de neuronas para trabajar en ese proceso, el cerebelo se dedica sobre todo a esta memoria muscular) saben sentarse en casi cualquier tipo de asiento, por muy posmoderno y extraño que sea, como para no dejar ver la entrepierna. En unos y otros casos todo sigue la siguiente estructura: 1. soy un cuerpo ante la mirada de otros, 2. mi cuerpo es sexuado en cuanto existe alguien del otro sexo,  3. me referencio, o tomo conciencia, con respecto a mi cuerpo a partir de estas dos premisas.

   Hay que detenerse en el tercer proceso. El hambre Es, mi cuerpo puede necesitar comida, y hace rugir al estómago y darme esa sensación de vacío, pero quizás estoy centrado en escribir y eso ocupa toda "mi" atención (atención y conciencia son una misma cosa, como he hecho ver en otros escritos). Otra interrupción, el lenguaje es un desastre: no es mi atención, pues no es tener, posesión, como tener en la mano una naranja, sino Ser. Soy atención, es estado del Ser, o mejor una de las formas en las que el Ser se manifiesta en el mundo. Tener y hacer son contingentes, características o modos en los que el Ser obra, acciona, en el mundo. Retomo el tema de la conciencia. Si de repente dejo de escribir, la conciencia que siempre es "conciencia de", deja de ser conciencia-de-escribir para de repente percatarse del estómago y ser conciencia-de-hambre. O dicho de otro modo, hay dos niveles de existencia, uno en el que la conciencia no existe en un proceso dado y otra en la que sí. Con esto vuelvo arriba, el cerebro siempre se puede saber sexuado en lugares públicos donde haya personas del otro sexo, como hemos visto arriba, pero puede que se dé que no se sea consciente de serlo, conciencia de sensualidad o de ser sexy. Eso sale a relucir en las veces que las mujeres se despistan y dejan ver partes que no se deberían de ver.

    Ahora tenemos añadida una nueva dimensión al acto del morbo. La mujer sí sabe, a nivel ontológico y propioceptivo, como creo que ha quedado demostrado arriba, de su sexualidad o posición, ropa y poses sexuadas, pero no siempre es consciente de ellas. Los hombres nos damos cuenta cuando son conscientes de nuestras miradas y cuando no. Aunque la mujer vaya mirando al móvil por la calle, la vista periférica siempre tiene presente el alrededor, para no chocarse y en tanto que cuerpo sexuado en un medio público, pero por nuestros límites cognitivos no siempre el cerebro es consciente del cuerpo, de su sensualidad. Las feministas llaman a esta falla temporal para aducir sus argumentos, pero como vemos tan sólo es una "verdad parcial" de toda la realidad. Si la mujer se "distrae", de repente puede "sentir" una mirada directa explícita de un hombre, y le puede llegar a molestar dependiendo de si está a su mismo nivel de belleza o superior, o proviene de alguien de un nivel "inferior". A esta segunda mirada, de sus estados distraídos que además provenga de alguien que no sea su igual -mirada jeráquica-, la llama mirada indeseada y patriarcal, y en algunos casos machista. No creo que la conciba igual si de repente a ese que descubre mirándola sea Adam Levine. El humano es una animal oportunista -en esto no hay géneros- el cerebro del macho está preparado para captar esas distracciones. Esos casos en los que algo sexual se "asoma" a la mirada periférica, y activa la previsión del premio y la atención. Son "instantes robados", por su similitud con los "retratos robados". Se cuela aquí otro concepto a tener en cuenta y que lo puede salvar de ser trivial; en estas situaciones, al igual que con los retratos no preparados o robados, se puede llegar a captar mejor el "alma" de una persona, no su pose, su máscara, que siempre está contaminada por la conciencia de sí. Por otro lado la mujer tampoco puede querer ser atrapada a "jugar" a seducir, ni "declarar" que su vestimenta tenga tal o cual intención, como ya he hecho ver arriba, pues igualmente puede quedar objetada por el hombre. Uniendo todo lo dicho, con la mirada y la libertad, el morbo está contaminado de prohibido en la medida que mi mirada no ha de ser atrapada a la vez por la persona mirada. En la medida que lo sea queda objetada dentro del mundo de los valores de esa persona, que en la actualidad si es de una feminista muy radical, quedará objetada -fijada, catalogada- como patriarcal o machista. Fijarse cómo todo depende del momento histórico: ese tipo de mirada hace 200 años podría ser catalogada de lasciva y pecaminosa, hoy con el feminismo ha cambiado. ¿Por qué poner etiquetas y validar  históricamente a algo que es más intemporal y básico? Todo el reino animal sexuado se basa en mirar y ser mirado. A este juego a dos bandas, del mirado y lo que es mirado y el que mira y lo que mira, voy a llamarlo "rapto limerente", por la tradición de raptos, en algunos casos ambiguos y enigmáticos en sus sentidos, de la mitología griega. Zeus regaló a Europa, cuando la raptó por engaños, un  "Lélape (un perro que nunca soltaba a su presa)" que bien podría ser una metáfora sobre ese juego en donde el hombre puede quedar mordido -prendado, enamorado, obsesionado, estado limerente-, a partir de encontrase casualmente con aquella que será su amada o su objeto de deseo. "Rapto limerente" que paradójicamente, y quiera el lenguaje feminista o no, ha podido ser por medio de la mirada, que en muchos casos nacen de ese objeto sensualizado que el cerebro del hombre capta por la vista periférica, y en uno de esos estados distraídos de la mujer que deja ver algo más. ¡Ya sé!, se parece al flechazo de cupido de toda la vida. Pero no es ni este que está más vinculado a lo espiritual y romántico, ni el mero "calentón" pasajero; es quedarse atrapado por lo físico a una persona o a un objeto. Puede ser atracción física hacia una persona, pero también a una parte del cuerpo o a un objeto. Pues por ejemplo en la actualidad un individuo puede quedar atrapado por los pantalones shorts (ver vídeo de ejemplo), que a la vez se queda atrapado a una parte del cuerpo (la película "Josie" es un caso de rapto limerente, donde un hombre maduro y desmotivado se queda raptado por una chica joven y bella, cambiando su modo de vida), que a la vez crea una moda en lo mirado, y una tendencia sexual de los que miran, que al final es llevado dentro de Internet como meme o viral en fotografías, vídeos, llegando a repercutir en el porno..., como perro que no suelta a su presa. Trato de unir conceptos, que se dan en el plano individual y social, y asociarlos a los de limerencia, pues tienen su mismo núcleo. Es rapto porque es un secuestro de los procesos mentales o sociales a partir de personas, objetos, partes del cuerpo o elementos puntuales que van atrayendo hacia sí recursos de un sistema u otro, del cerebro o lo social. La palabra rapto me "persiguió" durante los escritos sobre el deseo sexual. Permanecía ahí y saltaba de vez en cuando al prefrontal; como que tenía que pensar en ello, quizás porque Sartre lo nombraba. No fue así, comprendiendo que el cerebro me decía que pudiera formar parte del morbo, pues eso que entra por la vista periférica rapta los recursos del cerebro, que a la vez si es sobre algo puntual en la sociedad rapta a muchos individuos. Si diferencia del meme en que no nace de un pensamiento, sino de un instinto, de forma subliminal y pulsional.

Rapto Limerente


    Una pequeña pausa. Mantengo lo escrito sobre el rapto limerente, a tenor de ser deconstructivista, en este caso deconstrucción literaria, y de tratar de hacer ver cómo el cerebro hila o perfila ideas, pero lo he de replantear. Decía arriba que el cerebro tiene patrones o conceptos de los que no tenemos palabras. Este es un ejemplo claro de un concepto y cómo este trata de "hablar" a la conciencia, cuando se le sigue el rastro. El cerebro, en ese lenguaje de conceptos abstractos, habla mentalés (palabra que designa el lenguaje del cerebro en no-palabras). No hay una interface que traduzca el mentalés a palabras, o a la inversa. Pero el cerebro se "obsesiona" o lanza señas a la conciencia cuando está cerca de algo. La razón en ese caso tiene que saber interpretar qué quiere decir el cerebro. Me recuerda la trama de la novela/película "Johnny cogió su fusil", en donde un paciente dañado por heridas de guerra está paralítico, pero es consciente, y no puede hacérselo ver a sus médicos (síndrome de enclaustramiento). De forma constante he usado el concepto de que el cerebro sea secuestrado por tal o cual cosa interna o externa. Ya estaba presente en el escrito "la dimensión individual". En otro caso, en la primera parte sobre el deseo sexual, hablo de lo molesto que es para mí el ir por la calle y que el cerebro, por la previsión de premio, por esa vía dopaminérgica, me secuestre o interrumpa los procesos mentales, de tal forma que la conciencia se empaste, como dice Sartre, cuando veo chicas con pantalones shorts. Yo lo capto como molesto por dos cuestiones, 1. porque me activen los instintos "sin mi permiso", y 2. que tal proceso nuble mi hilo de pensamiento, proceso que es llevado por el prefrontal, que en este caso se le corta el riego sanguíneo para "centrar" los procesos mentales en esa llamada instintiva. ¡Eso es rapto limerente!, ese "agarrarte", ese estado limoso, apremiante, para llevarte donde tú no quieres, pues mi razón a sido secuestrada, como secuestrada está la razón del enamorado, pero en donde en este caso es por algo tan primitivo como lo sexual. O sea es el prefrontal "hablando" en mentalés, "quejándose", pues no admite que se le deje de llevar sangre, que de repente pierda el control de la situación, que de repente se nuble o se empasten sus procesos. Para tratar de hallar alguna similitud, es como cuando teniendo mucha hambre, se come en exceso y de repente nos entra somnolencia: el estómago compite contra el cerebro en el gasto de recursos, los dos necesitan muchos recursos de sangre, temperatura y oxígeno. La evolución ha propiciado para que "venza" el estómago, y ante esa bajada de los recursos en el cerebro, provoca que nos entre sueño. El prefrontal se ve incapaz de hilar pensamientos, de concentrarse, y ni siquiera de seguir la trama de algo en la televisión o de una conversación. Se nos caen los párpados, y finalmente nos rendimos a la evidencia que nos tenemos que echar la siesta. Para ser justos, es muy posible que lo que siente la mujer al ser mirada sexualmente, sea de la misma forma un "rapto limerente", ya que igualmente cuando ella está distraída o abstraída de ser un cuerpo entre otros cuerpos, al ver la mirada del macho sobre su cuerpo, caiga en la cuenta que lo es, de tal manera que su prefrontal pasa por el mismo proceso, de verse como un cuerpo objetado y sexuado que la conciencia no quiere aceptar, por ser en algún grado "violada" (mirada no deseada). Son dos tipos de raptos limerentes dependiendo si se es mirado o si se mira, si te "secuestran" la mirada, o si te secuestran como mirada (por dar como más general estas diferencias de género de mirar y mirado, por ser más cómodo para redactar: doy por hecho que sobre el hombre también "cae" ese tipo de mirada). Pero tales hechos, que en ese inicio son individuales e instantáneos, devienen en dos procesos sociales o más extensos. 1. En el plano del que mira se crea una obsesión sobre aquello que le ha secuestrado. De tal manera, y puesto que el deseo sexual es retroalimentación positiva y efecto bola de nieve, que se obsesione por el objeto de deseo, que puede ser hacia la persona (atracción física), a una parte anatómica o a la prenda (fetichismo, fijarse que cercanía de conceptos con quedarse prenda-do). En este plano es interesante traer a colación la película "objeto de seducción", donde una persona con discapacidad auditiva se obsesiona con una estatuilla, de un busto, pues dice que le "habla", lo que llama a que las obsesiones tienen más planos que los meramente sexuales, aunque puede que sean sublimaciones de estos. 2. por el lado mirado nos salimos del estado limerente, ya que opera entre las personas que son observadas mientras son conscientes de ser sexuadas o sensuales, donde la conciencia está presente, y en donde no se produce el "rapto limerente", por no estar abstraídos y distraídos de su cuerpo. En este segundo caso se hace mas uso de esa prenda (gesto, pose, actitud) por ser atrayente, que al final puede devenir en una moda -o meme- social. El segundo es como tal rapto limerente, en tanto que hace un secuestro de lo social, como sistema complejo, que es llevado por un camino o tendencia, pues "provoca" raptos limerentes a los individuos, en tanto que secuestrados por las miradas y secuestrados como mirados. Volviendo al caso de los shorts -por ser el más actual caso de rapto limerente-, se ha vuelto moda, o objeto deseado y obsesivo por los que miran. Siendo así las personas que hacen vídeos con cámaras ocultas "siguen" y graban a chicas en la calle con shorts para subirlos a Internet.(1) Esto lleva a que lo usen modelos en sus bailes eróticos (grupos femeninos de k-pop y j-pop, por ejemplo) y chicas de sex cam; que al final terminan en páginas oficiales porno, donde además se imitan los vídeos amateurs de grabar a chicas por la calle, pero esta vez con actrices porno y con "finales más felices": se ha propagado en el sistema el rapto limerente. El feminismo en este caso cae en una contradicción, pues lo que denuncia es el rapto limerente individual, pero por otro lado propicia el rapto limerente social, al seguir modas y memes, y en ese proceso crear tendencias. Es decir, y para ser más claros, es el lado exhibicionista el que tiene toda la carga de crear el rapto limerente en lo social, puesto que si no hubiera nada que ver, no habría miradores a los que se les provocase los raptos limerentes, ni miradas de rapto limerentes sobre los mirados. Es indiscutible, si no que se lo digan a una anciana de 90 años, a ver si se acuerda cuándo fue la última vez que sintió un rapto limerente. Seguro que los echa de menos, (esa es otra contradicción de la que seguro se puede hacer una ecuación: a mayor edad, más deseo de volver a recuperar el rapto limerente: esta regla es para los dos sexos). Con todo, y puesto que yo reivindico no querer tener raptos limerentes en la calle por prendas, ellas tienen el mismo derecho a reivindicar no tener esos mismos raptos limerentes. Otro punto de vista, más vitalista, sería pensar que forman parte de la vida. Que yo tengo que sobrellevar ese hecho, ese rapto, y sea yo el que se tiene que adaptar, pero entonces ellas también tendrían que tomar la misma actitud y aceptar la mirada de los hombres, siempre y cuando estas se atengan a las convenciones sociales.

Narciso


    Aquí hay que fijarse en un dato muy importante que puede que explique la condición sexuada humana. En el reino animal la "carga" de los dimorfismos sexuales la llevan los machos (cuernos, plumajes bellos, colores, fuerza...), que a la vez están más lejos de ser los replicadores. Pero ¡en el humano esa "carga" la lleva la replicadora!, creo que no se da en otra especie animal. Implicaciones. Los dimorfismos del macho tienen la finalidad de ser los seleccionados por las replicadoras; en ese caso algunos los tienen sólo en épocas de celo: las cornamentas de los cérvidos muy al norte. Pero ¿y si el dimorfismo lo "carga" la replicadora...?, ¿narcisismo?, querer esa propiedad por sí misma, indiferenciada de la existencia del macho. A nivel ontológico parece ser así, pero dado que somos Dasein, existentes en el mundo, el otro sexo "repercute" en ese mirarse al espejo, paseándose delante de él, interrumpiendo ese juego de espejos (imagen extrapolada en la bruja del cuento de Blancanieves, en donde además la voz en off del espejo en el cuento es la de un hombre). En esa medida el macho se convierte en parte del espejo. La mujer pide opinión a otra mujer en su salir a la calle (dimorfismo introyectado hacia un sólo sexo: narciso), pero e ahí que el macho sale al paso y la mira o no la mira: da valor a su existencia en el mundo como ornamentada. Esa mirada, como ya he demostrado, no tiene porqué ser directa, u observada de forma consciente. Se vuelve omnipresente en el cerebro: el otro sexo infesta mi presencia en tanto que cuerpo en el mundo. Sartre lo analiza a través de una de sus claves: la vergüenza, que es un recurso constante en el cine de humor. Alguien le hace ver a uno de los personajes que está haciendo el ridículo, porque se le ve un moco, o porque se le ha quedado papel higiénico atrapado en el pantalón, etc. La vergüenza es un arma: nada mejor para "bajar los humos" a alguien que hacerle caer en la vergüenza. Nada más victorioso para los poco agraciados que una modelo se caiga en el escenario. Volviendo al dilema. En la mujer se da una nueva dimensión del rapto limerente. La mujer se pone bella para sí misma (el icónico deseo de ser el centro de todas las miradas durante su boda, que las damas de honor no han de eclipsar..., en las películas americanas han de vestir todas iguales y con colores chirriantes; ¿caigo en cánones reducionistas?, ¿no será que estos "funcionan" porque encontraron patrones que se mantienen?). El macho rompe con esa dimensión ontológica de su condición al "verle" bella. Hace que esa belleza ya no sea para sí misma, sino que la infesta desde su mirada, que en la mayoría de los casos está sexuada. Hay una doble lucha: 1. por un lado le gustaría que su belleza tuviera valor por sí misma y para sí misma, 2. al existir el mundo de los valores del macho ese valor que lleva como germen ser en sí mismo, intrínseco, deviene en mundanizarse, en ser valor en un mundo de hombres. De esta forma el rapto limerente es violación, primero, por la mera existencia del hombre (de esta apreciación se puede extrapolar cierto lenguaje radical feminista), y dos, que estos la puedan captar en ciertos momentos distraídos o abstraídos en donde ella no pone "vigilancia", o ha bajado la guardia, de esa belleza, y además vea en el macho una mirada casi exclusivamente sexuada. Esa "desnudez cruda", de un cuerpo entre otros cuerpos, ante la mirada del otro, tiene el germen de la vergüenza, al crear cierta disonancia cognitiva, por no saber qué ha visto esa mirada, que ahora no puede interrogar, y que le ha "robado" algo que le "pertenecía" y que se podrá "quedar" con ello para "su uso" y si quiere para siempre, como una fotografía mental que ella nunca podrá "revelar". La temática de fondo de estos últimos pensamientos me recuerdan a la canción de mecano de "maquillaje" (y con eso no quiero reducirlo a maquillada, mirada sí deseada, como en la canción), donde la mujer sólo quiere ser mirada cuando ella lo quiere (y por quien quiere...), que de ser así no dejaría de ser arbitrario y caprichoso, pues el hombre nos sabe cuáles son esos momentos, (ni quienes sí). No me imagino un mundo en el que el feminismo lograse sus metas y los hombres ni las mirasen, ni las piropeasen, y ni siquiera las tratasen de "ligar". Dos universos separados por un muro invisible. Siempre hay que llevar los pensamientos al absurdo, para ver cómo "funcionan". ¡Aunque ya podríamos poner algunos mecanismos en marcha!, los hombres irían por un lado de la acera y las mujeres por el otro, y se podrían hacer discotecas que sólo fueran para mujeres. No sé si se darán cuenta, pero ir por la calle como si no existiesen para los hombres, viene a ser lo mismo que ponerse un burka virtual (busqué más tarde este concepto y ya lo han usado antes que yo: concurrencia de ideas, pues es clara su lógica... otra incongruencia más con la que tiene que lidiar el feminismo; otro evidente es que se opongan a que ciertas empresas "obliguen" llevar uniformes con escotes y minifaldas, pero después digan que en la calle no "significan" nada). Fuera de sarcasmos... para acabar este párrafo vuelvo a esa anciana de 90 años. Con la madurez se alcanza a amar al espíritu humano, como con un cuerpo que ahora le sobra. ¿Rendición o un nuevo estado más elevado? Da lo mismo. Con la edad el cuerpo es una cáscara que ahora ya nadie ve, y que allí, en lo más recóndito, esconde un alma. Es distinto el feminismo de las mujeres maduras (ver vídeo de aceptación del alago y piropo con la edad), que el de las núbiles y jóvenes bajo esta condición. Han terminado por ignorar el cuerpo, ignorando de paso su lenguaje y sus trampas. Si se llega a ese estado se sobrevive el resto de la vida como alma. Crece, brilla y emerge alrededor de ese cuerpo que se marchita. Esa madurez debería de ser el signo humano. "Al final te das cuenta que la belleza no importa", nos dicen en la serie "Kiss Me First". La moralina cristiana del cuento de Blancanieves es que aunque la protagonista era más bella, nunca le dio importancia. Centrarnos en el cuerpo nos rebaja a sus condiciones animales, con los lenguajes y "patrones" que trato de mostrar aquí. Lo que quiero decir es que en la madurez y la vejez la lucha de los sexos dan igual: importa el alma humana que emerge indistintamente del sexo. El único espacio público termina por ser la propia alma, soledad con sus propias qualias. Con la edad sólo se busca conectar con otras almas. Esa verdad siempre ha estado latente ahí, las respuestas nos siempre son las más cómodas, sobretodo cuando contradicen nuestra identidad, y dicha verdad la rompió la liberación sexual al llenar la calle con "carne" desalmada. Pues el rapto limerente, antes que cualquier otra cosa, es "carnalizarnos", objetarnos, alienarnos, matarnos ese alma atravesada por una libertad..., tanto al mirado, como al que mira.

El Orgullo Como Estado Iluminado Inquebrantable
 

El Artista

   Una implicación más, también muy transcendental, sobre el cambio de sexo del dimorfismo, es que los artistas masculinos sobre compensan esa carencia en su arte. Es más, "necesitan" cierto nivel de limerencia, dolor, con el otro sexo, para crear, pues su arte, su creatividad, su fecundación es sublimación, ya sea por la ausencia o pérdida de lo amado, o por falta de sexo (un ejemplo claro son todas las canciones de desamor de los hombres, como el caso de U2 y su mítica canción "With or without you", escrita después del divorcio de Bono. Aunque sean universales, hay diferencias de sexo, pues hay cantantes femeninas, con este tipo de canciones, que son más escuchadas por las mujeres, aunque tampoco tengo claro si es otro signo de cómo el feminismo tiende a la diferenciación, incluso en los gustos). De alguna forma la pulsión de su virilidad en los hombres, que siempre implica limerencia, es llevada al arte (¿la década de los 80 tenían tras de sí algún tipo de alta limerencia y sublimación, por no haber aún cuajado la libertad sexual y estar latente?, ¿en la última década no hay creatividad por un exceso de porno y masturbación...?, creatividad "evacuada" en los pañuelos de papel). Cuanta más tensión viril, mayor sublimación, y cuanto más joven mayor ha de ser, por eso las mejores canciones de los cantantes y grupos están en sus primeros álbumes; después pueden ganar maestría, pero han perdido el brillo, la originalidad y la innovación. El no tener pareja estable o sexo de por vida sublima aún más toda esa tensión. Esto nos recuerda Anthony Storr en su libro "Soledad": "muchos de los pensadores más grandes del mundo no han formado familias ni han establecido vínculos personales cercanos. Esto es así en el caso de Descartes, Newton, Locke, Pascal, Spinoza, Kant, Leibniz, Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard o Wittgenstein. Algunos de estos hombres de genio tuvieron aventuras amorosas transitorias con otros hombres o mujeres; otros, como Newton, permanecieron célibes. Pero ninguno se casó, y la mayoría de ellos vivieron solos durante la mayor parte de sus vidas". Los mismos resultados se deducen de los artistas, entre los más relevantes Kafka. En unos lados y otros, de Internet y documentales, me encuentro con el dilema de si es mejor o peor tener relaciones sexuales antes de grandes eventos o para ser creativo. Creo que yerran en sus premisas y conclusiones, quizás hacía falta el concepto de limerencia. El acto sexual aumenta la testosterona, lo que es bueno, pero pienso que la clave está en aumentar la limerencia, el estar lejos del "objeto" limerente; o sea, no hacer el amor, y además ni siquiera tocarlo o verlo. Cuanto más tiempo en meses o años más aumenta la limerencia y la creatividad. Uno puede masturbarse y eso aumenta la testosterona, pero sin el objeto limerente no hay suelta de oxitocina, que es lo que baja la limerencia. Igualmente funciona estar jugando con los genitales, amagos de masturbación, mientras se estudia o crea, esto hace que se mantenga activado el circuito de la previsión de premio, si bien no hay que insistir mucho como para que se cierre el riego de sangre al prefrontal, pero cuidado con las personas que tengan inclinación hacia las adicciones. En mi caso al llevar años sin actos sexuales la limerencia está en sus niveles más altos, pero es "peligroso" por que hay una mayor tendencia a la criticidad, al caos y al trastorno; sobre todo los actos obsesivos, la ansiedad, los neuróticos y las paranoias. Creo que aquí se aplica lo mismo que el dicho de "el hambre agudiza el ingenio", pero en lo sexual. Por otro lado la limerencia aumenta si son actos sexuales cortos con una persona distinta cada vez, pues es como estar en pleno periodo de copular las más veces posibles, que nos puede venir de la época en la que sólo habría un sólo celo al año. Aquí se aplica lo mismo que los amagos de masturbación, actos sexuales que no se finalizan, aumentan la limerencia. Es decir que un cerebro masculino limerente es un equivalente a una erección que se produce a nivel de la alta excitación de las neuronas, que en ese momento más que en ninguno, crea conexiones neuronales, y en definitiva conceptos, palabras, sensaciones y signos, para crear algo nuevo. Mantenerse en "lucha" con su obra es mantenerse erecto. Su arte, ya acabado, es la sublimación de una eyaculación, tras la cual puede venir un periodo reflactario, o tendencia a los síntomas de la depresión. No en vano se asocia a los artistas con el trastorno bipolar: el estado maníaco "... es considerado como un período «artístico» del desorden, que se caracteriza por una gran cantidad de ideas, un pensamiento extremadamente ingenioso, y un incremento en la energía" (fuente Wikipedia). Excepto si excede cierto grado, en donde se puede llegar a un estado similar al que ocurre en los  "límites de los vórtices entrópicos",(3) y sólo se manifiesta como dolor, ansiedad o frustración. (Siguiendo esta simbología, yo he de permanecer escribiendo -manteniendo la erección, limerente hacia esa abstracción que es la mujer-, pues sé qué viene después, si dejo de escribir. O dicho de otra forma, la creatividad del macho a nivel evolutivo, era esa sobre compensación a ese hecho de perder partes del protagonismo del dimorfismo sexual. ¿Es sexista?, es realidad. La propia  e icónica feminista Simone de Beauvoir afirmó: "hay mujeres que son alocadas y hay mujeres de talento: ninguna tiene esa locura del talento que se llama genio". Por mi experiencia personal cuanto más "alocada" sea una mujer más interesante y creativa es. La bioquímica de la mujer la hace ser más estable por lo general, más con "los pies en el suelo", esa estabilidad o equilibrio químico "resta" esa locura "requerida" para la genialidad. Es una frontera, una generalidad, pero eso no quiere decir que ciertas mujeres no la traspasen.


Opcional de Leer  

    Viendo el gráfico de estadística de mis escritos, es "evidente" que escribo como sublimación ante la falta de sexo; he podido hacer el gráfico, ya que escribo en "OneNote" y pone fechas). El gráfico, abajo expuesto, me viene bien para "demostrar" que la libertad no es tanta, que hay "determinantes" de los que uno no puede escapar, que si uno analiza su vida hay patrones que emergen. Pensamos que hemos decidido hacer tal acción, desde nuestra libertad, pero en realidad es algo que "empuja" desde lo más elemental del cerebro (hormonas, neurorreguladores, instintos, "reglas" del ADN...), los cuales desconocemos. Por otro lado sale a relucir la carga del sexo en la sociedad, pues este "entreteje" casi todas las tramas de nuestras vidas, nuestras acciones y nuestros pensamientos de modo sublimado. Si se hiciera lo mismo con otros artistas saldrían patrones similares; desconozco si ya lo han hecho. Me encaja a la perfección cada bajada y subida según cada época del año, me conozco bien. Pero sí me ha sorprendido el alto pico de julio, pensaba que iba a ser una joroba de subida y bajada más suave durante todo el verano. Esa bajada extrema, de la segunda quincena, suele ser una rotura de la presión tan alta, un "ya no puedo más", que suele darse como un estado más caótico, la retroalimentación positiva llega a su curva máxima de permanencia en el orden; lo que conlleva a la irritabilidad, por dormir poco, el exceso de calor y el imperioso sexo, en unas calles muy sexuadas (mi control es no salir, no ver; todo estos son apreciaciones desde un celibato forzado por las circunstancias, de hace años, lo que me hace entender a los Incel), ahora ya estoy vacío, ya no hay creación de ideas, sólo queda perfilar los escritos. Hay estudios que dicen que se dan más suicidios de hombres en julio, pero he buscado el estudio en mi ordenador y no lo encuentro, y otros que he hallado en Internet dan otras medias, pues parecen estar relacionados por los países y sus latitudes con respecto al calor. Tampoco sería ético buscar el que "me daba la razón". Al parecer también aumenta la violencia de género, pero no hallan motivos. ¿Porqué no relacionan libido -alta carga de testosterona- y por ello tendencia a la irritabilidad y el calor? Si he encontrado estudios con respecto a unir suicidio y libido, y en el hombre sí hay esa relación. Faltan estudios multidisciplinares que unan los conceptos de los sistemas complejos, las neurociencias, sexualidad y la psicología evolutiva. La clave es entender al cerebro masculino como un sistema de retroalimentación positiva tendente a la criticidad.



    En esta última gráfica, hay una segunda curva de datos de feminicidios íntimos (parejas, color más claro) de los años comprendidos entre 2010 y 2016 en España. Sé las deficiencias de cómo he hecho la comparación, y que no están pareados en las alturas correctas (y otros datos estadísticos a tener en cuenta), pero llama la atención el pico de los meses de verano y como van a la par en la caída de las siguientes quincenas, y el pico de la segunda quincena de noviembre. La cuestión del pico en verano, no es tanto la unión de la testosterona y el calor, en sus capacidades para hacer que se esté irritable, sino el hecho que la testosterona tiene picos óptimos donde aúna todas las capacidades cerebrales y corporales para centrarse u obsesionarse en algo; que en mi caso como soy creativo se "expresa" en escribir o pintar que si fuera por el calor me lo dificultaría, mientras que en alguien con problemas con la pareja, dichos picos, se centrarán u obsesionaran en los conflictos, en donde sí se sumaría la irritación por el calor. Como he explicado arriba, en la segunda quincena de julio se produce una rotura de ese estado, como una burbuja de jabón y agua que de repente estallara. En ese nuevo estado ya no hay capacidades mentales para centrarse (u obsesionarse), ya se duerme algo más, pues el cerebro rumia menos, y se hace de forma más dispersa, sin centrarse en una cosa concreta en lo mental. En el artículo del ABC argumentan que es porque es época de vacaciones y pasan más tiempo juntos, pero en la gráfica hay una caída en la segunda quincena de julio y se mantiene en agosto, que son también meses de vacaciones, y es una caída y mantenimiento muy igual a la mía. Otros datos a tener en cuenta es que mientras que en mi caso la bajada, de la arousal en diciembre, es de no actividad creativa; es una tendencia algo depresiva, lo que puede conllevar a la crisis de feminicidios de navidad, pues en definitiva hay una situación familiar (o la separación) que crea tensiones. También hay que tener en cuenta que en los feminicidios las tensiones son de dos personas. Las mujeres tienen crisis en marzo, pues se suicidan más en esas fechas, lo que explicaría la subidas de marzo, que en mi caso al estar sólo no tienen ninguna incidencia; algo similar ocurre en la primera quincena de octubre, en mí hay una bajada, y en feminicidios un alto pico inverso. Lo que trato de mostrar es que es la testosterona y la libido del hombre la que principalmente repercute en los homicidios. Por lo demás, lo ya dicho, sé que sólo lo he hecho con una comparativa a partir de un sólo individuo -yo-, pero si se analiza a través de las bajadas de las libidos (o nivel de testosterona) de los hombres, que esos datos seguramente estén en algún lado, se verá una correlación. También se necesitarían más años en la estadística de feminicidios, sólo encontré una tabla de esos años, que por comodidad la puse a quincenas, pues la mía estaba hecha así.

   Si la violencia doméstica tiene relación con los ciclos de la testosterona, el feminismo se "equivoca" al centrarse en "proteger" a la mujer, pues si el foco se centrase sobre el hombre, con terapias que redirigiesen su ira y talleres ocupacionales, donde direccionase y sublimase las etapas altas de la testosterona, seguramente sería un procedimiento más acertado.

Fin de lo opcional

   

Creatividad y tipos de cerebros

  Hay diferencias entre el hombre y la mujer en sus creatividades a partir de la líbido y la sublimación. Está claro que yo como hombre no puedo saber si es igual, si tienen ese alto componente sexual sublimado. Trato de determinar diferencias entre los sexos, por el mero hecho de la presencia tan evidente e insoslayable que es para el hombre su pene erecto, pues es una manifestación clara en nosotros del estado de la libido cerebral y hormonal, y dado que su "omni-presencia", en tanto que toma de conciencia, hace de retroalimentación positiva en el cuerpo y el cerebro. En un documental decían que las mujeres no son conscientes de las erecciones del clítoris en su día a día, cuando sí se producen; ya que se han hecho experimentos en donde se les ponía sensores y no acertaban a saber cuando lo estaban (ver vídeo sobre dicho experimento); esto implicaría que el cerebro femenino inhibe las respuestas físicas, "obedeciendo" sólo a las cognitivas, guiadas por el prefrontal, que hace de filtro (descargar documento sobre la investigación). En la mujer se da de forma más común el trastorno de deseo sexual hipoactivo, que está relacionado con la baja cantidad de testosterona, la cual suele ser la que se receta para paliar dicho trastorno, lo que demuestra la alta relación de libido y la hormona sexual masculina. Bajo esta idea no sé si realmente lo explicado arriba, de hacer amagos de masturbarse para activar la previsión de premio y así estudiar mejor o estar más creativa, "funcionará" en la mujer. En las web cam y el porno simulan todo lo que quieren masturbaciones, pero es casi como si se tocaran las narices. Tienen que poner intención, "deshabilitar" el filtro de "no-sexuado", y bajo estas premisas no parece que tal método pueda funcionar en las mujeres, pero tampoco puedo afirmar que no. Muy distinto del hombre, donde nuestra libido, sublimada o no, es la que "conduce" nuestra vida. Pienso que en la mujer impera más el método y la organización de los pensamientos (Madame Curie como ejemplo), por el simple hecho que lo explicado en el hombre es retroalimentación positiva, y en la mujer, su sistema hormonal, tiende a la retroalimentación negativa (auto-organizativa). Puede que en su alto periodo de fecundación haya un equivalente hacia la retroalimentación positiva, pero se pierde en unos días (se manifiesta más en las mujeres con el  trastorno disfórico premenstrual), esa disforia la llevan muchos hombres durante todo el verano. No estoy buscando qué "máquina" intelectiva de los dos sexos es mejor, tan sólo trato de mostrar que son distintas. En la primera época de competición entre Apple y Microsoft se diferenciaban en sus microprocesadores, el primero tenía un Motorola, instrucciones más cortas, pero más rápido, y el segundo Intel, instrucciones más largas, pero algo más lento. Hacían lo mismo: eran máquinas multi-propósito, pero una y otra tenían ciertas ventajas y desventajas dependiendo de los programas. El hombre y la mujer en esos son iguales, son dos máquinas en donde las funciones del prefrontal son multi-propósito, son igual de inteligentes, solo que el cómo el cerebro "resuelve" los problemas, es por distintos caminos, rutas o formas. La ventaja del macho, en su visión espacio-temporal (sí, le uno la temporalidad a la ecuación, está explicado en otros escritos), le hace trabajar y extrapolar estas rutinas en problemas abstractos de forma más óptima, pero tiene desventaja en unir conceptos y palabras, lo que le causa problemas en lo comunicacional, y en "traducir" su saber en palabras. He puesto dos ejemplos típicos, por ser los más conocidos, pero hay otros. En el hombre la dimensión sexual, por su retroalimentación positiva, es un añadido, que por lo demás no siempre opera, sólo en algunos tipos de cerebros, con el consecuente problema de ser más tendentes a las enfermedades y los trastornos mentales, por "jugar" demasiado tiempo en sus límites (casos como David Helfgott representado en la película "Shine", o John F. Nash representado en "una mente maravillosa", o Jackson Pollock en la película "Pollock, la vida de un creador" o el propio Vincent van Gogh). Las neurociencias encuentran diferencias por todos los lados, solo que los test no "resuelven" los porqués de esas diferencias, puesto que los test sobre los sexos dan más o menos los mismos resultados. Las diferencias se ven en el día a día, en la vida, que es para lo que se hicieron los cerebros, los test son abstracciones de problemas, que en muchos casos no tienen que ver nada con la vida. De hecho alguien muy inteligente puede dar peores resultados que alguien menos inteligente que lleve años haciendo test, si el primero nunca ha hecho ninguno. Me imagino por ejemplo a Alejandro Magno, ante varias series de test, seguramente cualquier opositor que lleve años le ganará. El cerebro de dicho Emperador lo era ante el campo de batalla, en lo político, en cada terreno y ante cada problema. De cualquier forma el cerebro humano cuenta con el prefrontal, que es como el equivalente de un microprocesador multi-propósito y es este el que mide los test, pues es este el que da los resultados, independientemente que llame a otras partes del cerebro, pues este es el que al final revisa (conciencia de). Cuando en el día a día no siempre es así. O dicho de otra forma: la arquitectura del microprocesador Motorola e Intel eran distintas, pero si se les "pedía" que hicieran una gráfica a partir de una ecuación daban el mismo resultado. No fallan lo que encuentran las neurociencias, fallan los test a la hora de dar testimonio de esas diferencias, porque sólo se detienen en los resultados. Como un todo, esas dos "máquinas" muestran sus diferencias en sus motivaciones. En los test, ante una hoja, abstraído, en donde se llega a un estado de autoconciencia, donde la propia conciencia es la que ocupa la conciencia, el proceso va desde el prefrontal hacia adentro, mientras que en la vida es a la inversa: las soluciones saltan al prefrontal desde dentro, como intuiciones y corazonadas. Está claro que una esencia de la naturaleza es la ley del mínimo esfuerzo, yo soy horrible en la interacción humana, que es un tipo de inteligencia, pero tampoco me motiva. Me motiva dejar que mi cerebro divague en conceptos abstractos, pues yo siento como si me moviera por un terreno, del cual cada vez tengo más detalles. Hay ciertas cosas que están arriba, algo pendiente está a la izquierda, busco y profundizo hacia la derecha, eso me hace dar vueltas, pero siempre avanzando. Finalmente "trazo" esos mapas en estos escritos que me llevan horas, por mis problemas con el lenguaje. Igualmente cuando escribo tengo un mapa mental de los últimos escritos -seis, ocho- y si tengo que añadir o corregir un texto o párrafo, a veces por el simple hecho de cambiar un adjetivo, sé dónde está. En muchos casos entre más de quinientas páginas, y paradójicamente no tengo una buena memoria a corto plazo, apenas de cuatro o cinco item. Posiblemente me "muevo" por los escritos como lo haría en la naturaleza, teniendo referenciales, en donde todo está en una especie de plano, y donde tal capítulo es como un bosque, diferente de otro con un terreno más accidentado. Hay barrancos, nudos en las tramas que he de revisar. A veces me fijo en algo marginal que he escrito, y que tiene la potencialidad de crear nuevas ideas. Se que al escribir tengo un plan, pero en muchos casos esas potencialidades, que emanan del encuentro de las palabras y los conceptos, me llevan por nuevos caminos. Cuando estoy en la naturaleza hago lo mismo: la mayoría de las veces no tengo metas, improviso sobre la marcha. Me detengo en encontrar detalles de tal árbol o roca, y cierto "algo" que se insinúa en el horizonte me hace cambiar de ruta. Siempre hay que mirar atrás, siempre hay que tener puntos referenciales. El cerebro cada vez tiene más detalles del terreno, plano, cambios de tipo de vegetación, si un riachuelo es el mismo que encontré cientos de metros más arriba, de los que yo no siempre soy consciente. Llevar todo ese saber a la conciencia es un proceso que no todos llevamos a cabo. A mí sí me motiva. O sea y al fin y al cabo, que cada humano tiene unas motivaciones, y por orden general, por las diferencias de los cerebros de hombre y mujer, unos y otras tienen distintas motivaciones, o cosas que les va a costar más o menos. Yo me muestro torpe y estúpido en muchas situaciones y juegos, y por más que he tratado de entrenar la memoria a corto plazo -años- no ha servido de nada. Los últimos estudios afirman que no hay realmente un impacto consistente en el tiempo del entrenamiento de la memoria de trabajo, sube en ese momento pero vuelve a su media pasadas unas semanas. Por otro lado se ha comprobado que el estrés de los entrenamientos, que se resume a calor en el cerebro algo que trata de evitar el sistema, provoca falta de neurogénesis en el hipocampo, con lo que a la larga es perjudicial. Bajo mi punto de vista las personas con déficit de atención y bipolares son un tipo de apuesta que se centra en la rapidez para el cambio de atención, apoyados por la memoria a medio plazo, frente a la retención, apuesta válida para la acción, pero no en el mundo actual de educación en donde se prioriza la atención en las clases. Hay ciertos límites para cambiar la estructura cerebral, no todo es neuroplasticidad. En experimentos con ratones se "intercambiaron" las funciones de varias partes del cerebro: nunca llegaron a ser igual de hábiles que las zonas "nativas". Se tiende hacia lo que cuesta menos (tiempo y energía), pues ese menos define nuestro tipo de cerebro por lo que le es fácil, pero esa regla no impide que un cerebro de un sexo u otro lleguen a lo mismo si luchan por ello. ¿A qué se puede resumir todo lo anterior?, se hacen esfuerzos académicos para que los dos tipos de cerebros sexuales trabajen igual, pero ¿no sería más óptimo sacar el mejor partido de cada tipo de cerebro? En el deporte se procede así, incluso en el mismo sexo, si alguien es bueno para salto con pértiga, ¿por qué hacer que sea un buen velocista si quizás nunca llegue a acercarse a los más motivados y más preparados para ello?

Malurus-cyaneus
    En una dimensión más banal, hay que tener en cuenta que el macho en el reino animal busca meramente el sexo, a la replicadora, en donde esta es "menos bella" o es más "normal", por carecer de dimorfismos de ese tipo. Una hembra ave suele ser de color pardo, para camuflarse de los depredadores, frente a los machos que tienen grandes plumas coloridas. En este caso a la mera búsqueda sexual del macho masculino se añade el plus de buscar la belleza. Lo que ha provocado que esa tendencia y dimorfismos sexuales se incrementasen a lo largo de la evolución y más tarde en lo social. Teniendo en cuenta este nuevo dato, el rapto en el macho humano es más intenso, que el que se pueda dar en otros animales, puesto que está ese otro componente de la mujer como belleza sexuada. Es muy posible que la unión de estos dos hechos, 1. la sobre compensación hacia lo creativo, y 2. la belleza sexuada de la mujer que le creaba ese constante prurito en el "alma", a modo de  limerencia "soportable; repercutiese a que ciertos machos, en la actualidad llamados divergentes, "se" mantuviesen activos como retroalimentación positiva, hecho que ha "movido" el mundo y que nos ha llevado a la actualidad.(4) Hay que deconstruir este hecho, ese inicio. La evolución "juega" con los conceptos, como cartas que no deja de entremezclar. Si la replicadora era ahora la belleza, esta necesitaba saber la intensidad y la profundidad de lo que aquello significaba. Ya no le valía ser seleccionada como portadora de los mejores genes por el alfa, que no lograba apreciar en profundidad sus signos. Necesitaba un nuevo tipo de mirada del hombre, y esa tenía que  ser la del artista, ese que en su anterior "papel" era el chamán, ese ser que conectaba con las esencias del mundo, con esos arcanos que la naturaleza le susurraba. Estamos ante un encuentro extraño y altamente simbólico de la historia humana, del devenir de la especie, del nacimiento de nuevos conceptos cerebrales. El artista se volvió en ese otro "dios", al nivel del alfa, en donde su orgullo tenía esa misma capacidad del líder, de no dudar de sí mismo (orgullo narcisista, pues nacía de la "adquisición" de las propiedades del auto-replicador), por entender que su arte era incontestable e incuestionable. La replicadora tenía como espejo a un auto-replicador, alguien que se fecundaba a sí mismo por ningún otro germen que el dolor de lo faltante. Ante tal hecho ese faltante no podía ser otro que la belleza de la replicadora. Hay que detenerse a pensar, en profundidad, en toda la simbología que entraña tal encuentro. Espejo y rostro, auto-replicador fecundado, no con la vida, sino con la pequeña muerte que provoca la limerencia de no poder asir aquella belleza que tenía que haber sido, por derecho natural, para el macho, para sí mismo. Al hacer de espejo de la replicadora le "robaba", por breves momentos, aquello que tenía que haber sido suyo, en donde el artista se quedaba embebido, arrobado (que proviene de robar y por lo tanto de raptar) y embobado mirándola, pudiendo incluso llevarle a caer en el síndrome de Stendhal. A la vez la replicadora odiaba ese acto, ese hurto de sus esencias, pero que indistintamente a este conflicto, lo "necesitaba" en algún nivel profundo de su ser. Doble juego que quizás sea el que subyace en esa icónica imagen de drácula mordiendo en el cuello de una dama, y en donde mordedura y entrega forman una unidad. Esa lucha, que empezó en algún momento del pasado, y del que es manifestación la Venus of Brassempouy, datada en 25.000 años de antigüedad, permanece aún hoy en día y es uno de los dilemas a los que se enfrenta la mujer y el feminismo. Para bien o para mal la replicadora tiene una extraña complicidad, que no es meramente externa, sino simbólica y ontológica, con el artista. Caminan por sus vidas, se encuentran sin buscarse, y crean esos momentos simbióticos, en donde la limerencia es de un nivel más metafísico, y tal encuentro deja su rastro en el Arte. Hacer mención especial a la película "la bella mentirosa", por ser la que mejor ha sabido retratar tal encuentro.

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La Mirada Homosexual

   Un último apunte para cerrar el tema del rapto. Si la mujer de repente capta que la que le hecha ese tipo de mirada es una mujer, ya sea homosexual, del tercer sexo o género fluido... ¿se sentiría igual de molesta, de limosa, de raptada? No lo sé, y no lo puedo averiguar. El primer problema viene dado a que no se capte como de deseo, pues no se sabe la tendencia sexual de esa desconocida, y por defecto, para bien o para mal, es que sea tomada como heterosexual. Y el tema de los piropos -otro problema pequeño burgués feminista, que además yo nunca he visto al ir por las calles o lugares públicos, ¡y ya tengo años!, no sé si será por la ciudad o el barrio en el que me muevo, o se refieren a los halagos-, aunque improbable, pero no por ello imposible, ¿molestaría igual que la que piropease fuera una mujer? Habría que preguntar a muchas mujeres para tratar de hallar una media. Por intuición, todo apunta a que no. El tema es complicado de analizar, puesto que el feminismo ha alterado aquello a estudiar, como ya he apuntado en otras ocasiones. Si se hace ahora esta pregunta, toda mujer se va a poner a la defensiva, a que en algún lado de la pregunta hay alguna encerrona. Si hay algún sociólogo leyéndome sería interesante hacer ese experimento en la calle, que una mujer piropease a otras y después preguntarlas cómo lo han sentido. Mi intuición es que el rapto limerente de la mujer "carga" de fondo con el miedo atávico a la violación, como una amenaza latente soterrada; que como ya he dicho, es a la vez miedo a dos cosas: miedo a la muerte por agresión, y miedo a un embarazo indeseado, que en la prehistoria igualmente podría significar la muerte. De ser así, ¿sentirían de fondo un temor/odio a todo hombre de baja jerarquía?, eso explicaría el sentimiento de los Incel; que por lo demás, sin en miedo a la violación, sería igual de jerárquico en los hombres sobre las mujeres. Este presentimiento, de creer que esa mirada de una homosexual realmente no les molesta, se basa en el hecho de que otra mujer no las puede violar o generar violencia para ese fin.(2) Por otro lado, el tema sobre las miradas o los piropos sobre nosotros, no los tenemos como "problemas", nos son indiferentes... de nuevo repetir que yo no he presenciado ningún piropo. Pero si fuera así, entonces de nuevo, es jerárquico, el alfa no viola (quizás pueda darse alguna excepción), ahí está el caso de Mick Jagger de 4000 mujeres; lo hacen sobre todo los de las posiciones más bajas. Dicen en la serie "Dietland" que "toda mujer teme morir a manos de un hombre" (todo asesinato es primeramente simbólico, mata aquello de lo que es signo), pero no sé el origen de tal afirmación y no hay forma de buscarlo en Internet, pues sólo salen casos concretos de los diarios de todo el mundo y no el origen de tal frase. Creo que el libro no es tan tajante y se refiere a que a las mujeres se les educa para que teman a los hombres, a la oscuridad y los sitios solitarios: la triada para que ocurra la violación o la agresión sexual.

De Vuelta con la Limerencia


    Hay que detenerse en la lectura de Sartre. Si yo soy repetición, Sartre es repetición de repetición de repetición. Hay que estar pendiente cuándo introduce alguna novedad a la "trama", que amplíe información o aclare algo. "El Ser y la Nada", aunque incluye la temporalidad, es un libro que analiza constantemente el "aquí y ahora" del Ser del para-sí, de ese proceso por el cual el para-sí, libertad, se va desmadejando y construyendo. Y lo hace deteniéndose en la mirada, en donde nace la corporeidad, y a partir de este cuerpo la vergüenza, el deseo sexual, el amor, etc. Su transcendente, su salir de ese eterno "aquí y ahora" es Dios, en la medida que el para-sí ansía un estado que siempre se le escapa. Para Sartre todo para-sí quiere ser fundamento y corazón de un en-sí, no ser esa nada que se construye a cada paso. A esa totalidad dada sin fisuras construida desde el principio y hasta el final que no es alterada, pero que "contiene" un para-sí, una libertad, Sartre lo llama Dios. El problema es que existe el otro que con su libertad me niega esa posibilidad. El conflicto del otro lo es en la medida que me entregue su libertad, no objetándolo, no alienándolo de su dimensión transcendente, de un ser "habitado" y constituido igualmente con una libertad. En contra de lo que opinan las feministas de forma reduccionista (después vuelvo a esto). Si puedo llegar a Ser, con esa plenitud faltante, lo ha de ser a partir que el otro me constituya desde su libertad, desde su mirada como esa totalidad constituida con una libertad. Saliéndome de este plano ontológico, y como ya lo he analizado en otro lugar, ese ser es el líder, el héroe, el alfa, donde este se nos da como una totalidad inquebrantable en donde no cabe la duda. "Dudar es de humanos", reza la máxima, aquello que no duda ha de estar en un plano distinto. Ha de ser ese para-sí que tiene como fundamento la solidez de un en-sí, en donde la libertad tan sólo "desarrolla", enhila, esa densidad. En este sentido es por lo que es legítimo poner en el mismo plano al héroe y a los dioses, o a los primeros como semi-Dioses, como se ha hecho a lo largo de la historia. Dios se extrapoló de los héroes y los alfas, y no al revés, bajo mi punto de vista. O sea, si se analiza a través de la evolución, el alfa era la constante, ese a seguir, ese que si faltaba la manada se desintegraba. Toda manada y su poder, con respeto a otras y por la territorialidad, emanaba de las capacidades del alfa (que no tenía por qué ser el macho, entre los lobos igualmente lo es la hembra, pero es más complicado que llegue a ese estatus, por cuestión de que la medida de llegar a serlo es la fuerza). Sólo más tarde, cuando se avanzó en el lenguaje, se podrían a esos héroes o alfas en los cielos.

    Avancemos. ¿Qué busco?, que a estas alturas puede haberse perdido el hilo. Trato de poner al replicador como idea central, en donde para Sartre este era el constituirse como Dios, o Ser que sólo es causa de sí, dilema heredado de la cultura occidental. El problema de su filosofía viene de aquí. En que los lectores acepten esta idea tan extraña, que no les encaja si se analizan a sí mismos. En afirmar que cada humano, en su Ser, quiere ser Dios. Suena a extralimitar las ideas. Sobre todo teniendo en cuenta que no existe algo así como Dios. Bajo mi punto de vista se quiere algo más banal, como el liderazgo, en donde en tal situación la gente te entrega su libertad, pero a la vez tampoco puede reducirse a esto. Si se sigue la regla que todo se construye a partir de un primer ladrillo, ha de analizarse y seguir la pista de ese primer ladrillo. Esa pieza o clave es el llegar a ser el auto-replicador puro, no escindido en dos sexos, nuestro vacío o limerencia es volver a ese estado inicial. En esa medida buscamos eternamente a una pareja para llenar ese vacío, esa falla de ser causa de sí, en donde el otro tiene que elegir entregarme su libertad, a la vez que yo hago lo mismo: entregando nuestras libertades a un proyecto, a una unión. Pero todo esto pasa dentro de una especie en donde lo que prima son las jerarquías y por lo tanto los conflictos de sus libertades. Ese Ser que es sólo causa de sí mismo (ens causa sui) ha de ser aquel que esté fuera de ese conflicto de las jerarquías y el conflicto de las libertades. Aquel auto-replicador que carecía de un faltante para dividirse en dos (clonarse, bipartición), aquellos primeros seres unicelulares y bacterias que llenaban los océanos primigenios. Es más, la diferenciación a dos sexos, fue ese primer "conflicto", y nacimiento de lo jerárquico, por el hecho de los distintos medios y finalidades de estos dos sexos. Ese conflicto "nace" o crea el estado limerente, puesto que es aquel escollo a solucionar para llegar a ese estado previo sin dos sexos, en donde todo encuentro humano con el otro sexo es el conflicto de esos medios y finalidades que se expresan en sus libertades. Así se cumple la regla que predice Sartre al afirmar que el deseo no está unido a lo biológico, pues es un concepto, dado que la limerencia -deseo de unir dos entes separados, en dos sexos, a un sólo ente o replicador-, es una parte ontológica del ser humano. Con este previo a tener en cuenta, partimos con que la base humana es la indiferencia, por lo tanto hay que salir de la indiferencia, que alguien se fije en ti, para llegar a ese posible proyecto en común, a esa salida de este "ruido de fondo" de sentirse sólo, que es no tener pareja: ese estado limerente previo a toda limerencia concreta. Hay que volver a ser más prosaicos. En una manada gregaria, de ovejas por ejemplo, cada cual va a lo suyo, lo que emerge es esa indiferencia total. En las manadas en donde se da el alfa todo cambia, puesto que lo que cuenta es subir escaleras o bajarlas: las jerarquías. En ese sentido la base es el conflicto, la no-indiferencia. O puedo ser indiferente sobre los que están en los escalones de abajo y no indiferente de los que están en los escalones de arriba. Medirme con alguien de cinco escalones de abajo es bajarme a su escalón. Hacerlo con alguien cinco escalones arriba es promocionarme. La libertad se pone en juego ante estas complicadas estrategias. Pero toda esta temática está en este capítulo que trata de analizar la sexualidad. ¿Por qué es central el sexo entre los animales que se basan en las jerarquías? (a veces me veo estúpido explicando cosas tan elementales, pero es que parece que las hayamos olvidado o que las queramos ignorar, como hace el feminismo). Porque los alfas machos y hembras tienen unos privilegios con respecto a sus posiciones. Igualmente tener sexo con los alfas es poder subir escalones en la jerarquía. ¿Por qué sino esa obsesión humana de poder alcanzar a actores, actrices, cantantes, modelos y demás personas de alto rango?, que dicho sea de paso es más propio de las mujeres, y remarca su tendencia hacia la élite y lo jerárquico; ¿por qué tanto miedo de llegar a ser tomado como un "perdedor/a"? Hagamos un balance con lo que tenemos hasta ahora. Hay tres vacíos: 1. todo para-sí quiere tener densidad de en-sí, este nunca puede ser suplido, pues es una facticidad del Ser de la conciencia, en tanto que eterno buscador de lo faltante. En la vida ese faltante puede ser el alimento o el sexo, pero ese faltante de la conciencia es el siguiente segundo, que al alcanzarlo tiene otro por venir. Es la libertad desplegándose en el tiempo, la apreciación de la libertad en el tiempo, como construyéndose. 2. Uno de esos faltantes es un otro para el sexo, para la replicación, en tanto que en un principio no existía tal división y se busca ese Ser-unidad que tiene la capacidad para la replicación, en donde dos libertades se entregan en un proyecto común; esta falta produce el estado limerente. 3. Dado que todo otro es en tanto que conflicto, en donde la libertad está en juego, el líder o alfa es aquel que porta las mejores capacidades para ser un ser compacto, donde sus acciones no contienen la duda. La evolución le porta con las mejores cualidades para que tal posibilidad se cumpla. Es el estado más similar a ese ser-en-sí que tiene como fundamento al ser-para-si. Es ese ser al que se le entrega "más fácilmente" la libertad. Lo demás se sigue de estas premisas. Se busca la ausencia de limerencia, se suple el segundo punto, y el estado más perfecto para que esto sea posible es emparejándose con un alfa, se suple el tercero en tanto que uno se pone a su mismo nivel. Con pareja y de líder es el estado más alejado de la limerencia (erótica del poder o síndrome hybris). Creo que queda zanjado el tema de la importancia del sexo y sus porqués. Y creo que resulta evidente el problema de los Incel (¿perdedores, nacidos con "malos" genes?), pues están en el estado más limerente posible, ya que ni pueden alcanzar tener pareja, ni pueden alcanzar a los alfa. ¿Tiene importancia cómo se vista uno y quien te mire o no, bajo estos planteamientos? Mejor un líder que un perdedor. La mirada de un perdedor está muy cercana a ser un rapto limerente, un tipo de violación, pues el estado más alejado y "perfecto" es junto a un líder como pareja, que de paso "nos resuelva" la limerencia. Por descontado que el artista o cualquier otro tipo de creativo divergente, puede escapar de todos estos planteamientos, pues es un tipo de líder y al ser auto-replicador escapa de la limerencia hacia el otro sexo, si así lo desea. Por otro lado hay que tener en cuenta que dada la evolución humana, el concepto de alfa se ha vuelto difuso. Cualquier persona que sea segura, creativa, empática, asertiva y decidida, características de alfa empático, es susceptible de ser seleccionada como pareja, y de portar ese todo deseado en el estado limerente. Vuelvo a mi búsqueda o investigación. A trivializar toda esta estructura en el contexto diario.

Creatividad y Símbolo Atávico


     Algo que sale a colación entre la idea del morbo y la búsqueda del replicador universal o puro, y que se me había pasado por alto hasta que no he descubierto el segundo, es que el morbo está atravesado por la creatividad, que recordemos es una forma en donde se manifiesta la replicación, pues todo acto creativo es hacer "nacer" algo que no existía, crear, es traer algo al mundo, que emerge desde la imaginación, de una imaginación que está transida de la idea de auto-replicarse. Si por algo se caracteriza el humano es por la creatividad: es una de nuestras esencias. Lo humano no puede explicarse sin la creatividad: desde las artes, hasta las ciencias, pasando por las técnicas. Cuando veo algo que me da morbo, algo que se insinúa, algo que se ve y se oculta a medias, está llamando a mi imaginación, a mi creatividad, para re-crear lo faltante…, que en el fondo puede ser reducido a la capacidad que tiene la vida para replicarse. Recordemos, del capítulo anterior, que la vida, como abstracción, puede reducirse a la trinidad del existente, lo faltante y lo fallido. Cuando mi cerebro haya en la naturaleza algo con la misma estructura, está impelido a hacer lo mismo que hace la vida, buscar lo faltante, para crear el estado completo. Hay otra dimensión más en este proceso. Puesto que entra en juego la imaginación, el cerebro en definitiva, y todo el cerebro son signos y conceptos atávicos, primitivos y que no están definidos en palabras, sino como cargas mentales llenas de un sentido profundo que la conciencia y las palabras no logran alcanzar y verbalizar, y que cada uno de estos tienen una carga emocional y en algunos casos de morbo, o deseo sexual que conlleven prohibición o tabú; cuando imaginamos algo sexual, a partir de lo que nos entre por la vista, el cerebro puede hacer llamadas o estar asociado a estos signos con una alta carga morbosa, lo cual incrementa el morbo y la excitación. Decía Heráclito que "una conexión oculta es más fuerte que una obvia". Esto puede parecer similar a las teorías del psicoanálisis, pero yo le agregaría una diferencia profunda. En un ejemplo proveniente de Freud, no es que se desee a la propia madre, sino que el cerebro crea una abstracción del concepto madre, que tiene una carga simbólica de tabú y se "añade" al deseo. Un ejemplo de esto es el concepto y porno MILF, no es tanto que cierta mujer madura tenga una carga sensual o sexual, sino que lleve implícito que es una madre, en donde tal concepto cerebral está unido al tabú y lo prohibido y crea una mayor excitación. No es sublimar a la propia madre, esa persona real de carne y hueso y con una personalidad. Es el puro signo de madre en su abstracción y ambigüedad. Al modo de las ideas platónicas. Cuando alguien nos dice mesa, no pensamos en una mesa concreta, el cerebro tiene una abstracción de lo que es mesa, que no son palabras, que está en el cerebro como mentalés, con su propio lenguaje cargado de qué, para qué y cómo, y un sinfín de emociones y recuerdos. El imaginario colectivo sólo es vientre, y nada de cerebro; engulle, pero no procesa. Hace falta ese procesado: ese análisis y "limpieza" de lo simbólico, en esa dirección van ciertas de mis deconstrucciones. El concepto de madre es un ejemplo claro y es igual de "borroso", en tanto que arquetipo, en este caso con un añadido "libidinal", pues tiene agregada una carga de prohibido que se suma a toda situación sensual o sexual o en definitiva de morbo o excitación. Por esto se propaga y hay un porno sobre el incesto. No son incestos reales, pero crean y hacen llamadas a esas cargas de signos y conceptos cerebrales atávicos, que incrementan la excitación y el morbo. El que dichos conceptos tengan dicha carga prohibida no es nuevo, ni social; se debe a que en los cuellos de botella, en donde la supervivencia de la especie se ponía en peligro, se tendía a "recurrir" a la endogamia. Ha venido ocurriendo hasta hace relativamente muy poco; cuanto mayor se aísle un grupo en una zona remota del planeta, más tiende a esta práctica. Aquí hay que apuntar algo que ya dijera en otro escrito (un viaje a Abilene): en la adicción al sexo se crean umbrales, que una vez que crean habituación han de llamar a situaciones o novedosas o que traspasen prohibiciones. O dicho más llanamente: cuando el porno "normal" ya no excita, se recurre a vídeos más extremos y que contengan simulaciones de incestos y violaciones, o la seudo-infantilización.

Deseo Sexual
 
   En este ejemplo del gráfico, el cerebro ni siquiera analiza lo faltante, va de lleno al Ser como totalidad. A la conciencia ya nos llega como lleno de sentido. Luego es un proceso que el cerebro hace sin supervisión, y lo hace con estructuras muy antiguas. Lo que quiero decir, por si no es evidente, es que no intervienen facultades como la razón, la voluntad, la atención, o la intención. Si en la selva veo unas manchas negras muy geométricas, aunque el resto del cuerpo esté oculto porque su color es similar al de la hierba seca o el terreno, deduzco que es una pantera. Actúa quizás más en las personas más imaginativas y creativas, pues "ven" cosas que el resto de humanos no ven. Siempre se ha unido artista a sexualidad. El cerebro es totalizante, metaforizante, siempre rellena lo faltante (finalización amodal). Y más en algo tan instintivo y básico como el sexo. El morbo, así, cobra una nueva dimensión que ya no es tan banal como el simple disfrute de la vista. Está llamando a una estructura antigua, en una doble vertiente, en tanto que instintiva, y en tanto que replicadora, haciendo de una suma de componentes que incrementan su capacidad secuestradora de los procesos mentales. El morbo deja de serlo cuando no llama a la imaginación, cuando deja de existir tal componente. De ahí la frase de "deja poco para la imaginación", pues puede llegar a restar todo el morbo
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WGGdOii
 

De Vuelta con la Limerencia II

    El resto de conclusiones se siguen de todas las reglas arriba expuestas. Otra cosa que había ignorado es que la prohibición no sólo nos vienen de las convenciones sociales. Es muy posible que el origen de estas convenciones vengan de las jerarquías. Al líder, a los antiguos emperadora\es, no se les podía mirar a la cara. Aún se mantiene en muchas culturas y protocolos. Sólo le estaba permitido hacerlo a sus iguales. No es distinto de lo que hacen los animales. Por el contrario, siempre hay que dar muestras de sumisión, posiciones más bajas, agachar la cabeza, las orejas o el rabo, etc. Cuando una persona que es un 2 mira a alguien que es un 10 no le está permitido, tiene ese mismo rango de prohibición. No es algo que esté establecido en lo social, pero es algo que tenemos interiorizado en el ADN y se manifiesta en comportamientos del cerebro y de nuestros cuerpos. La vida, fuera de la indiferencia, sexuada y atravesada por las jerarquías, es siempre un juego de exhibicionismo o seducción, y de voyerismo y manipulación. Recordemos que la vida es transmisión de información, todo en el humano es transmisión y lectura de información. Ninguna pose, ninguna elección de ropa, está fuera de este juego. Si elijo una ropa y unas poses frente a otras, estoy dando un tipo de información y no otra. Estoy marcando en definitiva mi estatus, mi jerarquía. Salir a la calle de una manera frente a otra, es querer mantenerse indiferente, o salir de la indiferencia. El ser un 8 en vez de un 5. ¡Si el vestir es indiferente invito al que lo afirme salir en pijama!  Si por el ropaje y los modos de operar subo dos escalones eso que gano para alcanzar a un 10. Esto me recuerda el estribillo de "antes muerta que sencilla". En definitiva, y como nos dice Sartre: "seducir es asumir enteramente y como un riesgo que hay que correr mi objetidad para otro; es ponerme bajo su mirada y hacerme mirar por él; es correr el peligro de ser-visto para tomar un nuevo punto de partida y apropiarme del otro en y por mi objetidad", y "en la seducción el lenguaje no apunta a dar a conocer, sino a hacer experimentar", en tanto que recreación de lo faltante, y en tanto que esa llamada a la imaginación o acto creativo del otro transida por el morbo. Sartre nos dice que la seducción no es un fin en sí mismo, ni un lenguaje que se remita a sí, sino a otras estructuras, a otros lenguajes. Esas estructuras son las arriba mostradas del conflicto, en donde lo que está en juego es atrapar la libertad del otro, sin que la nuestra entre en juego, o bien donde las dos libertades se entreguen mutuamente. En la seducción "atrapo" al otro, mi libertad queda en apariencia intacta, pero si se me descubre como jugando a seductor, quedo objetado a la vez en el juego. El juego y el equilibrio de la seducción consiste en jugarlo aparentando que no se juega a él. Esta regla no se aprende sino con la edad y después de muchos "prueba y error". Lo que entra en liza es "quien ligó a quien", quien puso su libertad en juego, o se arriesgó a que estuviera en peligro. La posición pasiva es la que aparece como menos culpable si al final todo sale mal. Las típicas reprimendas y echarse las cosas en cara cuando el amor fracasa, en donde el que inició el idilio es el más culpable o por haber enredado y no cumplir, o por crearse unas expectativas que en realidad no estaban correspondidas en el otro. También se aprende con la edad, y por prueba y error, que como uno se muestre con un lenguaje explícito llama a su igual del lado contrario, por lo que a la larga se tiende a la sofisticación y la elegancia si se quiere salir de ese escalafón. ¿Por qué las madres no hacen ver a sus hijas ese proceso?, en parte porque el argot feminista ha "enturbiado" ese lenguaje ancestral, y en parte porque han perdido el control de su papel rector, ante el peso que tiene la juventud en el panorama actual y sobre todo en las redes sociales. Las dos cosas van de la mano: el feminismo "protagonizado" por la juventud en las redes sociales quieren dictar sus reglas, y justifican su "lucir palmito" bajo supuestas reglas feministas y contra el patriarcado. Tratan de controlar un problema que ellas mismas crean. Por otro lado siempre hay que mostrar cierta resistencia; quien no juegue a este juego pierde: lo inaprensible, lo inconquistable, mantiene ese constante efecto de novedad que tanto seduce. El feminismo sale al paso diciéndonos que no existe tal juego y de esa forma la única libertad atrapada, o que entra en contexto, es la del macho que entra en su nuevo, perverso y ladino juego, al que además dicen que no juegan. Sigue la misma estructura de arriba: seducir haciéndonos creer que esas no son las cartas sobre la mesa. Saliéndose de la ecuación, nos hacen creer que ellas no juegan a ese juego, y que si nosotros lo vemos bajo esos ojos es que somos unos machistas, y que por lo tanto es una interpretación errónea desde la mirada patriarcal. Por otro lado esa posición pasiva descrita arriba, por lo general siempre la ha tomado la mujer, de nuevo nada de patriarcado: era una ventaja para la mujer, un tipo de poder como se ha mostrado arriba. Un lenguaje no se crea si no hay por lo menos dos entes que lo hablen. El juego de la seducción, que siempre implica la mirada del otro, es universal en la vida y lo han jugado los dos sexos. La cola del pavo real, que luce el macho, no tiene otro sentido que la de lucirse y a su vez ser vista. La seducción y la mirada es un lenguaje donde esos dos interlocutores son los dos sexos. ¿Cómo llegar a pensar que el humano escapa de esa regla universal?

   Ahora cambio de plano, a otro más transcendente. La finalidad del sexo no es el disfrute, eso sólo es su medio, su finalidad es la reproducción. Aunque el humano lo ignore, aunque recree su creatividad en los juegos sexuales. Sartre nos dice: "el sí, al no poder ni proponer su supresión como su fin supremo ni elegir como objetivo último un acto particular, es pura y simplemente deseo de un objeto trascendente", que recordemos que para Sartre es constituirse en Dios, pero yo trato de revisarlo. El para-sí es perpetuo vacío, una interrogación atrapada en el eterno "aquí y ahora". Si lograse alcanzar esa meta de ser a la vez ser para-sí y en-sí, quizás ese vacío desapareciese. Hay pocos estados donde esa estructura transmuta, desaparece. Uno de esos estados es el orgasmo. Visto así tal acto tiene dos dimensiones, el puramente lúdico de su placer, y otra que es transcendental, y es ese Ser-para-sí, que por fin logra su meta de transcenderse en en-sí, sin que desaparezca el para-sí. Pero aquí hay una falla. La masturbación igualmente logra esa finalidad, ¿qué falta? Para Sartre esa totalidad sólo puede ser en tanto que un otro está en medio. Puesto que mi ser se me aparece como cuerpo, y este lo es frente a la mirada de los otros, mi totalidad no queda cerrada si a la vez no entra en juego la libertad del otro: "así, como reacción al fracaso del tercer ék-stasis, el para-sí quiere identificarse con la libertad ajena como fundamento de su ser-en-sí. Ser prójimo para sí mismo (…) es el valor primero de las relaciones con el prójimo; esto significa que mi ser-para-otro es infestado por la indicación de un ser-absoluto que sería sí-mismo en tanto que otro y otro en tanto que sí mismo, y que, dándose libremente como otro su ser-sí-mismo y como sí-mismo su ser-otro, sería el propio ser de la prueba ontológica, es decir, Dios". En mi lenguaje: el alfa, o todo acto de héroe, es aquel en donde la duda no aparece, donde la densidad de mis acciones alcanzan su mayor nivel de presentarse como compactas. Por otro lado, al líder se le entrega la libertad, te conviertes en uno con él, en tanto que sus acciones son las que hay que mimetizar (neuronas espejo). Una heroicidad lo es por el hecho que el que la acomete hace la acción sin que intervenga ni el miedo, ni la duda: es pura acción, densidad de Ser. Para aparecer como alfa o héroe -o como ente denso en sus acciones-, el para-sí, que es eterna duda o vacío, o crear distancia con las cosas al dejar "caer" la nada sobre el mundo, ha de desaparecer. "No puedes dudar, si hay algo peor que ser incompetente o malvado, es ser indeciso", dicen en la película "Purasangre". En definitiva: el Ser del para-sí es eternamente nada, que construye un puente mientras camina (avanza) por él. Pero aquí se da de nuevo otra falla. Si alcanzo el orgasmo, sin que el otro lo haya alcanzado, de nuevo no se logra ese "tercer ék-stasis", puesto que el otro me toma como objeto al haber fracasado en el proyecto de integrarlo en su libertad, en tanto que le he convertido en el objeto de mi deseo. O dicho más llanamente y para no redundar: no puede darse esa desaparición de los dos para-sí, en tanto que han de cumplir con la regla del tercer ék-stasis, en tanto que el orgasmo no sea simultaneo. En ese estado se cumplen todas las reglas: la libertad del otro queda integrada, pero a la vez me es entregada, mientras yo a la vez hago lo mismo. En ese estado, los para-sís de los dos amantes, quedan anulados en una totalidad en donde la acción tiene la densidad del en-sí, pero donde sobrevive el para-sí como "testigo" o conciencia del orgasmo mutuo.

    Fijarse que evolución y estructura ontológica coinciden. Para la evolución el orgasmo mutuo es el punto en el cual el embarazo tiene la mayor posibilidad para que este se dé; pues el orgasmo femenino crea convulsiones en la cérvix que "absorbe" el semen hacia arriba y le ayuda en su ascenso. A la vez este acto propicia la monogamia, pues para llegar a ese orgasmo mutuo les puede llevar mucho tiempo a la pareja, y mucho conocimiento y comunicación. Al vincularlos en el plano ontológico, ese en el cual el para-sí se desvanece y en donde es posible el tercer ék-stasis, y la supervivencia de dos libertades que ni se han objetado, y que además se han entregado mutuamente, pueden tender a querer repetir la experiencia una y otra vez. Siempre se ha dicho que la cama resuelve los problemas de las parejas. Creo que en la actualidad cada vez es más complicado o sólo cubre problemas. En definitiva y para dar legitimidad a mi propuesta: el orgasmo es ese estado donde dos entes, dos sexos desaparecen, y hace desaparecer el conflicto primigenio de todo contacto humano, para que emerja un estado que tiene la finalidad de la reproducción, en definitiva de la replicación. Cuando dos humanos orgasman a la vez, ese estado es el más cercano a ese otro donde no existían dos sexos, y sólo existía la vida o esa entidad como auto-replicadora. Ese estado original y primero por el cual la vida llegó a ser vida, que es la replicación. Cuando una pareja termina por ser pareja, el hombre pierde parte de sus características: le baja el nivel de la testosterona, y la oxitocina, propia de la mujer, le inunda. Finalmente cuando se tienen hijos, la prolactina, para crear los vínculos con ellos, le baja de nuevo la agresividad y la testosterona. Al unir estos dos procesos, nos encontramos que el hombre se vuelve más "femenino", más empático, más cercano a las estructuras propias de la feminidad, en definitiva del replicador inicial y asexuado.

     Hagamos el ejercicio mental de poner esta trama en un rebobinado rápido hacia atrás. Una pareja vive felizmente criando a sus hijos, en donde estos se han terminado de fusionar en una entrega mutua de sus libertades al otro. Se ama a la pareja como se ama al hijo: sin límites, entregándose por completo. "El sueño del amante es identificarse con el objeto amado manteniéndole a su vez su individualidad: que el otro sea yo, sin dejar de ser otro" o "en el amor uno más uno es igual a uno", ambas frases de Sartre. Cada acción de la pareja no nos resulta disonante. No nos provocan "vergüenza ajena". Sus acciones y elecciones coinciden plenamente con las nuestras o son muy parejas. El orgasmo al unísono, como el que dio origen a sus hijos, es ese momento que les hace reencontrarse o conectar con ese estado por el cual es posible la unidad en uno mismo, anulación del para-sí, de la conciencia distanciada del cuerpo, a la vez que integra al otro, el cual vive el mismo estado, en esa fusión o enviscamiento de dos cuerpos y almas fundidos en unidad. Estado que es el más cercano a aquel primigenio de un replicador puro. Previamente a llegar a ese estado se han enamorado. De nuevo una trampa de la evolución programada para impeler a que se llegue a esa fusión. El enamoramiento es un estado limerente en el cual el prefrontal queda "noqueado" y toda la química cerebral está "programada" para buscar, unirse y hacer que  permanezcan esos dos lados que han de terminar por ser sólo uno. Antes de ese enamoramiento, se ha "entrado" en la vida sexuada, en el juego de la seducción y la mirada, en un eterno "prueba y error", en donde siempre estaba en juego en qué medida el nivel de entrega era igual por las dos partes, y en qué medida nuestra libertad no quedaba atrapada en una libertad que no era entregada. Con esto enlazo con algo pendiente de arriba. Bajo mi punto de vista la pareja humana busca a un igual. Yo no quiero una dominante, ni una sumisa. Pienso que es la postura más universal. Y no hay que poner una mirada patriarcal a tal hecho. De cualquier forma hay apuestas evolutivas que tienden a la sumisión o al dominio, pero no son tantas; el caso es que se encuentren entre ellas y lo lleven bien. El conflicto viene cuando a una persona le baja la autoestima, que puede ser temporal, y ya no se siente como un igual, sino inferior. O a la inversa, que crezca la autoestima y se produzca un desnivel con su pareja. En algunos casos ante estas situaciones se puede crear una sobre compensación propia, más agresiva, o manipuladora, que haga bajar la autoestima de la otra persona para nivelar. Por otro lado está la cuestión a cómo responda la pareja ante la baja o la alza de tu autoestima, y tú a la vez sobre las mismas cuestiones con respecto a ella. Todas estas tramas, con todas sus posibilidades y ramificaciones, no decantan a una tipología del comportamiento de un sexo u otro. Se dan tantas variables y posibilidades que es imposible analizarlas sin terminar por ser reduccionistas. El feminismo está cayendo en reduccionismos, y por otro lado dada su existencia, "perturba" en su análisis a los componentes analizados. A la menor la mujer se puede poner a la defensiva y tender a agarrarse a argumentos feministas, cuando no siempre son aplicables. Cada caso es cada caso. Somos infinidades de individualidades con sus propias qualias. Cada pareja es un mundo. Por el lado del hombre no hay defensa posible, desde que existe el feminismo es el presunto culpable de toda trama que vaya mal. Puede que por estadística haya más problemáticas con los hombres, pero hay que tener una visión más global y abstracta. El macho en la vida está más lejos de la condición de replicante, se nace femenino y a los meses se "activa" ser masculino. El macho no tiene la premisa de replicarse -sólo en los artistas y los investigadores se da esa condición-, sino de buscar a las "replicadoras". La naturaleza está llena de los ejemplos de sus "desmanes" por buscar a las hembras y aparearse. Ahora que se ha repoblado de lobos Europa, se les hace seguimientos. Algunos lobos errantes machos han llegado a recorrer hasta 2000 kilómetros, para encontrar una hembra con la que emparejarse. Pensar en todas las dificultades naturales: ríos, montañas, heladas, conseguir comida en una Europa cada vez menos natural; sumado a las humanas: cruzar autopistas, bordear ciudades. Limerencia, deseo de buscar la replicación, de ser uno con el replicador: eso explica ese prurito que emerge del fondo de nuestro ADN, que nos empuja a ese tipo de odiseas y extravagancias en la vida…, esa es nuestra principal fuerza y virtud, y a la vez nuestra mayor debilidad y "pecado".

   Resumiendo. Somos seres limerentes, seres que eternamente están condenados a buscar la unión con el otro sexo (género), a sufrir en su busca y por mantenerlo, a ser felices cuando lo encontramos. A buscar al replicador, a recrear al replicador, en ese culmen que es el orgasmo. Banalizamos tal acto, lo doblegamos a que sólo sea placer, nos volvemos adictos a su final, lo buscamos individualmente, en pareja, en grupos, le damos mil formas y cientos de posiciones, pero en el fondo esconde esa sencilla y profunda esencia, que tiene esa doble vertiente de unir dos almas, y de crearnos una breve paz, de apenas unos segundos, en nuestra hambrienta alma corroída por la nada.


(1) Puesto que el morbo está transido de prohibición, eso siempre implica que ocurre ante otra libertad que nos pueda cuestionar, si se ve un vídeo de una chica por la calle con shorts no da tanto morbo como cuando se ve una chica así en la calle. Se puede mantener algo si se sabe que es un vídeo poco legítimo, por estar grabado con una cámara oculta, o si se está en un sitio comprometido en donde alguien nos pueda pillar, pero pierde intensidad. Estar ante un otro, es estar ante un para-sí (libertad), mientras el vídeo es en-sí, ya ha pasado, lo que igualmente resta morbo. Está claro que donde la libertad no está en juego no hay rapto limerente, excepto en el rapto social, donde todas las libertades han sido objetadas por tal rapto (influencia de las modas). No pongo enlaces para no dar publicidad ni sobre el porno, ni sobre sitios poco legítimos.
(2) Nota para una película sobre esta temática de fondo. El film tendría que recrear la atmósfera oscura de "Seven", cámara en mano, o "metraje encontrado". En los periódicos sale el caso de una nueva víctima de violación y asesinato. El autor aparece en cada escena para ver trabajar a los policías. Se enamora de la detective y la empieza a acosar. Sobre la mitad de la historia logra secuestrarla, y bajo máscaras y una voz distorsionada la viola y la "usa" a su antojo. Final tipo "el sexto sentido", era una psicópata homosexual que usaba un pene anatómicamente realista.
(3) Pienso que si todo en el universo y la vida son sistemas complejos, y estos son abstracciones de los sistemas naturales, han de "obedecer" a las mismas reglas y estructuras. La naturaleza "ama" las espirales logarítmicas (forma de las galaxias, en ciertas plantas, en las caracolas). Un vórtice es una espiral logarítmica que se estudia en la dinámica de fluidos, donde fluido no se refiere sólo a los líquidos, sino a toda "masa" dúctil compuesta de muchas partículas, como las nubes, el humo y el agua (medio viscoso). Así si previamente se ha dado vueltas al café con azúcar y seguidamente se echa unas gotas de leche, se producen vórtices. Lo mismo cuando un ala de un avión, ante ciertas circunstancias, topa con una nube o con humo. En esas situaciones se generan fuerzas centrífugas y centrípetas, a las que se le añade la resistencia de ese medio. Se llama remolino del vórtice entrópico (llevado a lo cómico) a los límites de esas espirales que se encuentran con la resistencia del medio o con otros vórtices. Es entrópico o caótico dado que a cada segundo se produce una interacción nueva, donde se rompe con la dinámica del vórtice y es impredecible la posición de las partículas, y dejan de obedecer a un orden o patrón. Aplicado al cerebro del artista, en tanto que libido y sublimación, su estado "obedece" a las leyes de los vórtices, puesto que cuanto más espesa sea la viscosidad, tenga más partículas, más sólidamente creará esa fuerza que "mueva" todos los datos de su cerebro (signos, sentimientos, símbolos, emociones, palabras, sensaciones, conceptos...), dentro de ese vórtice para crear estructuras regulares (nuevas ideas y creaciones). Como la energía nunca es infinita, y siempre termina por vencer la segunda ley de la termodinámica, al final las resistencias en los límites, en los bordes, donde hay menos partículas y viscosidad, "provoca" la entropía de los límites del vórtice, haciendo que progresivamente se deshaga el vórtice por completo. El calor del verano, las "órdenes" de las hormonas del sistema endocrino, un medio fuertemente sexuado, aderezado a dormir poco, que hace que no haya "borrados" totales del cerebro (pienso que es parte de esta dinámica: evitar dormir mucho para que permanezcan las uniones meta-estables entre las neuronas -memoria a medio plazo-, estados obsesivos) son ese medio viscoso, fluido, en donde la libido hace del componente que crea el vórtice, pues es retroalimentación positiva (no-disipativa) que es la que genera la fuerza dentro del sistema: para crear el vórtice. Al final esa fuerza o vórtice cae súbitamente ante el agotamiento físico, la suma de horas sin dormir y días en los que de repente hace mucho calor: se entra en su estado entrópico. No suele volver a darse en meses, pues ya no vuelven a crearse las mismas fuerzas, ahora disipadas y sin viscosidad. Desde luego que en el cerebro no pueden crearse vórtices, será un crecimiento/decrecimiento logarítmico, pero de alguna forma yo como lo siento y lo visualizo, a lo largo del año, es con esa forma, pues el alto pico de julio es como esa punta de lanza incisiva tal como ocurre en el centro de los vórtices. Mi sensación es de espiral, que va perfilando cada vez más ciertas ideas, uniendo distintos conceptos y puntos que tratado: de forma obsesiva, recursiva y centrada, como una visión cada vez más "afilada"; mientras que en los "bordes" van quedando ideas desechadas, más viejas, o que no están pareadas con el resto. De alguna forma el cerebro tiende a "aparejarse" a esa forma virtual del vórtice: no con algo físico o partículas, sino con los signos, emociones y demás "átomos" procesales del cerebro. Hay que tener en cuenta lo que ya dijera arriba sobre la sinestesia, la mezcla de los sentidos, pues yo llevo a lo visual, a formas y colores, ciertas abstracciones conceptuales, idea que igualmente se aprecia en mis pinturas. La caída de ese estado suele ser brusca, en eso no coincide con lo que hace un vórtice, pero es como si de nuevo pasase un avión en la dirección contraria deshaciendo el vórtice. Quizás se sigan estas premisas en los social, no en vano se suele decir "espiral de violencia", para ciertos actos reivindicativos y de manifestaciones, en ese caso los individuos son esas partículas que se suman al crecimiento logarítmico. Si en la mujer no es igual la libido, que yo diría que no, que su ser nuclear no es el sexo, sino la procreación, pues se nota en que pueden prostituirse y evadirse del acto sexual totalmente, no puede generarse esta estructura libidinal o forma de pensar tendente a la "genialidad", o la "criticidad auto-organizada", será de otra forma más metódica y/o profunda, pero le faltará esa "chispa de locura". Esto no es sólo en el hombre, en la vida suele ser el macho el que llevé la evolución un paso más allá, los que produzcan distintos cambios para "impresionar" en los cortejos, que producen cambios evolutivos. Se cree que las plumas fueron en principio un dimorfismo sexual para llamar a atención a las hembras, en dinosaurios que protegían su piel con algo así como el plumón, y crearon las plumas en las extremidades delanteras para hacer bailes, como se ven hoy en la actualidad en algunas aves, más tarde servirían para volar. Otro caso, y yo lo considero "hermano" artista, es el pájaro jardinero macho (capulineros), que recoge distintos frutos, hojas o basura humana, para crear obras de arte sobre el suelo para impactar a la hembra. Se han descubierto dos nuevos casos curiosos, el primero es el ave manaquín delicioso, que ha llevado más allá el crear sonidos y los produce con las alas, cuando lo habitual en las aves sea el canto.


   Este mismo proceder, que se crea por fricción, se dan en los saltamontes y grillos, y ahí está el maniquín que recrea eso mismo ahora en las aves; es un caso de concurrencia evolutiva, que dos especies lleguen a unas mismas formas de proceder. Un último caso es una araña, que ha simulado como un tipo de hoja al final de algunas de sus patas para hacer una especie de juego de gato y el ratón con la hembra, para que no lo coma. La mayoría de este tipo de extrañezas, y llevar más allá a la evolución, la crean los machos en su deseo de conquistar a las hembras. Otro caso ejemplar es la creación de los nidos por parte de los machos, para ser seleccionados por las hembras, como en el caso de pájaro tejedor, unos de los nidos más elaborados de la naturaleza. La mujer humana puede llegar al mismo saber o inteligencia que el hombre, pero por distintos medios, no por la libido. El fondo de esta idea la sostiene igualmente Helena Cronin; quien dice que en la típica campana estadística sobre la inteligencia, hay más mujeres en la media, pero menos en los dos extremos: genialidad o estupidez. Las feministas la han atacado, pues argumentan que no demuestra una realidad biológica, sino social. Pero sobre la cuestión y la afirmación de que los "avances" evolutivos disruptivos los suelen haber dado los machos, y no sea un hombre el que lo diga, ahí está la polémica feminista Camille Paglia que ha llegado a asegurar que: "sin el hombre, la mujer nunca hubiera salido de la cueva"; yo no sería tan radical en tal afirmación, pero el hecho que el hombre tuviese que competir una y otra vez en ingeniosidad o arte para conquistar a las mujeres, es el que fue dando "empujones" evolutivos hacia el humano que somos hoy en día.


(4) Bajo mi punto de vista no para mejor, pues soy anarco-primitivista. No sé... el artista tiene de musa una abstracción de la mujer, pero cuanto más me han hecho pensar en ellas, cuanto más he llevado el retrato al hiperrealismo en estos escritos, más decepcionante ha sido y más ha ido muriendo esa sensación que debería de haber permanecido como mágica. Yo las mato simbólicamente, y ellas me arrastran en su caída al precipicio. Cada vez tengo menos pilares para sostener mi alma sobre la tierra. Vas quitando velos y más velos, y cada vez es todo más crudo, más real, más deviene el humano a ser ese mero animal lleno de máscaras y palabras vacías. A destacar que en la película "la bella mentirosa", la única que ve la obra acabada, y que la detesta por haberla "descubierto", es la modelo. Pienso que la liberación sexual, y a partir del feminismo de la tercera ola, no han hecho otra cosa que confirmar los tópicos sobre los dos bandos. ¿Rebajar dichos tópicos a sus mínimos?, el macho quiere "follar" con todas y las hembras lo hacen por interés. Lo que ya se sabe de cualquier otro animal. El problema del feminismo, y del humano medio, es que no les gusta las "respuestas" que dan la etología comparativa o la psicología evolutiva sobre el por qué de la violencia masculina y demás "taras" del ser humano, pero tampoco parecen creer que provengan de las injusticias y desigualdades sociales, pues de ser así deberían de luchar en esa dirección: dentro de los partidos y contra las desigualdades y las injusticias. Lo único que explica toda la temática es la unión de los dos factores, sino ¿qué otras posibilidades hay?, que somos hijos del demonio. Se nos dice que tenemos un tres y que se ha llegado a tal cifra sumando números enteros positivos, sólo puede ser sumando tres unos, o un dos y un uno. ¿Qué más queda? No parecen admitir que sean cuestiones evolutivas, pues en esas respuestas el sexo femenino tampoco sale bien parado (descargar documental enlazado al final). Y si todo es evolutivo/social, ¿cuál de las dos posturas es más "noble"?, esta pregunta es lo que esconde de fondo los debates de género. Como no hay ninguna respuesta válida, como suele ocurrir en las discusiones de pareja, entonces se recurre a sacar todos los trapos sucios del otro. En eso ganan las mujeres, por las violaciones y la violencia y homicidio/asesinato de género. Ahí se han quedado agarradas, por ser su mejor demostración de estar en el "mejor" género. La "queja" masculina sólo puede ser ambigua, "es un no sé qué, que no puedo definir", que tiene de fondo el ser más ladinas a la hora de llevarse las cosas a su terreno, que se abrevia a manipuladoras cuando se dan tensiones con otras personas, o cuando las parejas se acaban. La mujer despechada: violencia no física en definitiva; lo manipulador es el extremo de la mujer, mientras que el hombre se extrema en violencia, y puesto que no tenían otra, pues no podían competir con la fuerza muscular; idiosincrasia representada en el papel del personaje femenino en la película "Perdida" o igualmente de "Revolutionary Road". Decía el humorista Robin Williams que "una mujer no haría una bomba nuclear para matar, haría una bomba que te hiciera pasar un mal rato".  El otro "pero" es que su inteligencia es menos abstracta, o más concreta y que busca lo práctico, como lo han dicho distintos hombres a lo largo de la historia. Encajan por lo general más en la tipología de Isaiah Berlin de los zorros, frente a los de alta abstracción que son los erizos. Seguro que el primero que dijo "Dios proveerá" era un hombre, a lo que su mujer le replico con "¡bueno!, pero vete a cultivar el huerto", que se ha quedado en el refrán de "a Dios rogando y con el mazo dando". Esta dualidad achacada a las mujeres es ambigua, porque la política -que se basa en la apariencia, la simulación y la manipulación ladina-,  en la que en realidad se basa lo humano, es lo primero, y lo segundo -esa tendencia a lo práctico- da lo mismo, pues cada vez vamos más hacia un mundo del saber útil o no abstracto. Habrá más hombres que me entiendan en mis abstracciones más profundas, que ataca a los dos sexos. Lo siento, pero no he visto ninguna mujer que comprenda todo el trasfondo que muestro aquí, y no por que lo diga yo, sino porque es lo deducible si se profundiza y se abstraen porqués y consecuencias. Dicen en la serie "lodge 49" que "Internet es un matadero, (donde todos) somos los carniceros y los cerdos". Sacamos lo peor de los dos sexos de la especie: manipulación y agresividad. No se da cuenta el feminismo que están generando más aquello por lo que empezaron su "lucha", que debería ser la indiferenciación y la tolerancia; que cada tuit y manifestación que excluya o se detenga en algo particular del hombre va en la misma dirección de crear diferencia, lucha y conflicto. Y no, no es porque tengan al macho contra las cuerdas. Casi todo tuit feminista es sólo opinión, que como está cargado de una intención, que no es el de mostrar una "verdad", es susceptible de ser propagandista. Ese mecanismo que movió a las masas para odiar a los "negros" y para odiar a los judíos. Pero esto mismo, como que sólo he encontrado tres pensadores en mi vida de mi mismo nivel, y los tres eran hombres, cuando ha habido más mujeres en mi vida que hombres. ¡Ya sé: un caso no hace una estadística! Por otro lado no caigo en capaticismos, en pensar que esa capacidad de abstracción sea relevante o mejor para algo, siempre he dicho que es una "cruz" y que por lo demás es un tipo de saber que es "incómodo" para lograr ser feliz: la mujer está más preparada y es más "válida" para la vida. El hombre al tender más a la retroalimentación positiva es más tendente al caos, a su auto-destrucción, pues en definitiva es lo "sobrante" del acto replicador, pero a la vez a la "criticidad auto-organizada", generadora de grandes cambios e ideasLa mayoría de las mujeres lo reducirán a que soy misógino. La feminista Camille Paglia, sí tiene esa capacidad de abstracción, ha sabido ver y reconocer los errores del feminismo joven. Pero todo son generalidades, siempre he dicho que hombre y mujer son los dos extremos del máximo en el que se manifiestan las hormonas sexuales, y entremedias están la mayoría de los humanos. Yo tengo una alta carga de estrógenos, de niño y hasta casi los 14 años me confundían con una chica, por mi rostro afeminado, en cuanto tenía el pelo un poco largo. También se nota en lo emocional y en que mis gustos sexuales son ambiguos, y por lo demás en que en todos los escritos he tratado de ser conciliador, pero ha sido un imposible y me he terminado por rendir, pues cada vez que entro en Twitter, veo la tendencias de tuit's de las feministas y las mujeres, y me hieren en mi orgulloy mi inteligencia, al igual que les ocurrirá a todos los hombres. Decían en la serie Preacher, a propósito de otra cosa, que: "no nos odian, se odian a sí mismos", que quizás sea aplicable aquí y al género, sublimamos el odio hacia nuestro propio género con el odio hacia el otro. El otro sexo es "testigo" de nuestros errores, luego si nos odiamos en eso que ven, los odiamos por el mero hecho de verlo. Pensamiento muy Sartriano. Por eso quizás el tercer sexo y ciertas feministas homosexuales odian a las heterosexuales. Si es así, es igual de "legítimo" que el hombre odie lo más femenino de la mujer, y por ello no se le tendría que tachar de misógino. Odia ciertas características humanas que se pronuncian más sobre todo en ciertas mujeres. Lo mismo les ocurrirá a las mujeres, como yo odio lo más macho, irracional y brutal del hombre, pero sobre todo odio la estupidez, y creo que ha quedado demostrado que en ese rango incluyo tanto al hombre como a la mujer. No creo que el humano sea inteligente, en tanto que sabio, y en tanto que esa capacidad sea la de ser "usada" para crear felicidad. En teoría lo debería de portar más la mujer, pero las últimas décadas me han hecho creer que no es así. Las mujeres latinas sí portan esa llama, quizás por estar menos infectadas por el etnocentrismo y la posmodernidad (de lo que yo pueda conocer por hablar el mismo idioma). La artimaña del feminismo radical es no dejar ver ese odio a lo heterosexual femenino, "usando" a todas las mujeres en sus luchas (los enemigos de mis enemigos son mis amigos), cuando la extrapolación de tal artimaña en lo masculino no la puede "usar" el hombre. Siendo así, era mejor no haber removido la mierda. Las feministas aún no se dan cuenta y siguen haciéndolo (¿menor capacidad abstracta?); haciendo que cada vez vaya a haber más hombres que remuevan en el retrete femenino. La meta sería dejar asentar las aguas y hacer como siempre se ha hecho: ignorar nuestra naturaleza más ruin y centrarse en lo mejor de lo humano. Bajo mi punto de vista, que he tratado de demostrar en los distintos escritos, la liberación sexual y el feminismo de la tercera ola, han hecho que se pronuncien más los extremos de lo femenino (exhibición de sus atributos sexuales, uso de su cuerpo por beneficio, por elitismo, ¿no?, hoy se reivindica no ser molestada por la mirada de extraños en espacios públicos -que no creo que sean honestas en este punto u otros similares: depende de quien mire y cómo-, pero si se "trabaja" en una sex cam sí se quiere ser mirada, pues reporta dinero) y lo masculino (violencia en general y sexual en particular, buscar "follar" con todas las mujeres). Que sólo me detengo en lo más negativo, que quizás sólo sea la apuesta de una minoría, ¿y qué hace el feminismo sino esto mismo? En un análisis de la población mundial, a partir del "estudio Dunedin", llevado a cabo a una población durante toda su vida, emergieron 5 tipologías humanas:

1. Bien adaptados: 40%, persona media.
2. Reservados: 15%, poco sociables, tímidos.
3. Inhibidos. 7%, tipo hikikomori.
4. Subcontrolados: 10%, violentos, tendencia al crimen, gen guerrero.
5. Seguros de sí mismos: 28%, amantes de las emociones y el riesgo. Adrenalina.

Son ese 10% de los llamados subcontrolados, los que suelen cometer agresiones, violaciones, robos, y demás tipos de delitos; nunca bajará esa tasa, son los "planes" perversos de la evolución, pues es una tipología que "funciona" en las situaciones de violencia y de guerras. "Arregla" la sociedad para que no se activen los genes que les llevan en esa dirección y se solucionarán parte de los problemas. Esto dice la Wikipedia:

   "En los humanos, se ha encontrado una asociación entre el alelo 2R de la región VNTR del gen y un aumento en la probabilidad de cometer delitos o violencia graves. Se ha encontrado una conexión entre la versión 3R del gen MAO-A y varios tipos de comportamiento antisocial : los niños maltratados con genes que causan altos niveles de MAO-A tenían menos probabilidades de desarrollar un comportamiento antisocial. Los alelos de baja actividad MAO-A que son abrumadoramente el alelo 3R en combinación con abuso experimentado durante la infancia resultó en un mayor riesgo de comportamiento agresivo como adulto,  y los hombres con la baja actividad del alelo MAOA eran genéticamente más vulnerables, incluso a la disciplina punitiva como un predictor de comportamiento antisocial. Los niveles altos de testosterona, el tabaquismo materno durante el embarazo, el bajo nivel de vida material, el abandono escolar y el bajo índice de inteligencia del comportamiento predecible se asocian con los hombres con alelos de baja actividad. La variante alelo de 3 repeticiones de baja actividad del gen MAOA también se ha encontrado frecuentemente en hombres que se unen a pandillas.  Según un gran metaanálisis en 2014, el alelo 3R tuvo un pequeño efecto principal sobre la agresión y el comportamiento antisocial, incluso en ausencia de otros factores de interacción."   
   "Cuando se enfrentan a la exclusión social o el ostracismo, los individuos con el gen MAOA de baja actividad mostraron niveles de agresión más altos que los individuos con el gen MAOA de alta actividad. El MAO-A de baja actividad podría predecir significativamente el comportamiento agresivo en una situación de provocación alta, pero estuvo menos asociado con la agresión en una situación de provocación baja. Los individuos con la variante de baja actividad del gen MAOA tenían la misma probabilidad que los participantes con la variante de actividad alta de tomar represalias cuando la pérdida era pequeña. Sin embargo, eran más propensos a tomar represalias y con mayor fuerza cuando la pérdida era grande."

     ¿Qué "culpa" tiene un hombre, pues es sobre todo en los hombres, si nace con una genética y la sociedad no lo inserta de forma correcta?, acaso no es también una "víctima" del sistema. Si a una mujer cualquiera se le alterase la genética para tener la versión MAO-A de baja actividad; se le modificase los receptores de núcleo sexualmente dimórfico, para inhibir menos las respuestas físicas; se le inyectase testosterona para masculinizarla, y se le pusiese en un ambiente negativo (existencia situacionada), sin trabajo y con una relación de pareja inadecuada, se crearían las circunstancias "perfectas" para ser una homicida casi al 100%. En este vídeo de ejemplo, el "acosador sexual" es una hembra hormonada para comportarse como un macho, sobre un macho alterado para comportarse como una hembra. Tampoco hay que reducir todo a ese 10%, hay otros casos y causas. El caso de la manada, en España, se puede explicar porque uno de ellos fuera dominante y era el que tenía esa tendencia: después se dio la cuestión de seguir al líder, y tratar de no desencajar en el grupo, por la dinámica de grupo, la conformidad y el sesgo grupal. Deberían de darse clases de los sesgos cognitivos y cómo evitarlos, que podrían ir junto a las de ética, pues están relacionados. En una sociedad tan caótica y compleja cada vez es más complicado que impere la equidad y una buena educación, en donde además tiene que haber unos padres con un entorno muy equilibrado, y esto último cada vez va peor. La violencia de género nunca va a ser cero. Pero como cero tampoco lo será las muertes a padres, hijos, hermanos y resto de familiares y no por ello se odia a cada uno de estos estamentos. Es sólo que donde hay más emociones y posiciones situacionistas en juego, se pueden dar más casos de violencia desatada y homicidios. Todo esto lo dejo en esta nota, pues desbarajustaría el propósito del presente escrito, que es buscar aquello que ha de ser lo mejor del ser humano. Conclusión provisional: el ADN está infestado de sueños que la realidad y los años van matando; son conceptos que crean trampas cognitivas, pero también que crean Ser, modos de operar en el mundo, como es el caso de los artistas, que dicho sea de paso no necesitan crear para serlo, es una tipología. El momento más cercano a esos sueños intactos son la niñez, o la prehistoria humana. La situación actual es esa en donde las civilizaciones y los individuos coinciden en el culmen de estar matando todos esos sueños, y en donde ya sólo queda la realidad: que éramos simples ensoñaciones grabadas en nuestros ADN'S. El humano ha muerto y ya sólo existe el homo rapiens, que en los social además se manifiesta en las posturas biológicas más extremas de los dos sexos. Todos estos "movimientos" del feminismo enaltecido, violento y que sólo provoca lizas y odios, se están dando, quizás, en el peor momento de la historia, pues ahora más que nunca se necesitaría la capacidad cohesiva, empática y conciliadora de las mujeres, esa que sí saben dar a sus hijos, y debería de ser la que proyectasen en las sociedades. Por cierto, esta nota se debería llamar: "las mujeres que odiaban a los hombres, aquellas otras que se unieron a su coro sin saber sus intenciones, y los hombres que se vieron "obligados" a odiar a esas mujeres", en esa dirección iba la segunda cita de la cabecera.




    Esta nota la he añadido al final y viene a cuento de soliviantarme por ciertos tuit's feministas, tras los cuales decidí dejar las redes sociales definitivamente, pues generan odio y malestar. Si me lo generan a mí, que soy una persona muy tranquila, no me imagino en otros hombres, con una mayor cantidad de testosterona y un cerebro menos dominado por el prefrontal y la razón. "A veces hay que ser borde o hacerte daño", nos dicen en la serie "Sharp Objects". Qué quiere el feminismo: ¿un humano que construya un pensamiento como el expuesto en el escrito o un macho que escriba esta larga nota de "desprecio"?, que construya, o que destruya. Cuál es el "grito" del feminismo actual: "¡respeta que no te respete!". ¿Qué sentido tiene un movimiento en donde cualquier persona puede decir la "burrada" que se le pase por la mente y decir que lo hace por ser feminista? Debería dejar de ser un movimiento y ser una organización con filiadas, como lo hacen los partidos, con cierto control sobre la legitimidad y fiabilidad de estas personas, que tendrían que estar bien informadas antes de hacer o decir algo en espacios públicos. Lo dicho: generan aquello contra lo que luchan, sólo cabe pensar que es violencia manipuladora o imbecilidad. Desde luego no son nada conciliadoras, que es lo que se esperaría de su lucha y sus reivindicaciones.


(Si nos fijamos en la foto del escote, si se amplía, se verá que ha sido manipulada -por mí-, tiene un brazo "cortado", el de la derecha, pues si se sigue su trayecto debería de volver a verse debajo del pecho. Lo quité. ¡Así de absorbente es el sexo, que el cerebro ya no se fija en detalles tan extraños como ese! --- El tema no se ha agotado, pero no voy a seguir escribiendo sobre ello. Temas como el narcisismo, el voyerismo o el exhibicionismo, se translucen de los dos escritos, igualmente los porqués de las tendencias a generar violencia sexual, y la efebofilia, todo se lee entrelineas, y son tendencias sobredimensionadas y distorsionadas de esa dualidad de mirar y ser mirado.


Ver documentales "Descargar "Evolution - Why Sex? (¿Por qué hay Sexos?)" Prefiero la traducción en plural, en singular es ambiguo. - Descargar.
2.  01 - El Sexo del Cerebro (Diferencias De Género en el Cerebro)
Temas tratados:
a. Cómo crean diferencias las hormonas sexuales.
b. Determinar que es más biológico que ambiental.
c. Trastorno disfórico premenstrual.
d. Síndrome de Turner.
e. Teoría de la homosexualidad con respecto a estrés de la madre durante el parto.
f. Hiperplasia Suprarrenal Congénita ( CAH ), mujeres masculinizadas.
g. Influencia medicamento Dietilestilbestrol (DES).
h. Núcleo sexualmente dimófico (SDN).
2.  02 - El Sexo del Cerebro (Diferencias De Género en el Cerebro)
Temas tratados:
a. Diferencia en los temperamentos.
b. Diferencia en el lenguaje, tiene mejor margen las mujeres.
c. Diferencias visual y tridimensionalidad.
d. Las mujeres son más bilaterales en el lenguaje.
e. El hombre es mejor para la lógica matemática (abstracción).
f. La mujer trabaja más el cerebro en estados de reposo y trabaja como totalidad para solucionar problemas.
g. El hombre busca el liderazgo, la mujer la cohesión social.
h. Eso le lleva más a la conformidad, pero puede ser tomado como sensibilidad o flexibilidad grupal.
i. A la mujer le preocupa más la vergüenza.

Frases clave del documental:
"La diferencia no es lo contrario de la igualdad. Igualdad significa la misma oportunidad para hacer lo que queremos, la diferencia significa que podemos no querer hacer las mismas cosas."
"La auténtica liberación es la comprensión entre hombres y mujeres."

Si se quieren descargar, copiar URL teniendo abierto JDownloader o usar "Internet Download Manager (IDM).

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