Vivimos en una Simulación (Part. 2)


“Me pregunto por qué progreso se parece tanto a destrucción.” John Steinbeck
“Aquellos que han triunfado en cualquier ámbito y no mencionan la suerte, se engañan a sí mismos.” Larry King
“El caos precede al orden.” Latidos en la oscuridad
“Eres quién eres, y no recuerdas cómo llegó a ser así. No recuerdas haberlo decidido, simplemente pasó.” Little fires everywhere
“Es maravilloso poseer la fuerza de un gigante…, pero es tiránico usarla como uno de ellos.” Huérfanos de Brooklyn
“—Está viva. —No está viva, es una simulación virtual. —¿Cuál es la diferencia?” Devs



Sobre el anterior escrito, para un posible argumento para una novela, creo que se puede hacer una versión más compleja. En el anterior artículo perfilaba varias ideas, o estaban camufladas, de la mecánica cuántica, como por ejemplo la “interpretación de muchos mundos” o multiverso. En el presente voy a combinar tales ideas con la interpretación de Von Neumann-Wigner de la conciencia. Aviso que no trato de dar teorías sobre la mecánica cuántica, que todas estas ideas son para crear una novela, y que por lo tanto son unas interpretaciones muy libres sobre todas las teorías posibles que se manejan o se han manejado sobre esta ciencia.
Dije que había varias simulaciones, en las cuales los mismos agentes compartían los mismos recursos del sistema para de esa forma ahorrar tiempo y energía (en definitiva recursos). La interpretación de Von Neumann-Wigner de la conciencia, en su reducción, dice que la conciencia interfiere en las mediciones de la doble rendija, de tal manera que si no hubiera un humano observando el experimento no se daría tal aparente paradoja, de hecho si se apaga la luz los fotones sólo entran por una de las rendijas. “Esta es una mierda de interpretación dualista“, dicen en la serie Devs. Toda decisión humana crea tantos universos, como posibles decisiones puedan tener una acción. Es un tema central de la serie Devs y es lo que muestra. De alguna forma, la película Matrix cuando Neo se encuentra con el Constructor y contesta de muchas formas posibles a cada una de sus preguntas o respuestas: airado, cínico, indiferente, racional…, cada tipo de reacción crea una nueva línea de preguntas, respuestas y resultados finales. Cada decisión crea cambios exponenciales. Otra película sobre este tema es “el efecto mariposa”, donde el personaje principal o alfa, tiene la capacidad de volver a una de las líneas temporales y cambiar así en el presente en el que se despierta (gran interpretación de los actores secundarios, que tienen que encajar sus papeles a unos nuevos y muy distintos personajes, en cada una de las posibles historias). Otro buen ejemplo es “Looper”. Sé que esta última trata más bien sobre viajes en el tiempo, pero ¿y si es lo mismo? El cómo queda explicado abajo.
Teniendo en cuenta lo dicho, sólo los alfas de las simulaciones crean nuevas simulaciones a partir de encontrarse en situaciones en las que tienen que elegir entre varios caminos en sus vidas. ¡Claro!, no toda elección, como qué plato de comida elegir en un restaurante, por lo demás no todo humano tiene tal capacidad, pues sería demasiado caótico generando infinitas simulaciones. Una simulación se divide en dos o más, dentro de la vida de dicho alfa, cuando este se enfrenta a una decisión transcendental, tanto para él como para el mundo. En esos estados situacionales, o mites, un operario especial del mundo real puede entrar en la cabeza del alfa, al modo de la película Avatar, y “guiar” sus decisiones a nivel de lo que entendemos por inconsciente, y es a eso a lo que en nuestra simulación llamamos tener una intuición. En el juego “Craft the world” varios enanos, hasta veinte, son agentes de un sistema, en donde tienen que recolectar recursos (madera, minerales, agua, caza, pesca), crear materiales de construcción y armas, y construir estructuras. Cada agente o enano hace aquello que esté primero en la cola de las cosas pendientes. Si un enano va hacer una de esas acciones y de repente yo como jugador tomo el control de él, lo que fuera hacer se queda en su “subconsciente”, como lo siguiente a hacer cuando lo deje “libre”, pero si estoy demasiado tiempo con ese enano, al final otro enano hará esa labor, con lo cual al “soltarlo” este se puede quedar dubitativo entre lo que estaba en su “subconsciente”, que ya no puede hacer, y la nueva labor que puede hacer dependiendo del lugar en el que se encuentre. Ese tipo de “lapsus” es habitual en los agentes de la simulación en la que vivimos, cuando un operario del mundo real toma el control de nuestro cerebro y este de repente sale de nuestro interior. Eso es lo que ocurre cuando estamos en una nueva habitación sin recordar para qué habíamos ido.
No todas las simulaciones van paralelas en el tiempo. Una puede estar comenzando, otra en la Edad Media, otra en la actualidad y otras en el futuro. Lo que yo llamo alfas son entes con ciertas capacidades que no tienen por qué ser iguales en el sexo o el tipo de personalidad, son prototipos humanos (tipo A o alfas) que pueden llegar a ser líderes, artistas o científicos. En este sentido, como comparten recursos del sistema, en ciertas fallas de este pueden sentir que han viajado en el tiempo, pudiendo vivir en algunos casos como dos entes distintos en una misma época. En realidad o se han trasladado a una línea temporal antes de una decisión clave de sus vidas (en películas como “El efecto mariposa” o “regreso al futuro”) o por error del sistema se desplazan a otra simulación de un tiempo distinto al suyo.
Los operarios y programadores del mundo real no tienen prefijado un final o trama de las simulaciones. Estas operan con cierta autonomía a partir de las decisiones de los alfas. Lo que si hacen es recoger una gran cantidad de datos (tipo Big Data) de tal manera que tratan de analizar qué es lo que puede emerger del sistema o qué desean los agentes. Tal predisposición del sistema de las simulaciones es a lo que se llama “inconsciente colectivo“. En la época actual, de la presente simulación, el inconsciente colectivo estaba “deseoso” en algunos casos, o temerosos en otros, de que estuviéramos en una época clave para un final apocalíptico, tal como se puede analizar por las novelas y el cine, de tal manera que los operarios de las simulaciones han propiciado para que sea así con el coronavirus. En esa situaciones pueden crear o propiciar guerras, catástrofes naturales o pandemias. Si se trata de dirigir la simulación hacia una guerra, pueden tomar el control de un alfa, como fue el caso de Hitler, para hacer que esta se dé. En otros casos ni siquiera a partir de un alfa. Casos como el asesinato de Kennedy por Lee Harvey Oswald, o el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, que fue el inicio de la I Guerra Mundial, u otros asesinatos como el de Martin Luther King, o menores como el de la mujer del director de cine Roman Polański, Sharon Tate, mediado por Charles Manson, fueron llevados a cabo por un operario al tomar el control de un agente en las simulaciones. Cuando se apresa a dichas personas se sienten confusas y no parecen tener un “motivo real”. Los que analizan tales casos, no pudiendo llegar a ninguna conclusión, determinan —y para salir del paso— que son individuos con patologías mentales.
En ciertas simulaciones, los operarios ni siquiera tratan de “leer” el inconsciente colectivo para dirigir sus vidas hacia un fin, sino que se limitan a tratar de leer el inconsciente de un alfa especial y central en dicha simulación, sociedad y época, para hacer que la simulación vaya hacia ese “deseo inconsciente” de dicho alfa. En ese sentido se cumple aquello de “ten cuidado con lo que deseas” o de profecía autocumplida. Toda una simulación, o una época o sociedad al servicio de los deseos inconscientes de una sola persona o alfa. De esta manera el infierno o el cielo nos lo podemos crear nosotros mismos a nivel de los deseos inconscientes. Vincent van Gogh creó su propio infierno en vida. En otros casos como el de los “grandes hombres”, o los más temidos, como fueron por ejemplo Alejandro Magno, Genghis Khan o el propio Hitler, crearon sus cielos, aunque en este último su deseo inconsciente fuese tan despreciable y terrible como el exterminar a todo un pueblo, la mediocridad y a los débiles.

Fin de mi propuesta, a falta que pueda haber olvidado algún detalle.
A modo de reflexión, se puede pensar en la historia humana con una idea tan disparatada como la aquí presentada, y no hay ningún argumento en contra, basada en la ciencia o la razón, que la pueda desmentir. Igualmente se puede pensar que Dios es ese Ser que juega con nuestras vidas. Las religiones más antiguas se basan en la idea de un Dios que no era ni bueno ni malo, sino “juguetón”, a modo de un demiurgo (Abraxas como ejemplo) que no tenía ningún propósito final para crear el universo, la vida y la conciencia, y ni siquiera tenía todo el Poder sobre él. La historia de la filosofía se ha desarrollado, en gran medida, en tratar de pensar cómo ha de ser Dios dado el universo, la vida y el hombre. En cómo encajar la idea de un Dios Omnipotente y Omnisciente con la libertad humana. Si somos libres ya no es Omnipotente, pues algo se escapa de su “control”. En ese caso si somos libres no lo Es, o en su contrario no lo somos y estamos en sus Manos. Las filosofías y teologías más optimistas trataban de encajar esas dos realidades opuestas, tratando de hallar fórmulas que validasen la Omnipotencia y la libertad humana, como es el caso de la premoción física, o tendencia innata de los individuos. En ese sentido el “bien” al que tendemos todos “sirve” de director en la sombra en nuestras vidas. En toda situación en la que tenemos que tomar una decisión siempre se opta por la mejor para la mayoría, frente a la de la minoría, que así se convierte en el chivo expiatorio del sistema. Siempre parece “guiarnos” una voz interior o intuición. Esa voz o moral interior, o natural, ha sido tomada siempre como el Deseo de Dios sobre nuestros actos. En otro caso lo que arriba he apuntado como intuición, en la religión se llama inspiración religiosa, en donde hay que tener en cuenta que inspiración y espíritu tienen la misma raíz etimológica. Inspirar es llenarse de vida, expirar es morir. Al suspirar cogemos aire de forma rápida: es el deseo o anhelo de algo lejano en el espacio o en el tiempo (en las lenguas germanas, suspiro 'sigh' y visión 'sight', en tanto que premonición, puede que tengan una misma raíz); al exhalar echamos aire: ocurre cuando estamos cansados, tristes, rendidos. Cuando estamos entusiasmados, estamos crecidos e hinchamos el pecho. El propio nombre de Eva, como primera mujer, quiere decir respirar, que a la vez implica tener vida y dar vida (insuflar vida: dar el aliento de la vida). Desalentado es sin aliento, sinónimo de desmotivado; motivado está relacionado con estar fecundado de vida, con ser dador de vida. A la vez la motivación es tener un sentido de la vida, aporta una creación de sentido. Crear, sentir, respirar. El que tiene una inspiración se ve fecundado de vida y es creador de vida. El varón sin capacidad directa de ser madre, lo puede ser a través del arte, de la creatividad…, se vuelve madre, tal capacidad se la daban las mujeres, las musas —si en él muere la inspiración, se desalienta, se desmotiva, muere el sentido de la vida y por ello puede ser más tendente al suicidio—. En los griegos la madre tierra Gaia es la que da el don de dar vida a las mujeres, preña a la primera mujer, que desde ese momento toman ese don. Griegos y hebreos comparten las mismas ideas, como la inspiración y el espíritu relacionado con la respiración, pues no estaban muy lejos los unos de los otros. La película “Always” nos muestra la idea de que todos tenemos guías espirituales que nos hablan al inconsciente, que nos inspiran, que nos proporcionan las intuiciones. “Qué sabemos de viejos vagabundos locos, quizás sean como emisoras de radio qué a veces captan voces que dejaron de sonar”, nos dicen en la película, uniendo a la vez “locura”, vagabundeo y estar conectado con presencias divinas, con musas y en definitiva, con otras formas más profundas para conectarse con la realidad.




En el escrito he dado esa potestad a los operarios o los programadores de las simulaciones, y la fórmula sigue siendo válida. La existencia de Hitler, o las pandemias o catástrofes naturales, no encajan con esa idea de un Dios Magnánimo. Bajo esa idea se aplica aquello de “los caminos del Señor son inescrutables”, a que no podemos saber el porqué de todas las Decisiones de Dios, pero que siempre han de llevar a un buen fin y por ello no hay que cuestionarlos. Los conceptos del eterno retorno y ama a tu destino son la versión atea de Nietzsche a tal postulado. Bajo mi punto de vista, que es el que he mostrado en este escrito, los que están “arriba”, ya sea un Dios, una inteligencia artificial o unos programadores, no siempre tienen buenos fines, sino que son demiurgos que en muchos casos siembran el caos, para ver qué sucede. ¿Acaso no lo hacemos nosotros en los juegos?, yo rompo el suelo bajo los pies de los enanos de Craft the world, o los tiro desde barrancos, porque me hacen gracia sus sustos y enojos. Acaso no lo hacemos de igual forma en la vida. Nunca hay que despreciar la capacidad que tiene de cambiar nuestras vidas algo tan cotidiano y fútil como lo es el aburrimiento. Sembramos el caos no para llegar a un fin, no para el bien, sino simplemente para que algo distinto ocurra en nuestras mediocres y planas vidas. No hay que olvidar refranes tan antiguos como "cuando del diablo no tiene nada que hacer..." y "la mente ociosa es el patio de recreo del diablo". Opera el concepto de voluntad de Schopenauer de energía que sólo quiere el cambio y crecer (en realidad retroalimentación positiva o el auto-refuerzo de sí). La decisión óptima no existe por esta base, y en tanto que el futuro y el azar no son pronosticables.
Yo no amo mi destino, ni la predestinación. Siempre dudo de lo que me pueda decir la intuición, lo prescrito. Los que nacemos bajo esta condición somos catalogados como ángeles caídosprometeoslucifer, (que proviene del que trae o porta la luz —se referían al planeta venus, que se ve en el firmamento antes de que salga el sol—, fijarse en el prefijo luz, coincide con el mito de prometeo), aquellos que se revelaron contra el destino y los dioses. La marca de Cain, para bien o para mal, nos guía y nos protege.

Offtopic y spoiler. El final de la serie “Devs”, un día después de este escrito, coincidió con los mismos argumentos que yo he ido sosteniendo en los dos artículos sobre las simulaciones. Sobre todo el papel del ejercicio de la libertad, y por ello del ángel rebelde contra el destino —en Devs representado por la desobediencia de Eva para no comer del árbol del bien y del mal—, y que no hay diferencia entre realidad y simulación. La rebeldía no es mala y sí necesaria cuando hay que "desobedecer" lo negativo del destino —en el caso de la serie cuando Lily Chan no dispara sobre Forest— o aquello que nos dice e impone un líder o un sistema que vaya contra lo mejor de la esencia humana. El primer escrito sobre simulación, es del día 9 de abril, preveía que al final tuviera que entrar en juego tal idea en la serie. No es “brujería”, ni nada similar. Tanto Alex Garland, su guionista y director, como yo, nos alimentamos de los mismos mitos y las mismas referencias: las conclusiones a partir de unas mismas premisas iban a ser iguales o muy similares. Esto confirma lo que digo una y otra vez, de que las ideas “flotan en el ambiente” y todos las leemos. Todo esto me ha llevado a pensar que el principal cambio que ha traído Internet es que ahora el inconsciente colectivo está más comunicado, y en ese proceso está más latente y más actualizado…, con lo que gana vigencia y fuerza, sobre la “razón”, que en este proceso es la tortuga que siempre va por detrás de la rápida liebre que es el inconsciente.

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