Actualizarse
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“Todos somos marionetas. Soy una marioneta que puede ver las cuerdas.” Watchmen
“Una vez vagabundo, siempre vagabundo.” John Steinbeck
“Hallamos en el otro el deseo de compartir la vida de cierta forma.” Downhill
“He vivido algunas cosas terribles en mi vida, algunas de las cuales realmente sucedieron.” Mark Twain
“Creo que es de un obstáculo o de un error de donde emana la necesidad de seguir fabricando un relato.” “En el fondo nadie quiere cambiar, sólo buscar modificaciones del modelo original.” “La memoria está antes que la escritura.” La educación sentimental
“El cerebro humano es un órgano complejo, con el maravilloso poder de lograr que el hombre pueda encontrar razones para seguir creyendo lo que él quiere creer.” Voltaire
Este texto, para el que alcance a comprender que debe de estar en texto blanco, con fondo blanco, pero que se puede leer si se selecciona, es una metáfora del presente escrito y de la naturaleza. Los buscadores indexarán el texto, porque para ellos las letras no son “invisibles”. Ocurre otro tanto con los animales que tienen percepciones como la ecolocación. Si una propiedad es “natural”, no resulta sorprendente para ese animal que la posee. Sí para los otros animales que no la comprenden. ¿Es inteligencia tener esa propiedad y no “darle importancia” por su naturalidad? Las hormigas cosechadoras ya hicieron —hace quizás millones de años— uso de los antibióticos para mantener “sanas” sus cosechas. Las mariposas morpho, y otros animales, hacen uso del ángulo de refracción para crear colores en sus alas o plumajes, sin pigmentos (donde estos segundos requieren energía y la refracción no). Los murciélagoa o loa delfines hacen uso de la ecolocalización. ¿No “conocen” la naturaleza, pero la han comprendido?
Ha veces las “verdades” más sencillas y evidentes son las más importantes a la hora de crear ideas complejas. Una de mis premisas es que la conciencia “nació” como verificadora de los procesos mentales: un último control de errores. Pero tal idea o propiedad es un medio, no un fin. El fin es mantener actualizada la información. Información en tanto que no está errada, pues ha sido verificada. En el núcleo del concepto verificación está el concepto de verdad. Pero, ¿qué es la “verdad” si “necesita” ser verificada? “Verdad”, en lo natural, para la evolución, es una información que emerge de un medio como referente a un fin. Una premisa, dentro de la acción, de una dialéctica. Veamos esto en un ejemplo.
Un depredador, su “conciencia”, su capacidad de verificar, “escoge” una presa bajo ciertas premisas: débil, fácil, al alcance, distraída, en una situación desventajada…, pero una vez que va tras ella ha de estar actualizando (verificando) su estrategia. Si en un momento dado se “percata” que es muy rápida y ágil, pero por el rabillo del ojo alcanza a ver que otra se ha distraído, y parece más débil, ha de actualizar su proyecto, su acción, e ir por esa otra presa.
Esta capacidad es casi universal. Una araña está constantemente actualizándose, verificando. No “actúa” igual con cada presa, no hace una misma tela y estructura en toda situación, la adapta a cada circunstancia. Mantiene su “sistema” actualizado al medio. Hago experimentos con una araña y un trozo de ladrillo. Dependiendo de cómo coloque el ladrillo, lo usará para soporte para su red, o la utilizará como escondrijo cuando a su vez se tiene que escapar. El oso ártico está adaptando su caza a la nueva circunstancia de que cada vez dura menos el hielo. Se han visto cosas raras en la naturaleza, como que un ciervo se comiese a un pájaro. Cosas no “programadas”, no instintivas, no establecidas de serie. Actualizarse, adaptarse, inteligencia y conciencia son distintas formas de hablar de lo mismo, sólo que se nombran de maneras distintas por ciertas particularidades. Enredemos algo más la cuestión.
Ciertos archivos que nos bajamos de Internet, vienen con un segundo archivo que sirve para verificar que lo descargado está bien, que no falta ningún bit de información. Pero, ¿y si tal archivo a su vez estuviera mal?, ¿haría falta un tercer archivo para verificar al segundo? Fácilmente se cae en una recursión al infinito, pues el tercer archivo necesitaría un cuarto y de esta menrera sin fin. El sistema nervioso creo circuitos de comprobación de los movimientos cuando aún no existía un sistema nervioso centralizado. Cuando hacemos clip al botón del ratón, su micro-interruptor hace un sonido y de esta manera sabemos que sí hemos pulsado el botón correctamente, pero puede que visualmente comprobemos que nuestro clip no está haciendo nada en la pantalla. Hay una triple supervisión: la táctil, la auditiva y la visual. Todas se integran en el cerebro. La conciencia, como supervisora, no hace nada, no emerge, si el clip del ratón ha hecho lo que esperábamos. Se activa cuando no ocurre nada, se produce un error, en alguno de los niveles. Si no suena, pero se cumple la acción, el cerebro “deduce” que el micro-interruptor se debe de estar dañando, pero aún funciona.
Lo que se deduce de lo anterior es que la conciencia es un verificador de distintas verificaciones. El final de una cadena de verificaciones del sistema. ¿Detrás ya no hay nada? Está claro que no, pero la capacidad de este sistema es que es como una rotonda: ha de cerrar el círculo, salir de ella, para que la información fluya hacia abajo. Lo “extraordinario” o extraño es que se ve a sí misma, verifica lo que ella misma verifica, y ahí sí puede entrar en un circuito cerrado y al infinito, como se puede deducir de las personas con trastorno obsesivo-compulsivo.
A todo esto he llegado por medio de lo que hacen los virus, y el sistema inmunológico, por la actual pandemia debida al COVID-19: nuestro sistema inmunológico no se ha actualizado sobre su existencia; y por el juego “craft the world”. Este juego se trata —en lo básico— de hacer excavaciones, que formarán galerías con escaleras y ascensores. Los recursos excavados hay que llevarlos a un almacén. Cada enano, cada agente, ha de calcular la ruta más corta para volver. Por ello a la vez tienen que tener en cuenta que el ascensor es más rápido que una escalera, y que hay varios tipos de escaleras, en donde algunas son más rápidas que otras. A la vez tienen en cuenta la posición y rutas de los otros enanos, pues por una falla técnica del juego, si se superponen a veces se quedan bloqueados, o bien por algo tan evidente como que hay que hacer colas en las escaleras. Bajo esta premisa, dos enanos en el mismo lugar cogerán rutas algo distintas para llegar al almacén. A todo esto se suma que en lo que van a tardar en llegar, el medio puede cambiar. El usuario, al “usar” a uno de los enanos, es el más rápido en hacer cambios. Me he dado cuenta que aunque tengan prefijada una ruta, a veces actualizan su posición y ruta dado los cambios con los que se encuentran. ¿No es eso inteligente?, qué se necesita para ser tan inteligente. Tan sólo el estar actualizado. El saber en cada momento que el medio ha cambiado, como para adaptar la ruta de vuelta. Lo único que han tenido que hacer los programadores para crear esa I.A., es que no sean tan autómatas como para seguir “erre que erre” una ruta, aunque el medio haya cambiado. Si se piensa en este comportamiento con respecto a las notificaciones de Windows, nos daremos cuenta que las segundas son bastante “estúpidas”, pues se mantienen notificaciones, cuando el sistema se tendría que dar cuenta que ya no nos hacen falta. Hablo de casos como el que reiniciemos porque nos lo pide una actualización del sistema, pero al hacerlo —en las notificaciones— aún se mantiene la que nos avisa que hemos de reiniciar. En el juego “craft the world” no siempre los enanos son “inteligentes”. Por fallas, me imagino, a veces no se dan cuenta de los cambios y se “empeñan” en algo ya inexistente o se caen por que le han hecho un agujero en el camino que llevaban. Todo depende de cuán reciente sea el cambio y si les da tiempo a reaccionar o de actualizar su “criterio” de camino óptimo. Hago una y otra vez distintas pruebas y no hay un patrón del porqué “aciertan” o “fallan”. Por lo demás nos pasa a los propios humanos. Un caso de ejemplo es que la cajera nos dé el cambio como lo tenía “planeado”, cuando nosotros le estamos tratando de dar lo suelto. Hay tantas y tantas fallas de este tipo que es imposible enumerarlas. Recordar que el principal sistema de error en los accidentes suele ser el humano. Nuestra capacidad de actualizarnos, de poder verificar todas las entradas en juego, es limitada. Estar “vivo” (persona muy viva) es tener una mayor capacidad para permanecer atento a todo cambio, como para actualizar las propias estrategias a cada caso. ¿No será esto —entre otras cosas— lo que “detectan” las mujeres para escoger sus parejas? Nuestro equivalente de la cola del pavo real macho. “Estar empanado”, o ser una persona muy rígida, no es seleccionable.
Con esto termino, no sin antes rematar una “idea vieja” sobre la que voy trabajando en distintos escritos. En ellos trato de sostener que inteligencia es la capacidad para encontrar o detectar las novedades. La cajera que no se percata que le estás dando lo suelto es menos “inteligente” que otra que sí lo hace (aparte de que pueda que lo sepa pero opte por su rapidez). El enano en craft the world que sí se “percata” que ha excavado un agujero y lo salta, es más “inteligente” que otro que no, aun siendo el mismo juego y en donde en teoría no debería de haber varios tipos de inteligencia (puede que repercuta cuanto de sano y bien alimentado esté). La araña que “nota” que le he cambiado el ladrillo y “actúa” de forma nueva con respecto a él, es inteligente. En todos los casos el concepto que entra a colación es el estar al tanto del medio, como para actualizar las estrategias a seguir. La clave es la detención de la novedad, la verificación a distintos o todos los niveles posibles, el actualizarse con respecto a las novedades.
Una última conclusión es que la conciencia humana, al tener la capacidad de auto-verificarse, en ese proceso crea una identidad, un yo, pues niega aquello que no esté dentro de su identidad y abraza lo que sí. En este proceso una de sus “labores” es la de autoconstruirse, la de adaptarse o permanecer inalterado, dependiendo de las circunstancias. Todo esto mediado, además, en tanto que mantenerse actualizado a lo que prima en sociedad, y lo que está bien o mal visto en cada momento o en cada situación. En ese proceso se crea la identidad narrativa, la mediada en lo social.
Lo que se deduce de lo anterior es que la conciencia en un verificador de distintas verificaciones. El final de una cadena de verificaciones del sistema. ¿Detrás ya no hay nada? Está caro que no, pero la capacidad de este sistema es que como una rotonda: ha de cerrar el círculo y salir de ella para que la información fluya hacia abajo. Lo “extraordinario” o extraño es que se ve a sí misma, verifica lo que ella misma verifica, y ahí sí puede entrar un circuito cerrado y al infinito, como se puede deducir de las personas con trastorno obsesivo-compulsivo.
A todo esto he llegado por medio de lo que hacen los virus, y el sistema inmunológico, por la actual pandemia debida a Covic-14, y por el juego “craft the world”. Se trata de hacer excavaciones, que formarán galerías con escaleras y ascensores. Los recursos excavados hay que llevarlos a un almacén. Cada enano, cada agente, ha de calcular la ruta más corta para volver. Por ello a la vez tiene que tener en cuenta que el ascensor es más rápido que una escalera, y que hay varios tipos de escaleras, en donde algunas son más rápidas que otras. A la vez tiene en cuenta a los otros enanos, pues por una falla técnica del juego, si se superponen a veces se quedan bloqueados. A todo esto se suma que en lo que va a tardar en llegar, el medio puede cambiar. El usuario, a “usar” a uno de los enanos, es el más rápido en hacer cambios. Me he dado cuenta que aunque tengan prefijada una ruta, a veces actualizan su posición y ruta dado los cambios con los que se encuentra. ¿No es eso inteligente?, que se necesita para ser tan inteligente. Tan sólo el estar actualizado. El saber en cada momento que el medio ha cambiado, como para adaptar la ruta de vuelta. Lo único que ha tenido que hacer los programadores para crear esa I.A. es que no sean tan autómatas como para seguir “erre que erre” una ruta, aunque el medio haya cambiado. Si se piensa en ese con respecto a las notificaciones de Windows, nos daremos cuenta que las segundas son bastante “estúpidas”, pues se mantiene notificaciones, cuando el sistema se tendría que dar cuenta que ya no nos hace falta. Hablo de caso como que reiniciemos porque nos lo pide una actualización del sistema, pero al hacerlo en las notificaciones aún está la que nos avisa que hemos de reiniciar. En el juego “craft the world” no siempre los enanos son “inteligentes”. Por fallas, me imagino, a veces no se dan cuenta de los cambios y se “empeñan” en algo ya inexistente o se caen por que le han hecho un agujero en el camino que llevaban. Todo depende de cuán reciente sea el cambio y si les da tiempo a reaccionar o de actualizar su “criterio” de camino óptimo. Hago una y otra vez distintas pruebas y no hay un patrón del porque “aciertan” o “fallan”. Por lo demás no pasa a los propios humanos. Un caso de ejemplo es que la cajera nos dé el cambio como lo tenía “planeado”, cuando nosotros le estamos dando lo suelto. Hay tantas y tantas fallas de este tipo que es imposible enumerarlas. Recordar que el principal sistema de error en los accidentes suele ser el humano. Nuestra capacidad de actualizarnos, de poder verificar todas las entradas en juego es limitada. Estar “vivo” (persona muy viva) es tener una mayor capacidad para permanecer atento a todo cambio, como para actualizar la propia estrategia.
Con esto termino, no sin antes rematar una “idea vieja” sobre la que voy trabajando en distintos escritos. En ellas digo que inteligencia es la capacidad para encontrar o detectar las novedades. La cajera que no se percata que le estás dando lo suelto es menos “inteligente” que otra que sí lo hace. El enano en craft the world que sí se “percata” que ha excavado un agujero y lo salta, es más “inteligente” que otro que no, aunque siendo el mismo juego y no haber varios tipos de inteligencia. La araña que “nota” que le he cambiado el ladrillo y “actúa” de forma nueva con respecto a él es inteligente. En todos los casos el concepto que entra a colación es el estar al tanto del medio como ara actualizar las estrategias a seguir. La clave es la detención de la novedad, las verificación, el actualizarse con respecto a las novedades.
Una última conclusión es que la conciencia humana, al tener la capacidad de auto-verificarse, en ese proceso crea una identidad, un yo, pues niega aquello que no esté dentro de su identidad y abraza lo que sí. Todo esto mediado, además, en tanto que mantenerse actualizado a lo que prima en sociedad y lo está bien o mal visto en cada momento. En ese proceso de crea la identidad narrativa, la mediada en lo social.
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