Goliat Cuando David Duerme


"Una persona que no prevé consecuencias es un tonto; el que engaña a los demás para que se sirvan a sí mismo es un sabio; el que está inmerso en el placer sensual es un bruto; pero solo él, que tiene el placer de lastimar a otro, o de degradarse a sí mismo, es decir, que hace algo con un gusto particular porque no debería, es debidamente perverso." William Hazlitt
Tres hombres de cada diez caminan hacia la vida.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la muerte.
Tres hombres de cada diez mueren en el ansia de vivir.
¿Cómo puede sobrevivir el décimo hombre?”  Lao Tse
Hay muchas consecuencias involuntarias en los actos bienintencionados (es un juego al que no puedes no jugar).” en la serie “Good Place”
El mundo cada vez es más complicado y cada vez es más difícil ser buena persona.” en la serie “Good Place”

    Este escrito trata de ser un resumen de algunas de las ideas generales del libro. El peligro de los títulos. Si no se sabe qué quiero decir puede tomarse como algo relacionado a la Biblia, lo iba a titular "Goliat cuando David murió", pero era peor en ese sentido. Este tema también va de la eterna lucha del individuo o lo pequeño (David), contra lo grande y sistema (Goliat), para ver si tal idea realmente tiene sentido y validez. No quiero alargarme, lo empecé a escribir y empecé a meterme en minucias y detalles, en donde cada dato había que explicarlo, con la consiguiente carga en la extensión del escrito. Bajo esta idea -de abreviar- habrá dos escritos, el principal y uno secundario, el cual redundará en detalles sobre los primeros. Los temas principales y los secundarios irán en el mismo color de texto. Opto por este sistema en vez de recurrir a las típicas notas a pie de página. De momento sólo hay un secundario, en días posteriores añadiré los siguientes.
direhorse
    Me imagino que todos recordamos la película “Avatar” y el caballo de seis patas. Voy a usar este ejemplo para determinar reglas básicas de la teoría de sistemas. ¿Alguien ha pensado que para qué cuatro patas delanteras?, y alguien ha pensado cómo ha de ser la musculatura y los huesos sobre los que se “agarran” los tendones de esos músculos. Las patas estaban demasiado cerca, yo diría que es imposible crear una musculatura, pues inevitablemente se cruzaría y no es un diseño óptimo. Por lo demás no parecen tener ninguna función. Todo animal cuadrúpedo (o no conozco ninguna excepción) basa su caminar y carrera en los cuartos traseros. Es en estas donde coge el impulso y donde tiene toda la musculatura. Las patas delanteras, están subordinadas a las traseras. El animal salta, como quien dice, y las delanteras amortiguan la caída del salto tratando de no perder el control o la velocidad. Cuando estas toman tierra el cuerpo se curva para volver a preparar las patas traseras para el siguiente salto. No tienen sentido cuatro patas delanteras. No sirven para el impulso, no optimizarían el siguiente salto. Más bien son un gasto de energía y de optimización, tendentes, por lo demás, a que tal animal se pudiera tropezar. No estoy siendo un friki sobre este tipo de películas. La pongo como ejemplo de la evolución, que como sistema complejo, tiene unas reglas. No hay que ver a los sistemas como aquello que sólo es aplicable a grandes hechos como la física o la evolución, una familia, con una dinámica concreta, es un micro-sistema, en la medida que cada agente (persona) se adapta a dicha dinámica y en donde dicho sistema al fin y al cabo es reducible a las propias reglas de la teoría de sistemas. Pongamos un caso claro de tan sólo tres agentes: un matrimonio en donde el marido es alcohólico y un amigo de este. Claramente en el matrimonio hay mucha fricción. El marido, como agente central de dicha trama, tiene emociones ambivalentes, sabe que con su comportamiento daña a su mujer, pero no "puede" evitarlo puesto que es una adicción. La propia situación con su mujer le lleva a beber para olvidar, como se suele decir. La mujer se siente mal, pero trata de evitar meter demasiada presión a su esposo. El amigo, por otro lado, apoya al marido y le trata de restar importancia, en la medida que él no vive bajo su techo y siente menos los efectos del comportamiento del adicto. El sistema se equilibra en esa triada en donde el amigo le apoya, la mujer no le mete demasiada presión y el alcohólico en esa situación no siente de manera demasiado acuciante que tenga que cambiar de aptitud. Tal sistema se estudia y está englobado en la teoría de la dinámica de gruposOtro caso es un juego. Cada versión de un juego tiene su propia dinámica y reglas. El jugador adapta su cerebro y juego a dicha dinámica y reglas. Si en una siguiente versión el programador ha cambiado alguna variable, en muchos casos se desencadena una reacción en cadena en donde el jugador tiene que readaptar casi por completo su cerebro y su estrategia de juego. ¿Quién ha creado esas reglas de los sistemas?, nadie, las reglas hacen al sistema complejo. O sea, al principio de un sistema no hay unas directrices, o si acaso las “heredadas” del sistema de las que emerge en la superveniencia,  y las reglas óptimas u económicas que emergen son las que determinan qué es y cómo es ese sistema complejo. Ya lo he dicho en otra ocasión, si algo se puede nombrar es porque es un “sistema” lo bastante estable como para que se haga “visible” y estudiable. La regla por lo tanto, de todo sistema, es que sea más o menos estable o metaestable. En esa medida la regla más básica de todo sistema es la homeostasis, el equilibrio.
   En la medida que un sistema es estable es reducible a números, a probabilidades, a algoritmos. ¿Por qué es esto importante?, porque ya en lo humano aquel estamento que sepa reducir o analizar dichas reglas y algoritmos tiene un tipo de poder sobre aquellas otras personas que no lo posean. Conocerlos tampoco es lo más importante, algunos sistemas para poderlos “controlar”, o sacar partido de ellos, necesitan de una gran inversión de energía. Dicha energía, en la sociedad actual humana, es reducible a dos cosas: conocimientos y capital, lo primero está directamente relacionado con los segundo, así que todo se reduce a capital. Una persona que no entienda realmente un sistema complejo y sus algoritmos puede contratar a personas que sí los entiendan y que trabajen para él. Este tipo de estrategia se llama “oportunista” a nivel de la vida. Es una de las más exitosas. Algunos paradigmas o reducciones a una frase, en ciencia, pervierten su “verdad”. La evolución no es la supervivencia del más fuerte. Fuerte en este caso quiere decir que tiene una ventaja en su nicho ecológico. El oportunismo es una apuesta de este tipo. Una regla humana no escrita es sacar partido para lo que uno es bueno o en aquello en lo que se tiene ventaja. Se puede tener inteligencia, belleza, destreza, oratoria, alta capacidad empática…, pero al final como la energía de las sociedad humana es la del capital, has de poner de un lado de la balanza esa cualidad o ventaja y del otro lado el mismo valor en capital o dinero. Competimos o luchamos, en principio, para que exista ese equilibrio de los dos lados de la balanza: mi valor o ventaja con respecto a cuanto se valora eso en capital o dinero. Pero el sistema humano, o cualquiera de la vida, no es “justo”, pues se siguen otras reglas o salen a cuenta otros algoritmos, en donde la balanza nunca va a la par. Un líder o alfa en los animales sociales se basa en dos cosas: 1. su fuerza-destreza-inteligencia-política y 2. su prestigio. De nuevo dos lados de una balanza donde los dos lados deberían de estar equilibrados, pero de hecho no es así. Donde más claramente se puede analizar esta regla es en la sociedad actual, donde hay algunas personas que son famosas simplemente por ser famosas. En un ejemplo, en las redes sociales, la gente sigue a la gente que tiene muchos seguidores sin analizar su “verdadero” valor. Estas dos reglas son reducibles a dos refranes: 1. “¿dónde va Vicente?, donde va la gente” y 2. “créate fama y échate a dormir”. En teoría de sistemas sus nombres son punto crítico -por el cual se llega a un nuevo estado, que puede ser emergente- y el efecto bola de nieve (o reacción en cadena). Con todo, de nuevo, este sistema sigue unas reglas que serán susceptibles de ser reducibles a algoritmos, que de nuevo de conocerlos y optimizarlos les sacarán más partidos ciertas personas o estamentos. Con lo que de nuevo entra en juego el oportunismo: se puede llegar a ser famoso y ser tenido en cuenta, y por ello ganar capital, por tan sólo sacar provecho de dichas reglas, sin que en muchos casos no haya ningún otro valor detrás.
    ¿Qué se deduce en unos casos y otros de fondo? Que aquel que tenga la oportunidad, la energía (en casi todos los casos capital) y el conocimiento de dichas reglas o estudios de dichos sistemas tiene ventaja sobre el resto. Todo el que nazca rico o con poder ya nace con ventajas. Esta tipología en la jerga coloquial ha sido llamada Goliat. David, por el contrario, es aquel que supuestamente no parece tener ventajas, y aun así derrota en alguna ocasión a Goliat. ¿Es así y es verdad esta regla? Dos escritos atrás decía que todo se reduce a la identidad, cuando algo cambia, “cambia” su identidad y será nombrada con otro nombre. Si David ganó, de hecho se convirtió en la tipología de Goliat: llegó a ser rey.  O sea, que Goliat y David nos hablan de unas tipologías (roles) dentro de un sistema complejo, donde se pueden permutar sus estados, David convertirse en Goliat y a la inversa, pero donde siempre existen esos dos roles. A esto se le llama un sistema jerárquico, pues hay una posición superior y otra inferior. Tales estados “puros” no existen, son reducciones de nuestros cerebros, los Goliat luchan entre ellos en distintos estados jerárquicos, y los David igual. En lo humano, y de nuevo por reduccionismo, hemos creado los conceptos de clase alta, media y baja.
    Todos sistema jerárquico, como hemos visto, es oportunista, luego todo humano es oportunista. Un humano no lo es -oportunista- si llegado a ese estado de la balanza en donde su valor y el capital se iguala, se detiene ahí, pero no suele ser así, pues el sistema humano y por lo tanto de las jerarquías, se basa en “fallas” y reglas -reducibles a algoritmos- como el de la fama o el partir (nacer) con ventajas, en donde desde dichas diferencias se tiene una mayor probabilidad de llegar a un estado crítico y crear un  efecto bola de nieve. Por otro lado como estamos dentro del sistema complejo evolutivo operamos bajos sus reglas. Toda aquella persona que no se “aproveche” del oportunismo será una “peor” apuesta evolutiva. Pero de hecho no se “extinguen”, porque suelen tener más prole, pero siempre naciendo con dos desventajas: la de no ser oportunistas y la de no nacer con ventajas. Bajo estas sencillas reglas siempre ha habido clases y nunca se “desmoronará” este sistema, pues es el que se valida dentro del sistema humano, dentro del sistema evolutivo-social.
Voy a críticas, que es la intención de dicho escrito.
1. Crítica. Contra las excepciones.
    El basarse en excepciones en vez de reglas (y donde las excepciones prueban las reglas), como es el caso bíblico de David contra Goliat, o casos más modernos como el de Erin Brockovich (el cual en la película lo equiparan a la lucha bíblica), es propio del sesgo de esperanza y más propio de los “pobres” o clase baja. La cuestión no es derrotar una o dos veces a Goliat cada cien años, sino dos cosas 1. que Goliat siempre termina por vencer, y 2. -lo más importante- que de vencer a algo tendría que ser al sistema de jerarquías. Ese es uno de mis fundamentos expuestos en los escritos. El humano, de creerse fuera de las reglas de los sistemas, como lo es el evolutivo, tendría que “superar” dichos sistemas. Si lo lograse demostraría su inteligencia. De no hacerlo no demuestra inteligencia, puesto que se rige simplemente por las reglas de los sistemas, los cuales llevan implícitas sus “propias” inteligencias, en tanto que la que siempre emerge es la búsqueda -encuentro más bien- del equilibrio.
 2. Crítica. Las ideas dormideras (por aquello de “la religión es el opio del pueblo”).
     El concepto de héroe primero -como lo fue David-, devenido en el actual paradigma del "sueño americano", borran o desdibujan el concepto de clases, puesto que si yo quiero llegar a la clase alta, tal idea no consiste en derrocar dicha clase y estado jerárquico, sino mantenerlas y tratar de llegar a ser parte de ellas. En todo sistema hay un equilibrio, un estado jerárquico no lo debería de ser, pero en la medida que se "añade" al sistema la esperanza con conceptos tales como "el sueño americano" entonces se equilibra, pues no se ve o capta como injusto. Aquí vemos emerger una idea esencial para entender los sistemas complejos. ¿Quién ha creado tal concepto?, no existen conspiraciones. No lo creó el poder para mantener acallada a la clase baja: emerge en el propio sistema para equilibrarlo. Lo mantiene cada "pobre" porque es la única forma para sobrellevar su estado lamentable. Esta regla se resumen muy bien en el refrán de "mal de muchos, consuelo de tontos", donde todos somos los tontos. Me asombra que en casi pleno siglo XXI la gente crea en conspiraciones, fantasmas y demás "artefactos" de ruido de la actualidad, y no termine de entender la evolución y los sistemas complejos. Lo que en la edad media eran esos ruidos por la noche que por no tener otra explicación se les achacaba a los duendes, pero que no eran otra cosa que la tendencia al equilibrio de los objetos mal colocados por el día (o alimañas), hoy lo son las conspiraciones, cuando la realidad es que son simplemente los algoritmos de los sistemas complejos tratando de equilibrarse dentro de lo social y en cada caso. Como regla a tener en cuanta: si se puede dar un nombre a algo es porque ese algo es un sistema complejo -un emergente que nace de uno anterior- con unas reglas algorítmicas que son estudiables y medibles, en donde la máxima es que tenga una posición estable u homeostática, independientemente de que sea un sistema dual (crisis/estabilidad, por ejemplo), que sea lineal o no-lineal y en este segundo caótico, que tienda a ser cerrado o abierto. En todo caso son sistemas adaptativos, en donde si entran en juego nuevas variables -como es el caso de conocerlos y tratar de "predecirlos") el sistema será susceptible de cambiar para adaptarse, o dicho más llanamente, "tratará" de buscar un nuevo equilibrio. Muchos cambios a la vez pueden hacer que tal sistema altamente entrópico termine por colapsar, como así sucede con las burbujas económicas.
3. Crítica. ¿Individualismo contra familia?
     Mis posturas e ideas son ambiguas. Por un lado hago llamada al individualismo y por otro al mantenimiento de las instituciones como lo es la familia. Tiene su explicación. Al sistema neoliberal le interesan esas dos mismas posturas, pero con otros fines. Por la familia una sociedad es más predecible. Los padres se han de desvivir por sus hijos: para que tengan una vivienda, una educación, que las leyes y las normas los protejan, etc. En la película protagonizada de Tom Cruise "the firm" (la firma) sale a relucir esa tendencia. Propician a que se case y tenga hijos por ser la “mejor” manera para que se comprometa y pueda perder sus principios morales; principios que “chocan” frontalmente con ciertas políticas de la empresa. Por otro lado el individualismo propicia a que la sociedad no se una, tendencia que podría llevar  hacia una revolución. Ya se sabe “divide y vencerás”. Hoy en día hay tantas tendencias de izquierda que en sus propias luchas pierden sus fines. El propio feminismo va en esa dirección. Todos sus planteamientos son de izquierda, muchas de sus soluciones podrían ser reducidas a una educación más igualitaria y justa, pero mantienen su lucha desde su feminidad y bajo ciertos criterios que las individualiza. El “sueño americano”, por otro lado, es totalmente individualista, uno a de mirar por sí mismo, la meta en la vida es únicamente la individual y personal. El resto del panorama social, e incluso las otras personas, son “accesorios” para dichos fines. De nuevo recordar que nadie ha planificado tales reglas: emergen en el sistema para hallar un equilibrio. En realidad parecen contrarias, pero se complementan. Tanto si gana el luchar por la familia como el luchar por uno mismo, tienen como único fin que se mantenga el sistema, pues en última instancia hemos llegado a un nuevo tipo de familia donde lo que prima es lo individual. Ahí tenemos el caso que ahora los hijos llaman a sus padres por sus nombres, y donde hoy más que nunca educar a un hijo es educar una fuerte individualidad. Dejo el análisis de mi postura, de tal dualidad, para las conclusiones finales.
4. Crítica. Sobre quién construye el Big Data.
     Si se me ha entendido bien, la mejor situación y la más esperada para el sistema actual, es que las corporaciones y multinacionales tenga la mayor información del sistema como para ajustar lo más posible sus algoritmos. Esta crítica es la principal y la base del presente escrito. Hoy más que nunca esos grandes estamentos, entre los que se encuentran los partidos políticos y los Estados, tienen tal cantidad de datos, tal cantidad de información, que pueden afinar al sistema para que sea lo más pronosticable posible. ¿Y quién les proporciona esos datos?, ¡los propios ciudadanos! Si uno cree en el neoliberalismo, en el “sueño americano” está bien, va en la dirección de sus fines, pero ¿realmente es así? Un nuevo sistema emergente tarda en llegar a su “núcleo”, a su esencialidad. Pasa por un largo periodo en el que lucha con un estado anterior, en donde puede darse una lucha por el “nicho”, por ver cuál de los dos se queda con el territorio. A la vez el nuevo sistema  tiene que buscar sus propios equilibrios, sus atractores de caos, que como he hecho ver en otros escritos, suelen ser ciertos conceptos, pues en los sistemas complejos abstractos, que no son físicos, casi todo lo que entra en juego son conceptos, llamados aquí y en la actualidad como paradigmas, tendencias o ideologías. Dos de ellos los he mostrado en el párrafo anterior, pero que son susceptibles de ser reducibles a uno: un nuevo tipo de familia donde lo que prima es lo individual. Ese tipo de familia es la disfuncional, palabra y concepto que ahora ya no parece tener una alta carga negativa, pues es la que se ha generalizado, la que se ha normalizado (lo más normal), la que da forma de campana en las estadísticas. Series como “Moder family” tratan e “formalizar” dicho concepto: personas “altamente” narcisistas y centradas en sí mismas, pero que tienen por otro lado el vínculo de la familia como el principal.
     Pero como he dicho, un sistema emergente tarda en mostrar “su verdadera cara”, en manifestarse en su reducción, y eso es lo que estamos viendo ahora. La actual crisis no es otra cosa que el sistema neoliberal en su estado estable, que aunque crea “estabilidad” en el sistema (en sí mismo), en realidad “falla” porque no crea ni estabilidad mental, ni realmente una estabilidad social, puesto que ha terminado por dualizarse a dos humanos opuestos: la clase alta y la baja, los muy ricos y los muy pobres. Fijarse, de nuevo, lo estúpido de lo humano al no predecir que si la base de la postura social sea la meritocracia eso nos llevaría a la situación actual, y dado las dos reglas que propician el oportunismo que son el punto crítico y el efecto bola de nieve; los cuales predicen que en cuanto una persona adquiera cierta ventaja, dicha ventaja va a crecer de forma exponencial, propiciada, por lo demás, por todos, que somos los que nos sumamos a llevar a esa empresa o marca hasta su punto crítico y por ello que se produzca un efecto bola de nieve. Las grandes empresas de las redes sociales son una muestra de este hecho. En marzo de este año cierra Google+ una empresa que ya no puede competir contra los grandes que se asentaron y cogieron sus posiciones desde el primer momento. Quien parta con ventaja es la más proclive a que antes se produzca el punto crítico y que sea la norma.
5. Crítica. La superficialidad (el aparecer, lo externo) como norma social.
    Y porqué damos los datos de forma tan frívola e imprudente… en la mayoría de los casos por narcisismo, por dar valor a lo que se ha normalizado: cada persona al fin y al cabo es un “producto” -en el nuevo lenguaje subyacente- y todo depende de saberse “vender”. Pero eso es sólo un medio camino… ¿qué se “vende”?, con qué fin. Hay dos tendencias principales. 1. la mayoría de los usuarios buscan pareja y poder llegar a formar una familia. 2. la apuesta totalmente individual: la propia felicidad y uno mismo como fin. De nuevo emerge la dualidad familia e individual, y en todo caso que si se llega a la familia sea bajo las nuevas directrices altamente individualistas. La regla es que si el fin es el formar pareja esto no puede ser de otra forma que “mostrando” tu “verdadero” ser, que de forma extendida está ligada a unos datos reales. Casi todas las redes sociales se basan en algo que antiguamente, en la Internet aún sin reglas algorítmicas, se llamaba chat. En sus versiones antiguas, no las actuales (con programas como mIRC). En los chat no había datos, uno se daba de alta con un Nick (apodo) y entraba en “habitaciones”, que sería extrapolable a ir a un bar. Si a lo largo de un día o de un tiempo te fijabas en alguien podías tratar de hablar con esa persona en privado. Nada demasiado distinto como cuando se sale a “ligar”. Ahora mismo los chat son algo secundario, o no normalizado, no tiene ningún “valor” bajo el actual sistema complejo que es el que ha “vencido”. Aquí vemos una lucha de dos sistemas y que uno de ellos “muere” frente al otro, pues tiene unas ventajas para llevar a dicho sistema a un estado estable, como para poder llegar a ser nombrado: redes sociales. Por lo demás, el que unas empresas ganasen mucho dinero, implicaba a su vez invertir mucho dinero como para que al final terminasen por “vencer”.
   Eso son los fundamentos de cómo funcionan los sistemas complejos. Es hora de las críticas y posibles soluciones. Mi individualismo y mi apuesta por la familia creo que ya queda explicada al exponer el actual sistema. Sólo individualizándose, no cayendo en todo aquello que está ahora normalizado, se puede acabar con el sistema actual. Se ha de renunciar a darse de alta en redes sociales con identidades reales y facilitando todos los datos que se nos solicita. No deberían de ser usadas bajo las directrices que dichas redes (re)quieren. Pero la mala noticia es que es muy posible que las corporaciones ya previeran esa tendencia y pusieran como contramedida el tener que dar de alta sus servicios a través del número del móvil, con el pretexto de que es la forma más (con)fiable de validación. A la vez para dar de alta el móvil tiene que ser a través de un DNI (carné de identidad), con lo que al final hay unos datos reales de una persona real. Entre esos datos está el domicilio, domicilio que por la ciudad y la zona en la que se vive, ya da una clase social o incluso una posible etnia. ¿Se hace uso de esos datos finales?, en teoría no, pero una y otra vez sale a la luz que esos datos se “venden” o son usados de manera ilegal. Por lo demás las compañías telefónicas suelen ser filiales de otras corporaciones con otros fines y formas de actuar. En otro caso el móvil está cambiando la dinámica de las redes sociales, entre ellas WhatsApp, tratando de adaptar las nuevas generaciones dentro de los nuevos lenguajes. Recordar que cuando hago dichas afirmaciones nunca tienen implícitas las ideas conspiratorias, sino simplemente del equilibrio de los sistemas complejos. O sea, no hay un director de orquesta en nada. Si acaso esos directores son ciertos conceptos, que ni siquiera sus “creadores” tenían la capacidad de predecirlos en toda su extensión, pues a de recordarse que son sistemas no-lineales, donde cualquier pequeño cambio es susceptible al final de provocar grandes cambios o nuevos sistemas emergentes. Todo humano, por mucho “poder” que tenga, como  Mark Zuckerberg, son simples “víctimas” de la dinámica de los sistemas, pues no hay nadie que los “gobierne” o los “dirija”. Yo al propio Zuckerberg no lo veo más que como a un tonto optimista…, un alma cándida que “cree” en las grandes tonterías que dice a los medios, a modo profético, y donde por su candidez (o tontuna, que a veces es lo mismo) no es capaz de prever que nos puede llevar a una sociedad y a una situación distópica e infernal.
   Tal tendencia individualista reniega de los números y ser reducido a estadísticas y algoritmos, pero no por ello está dirigido a acabar o menoscabar el concepto de familia. Esta es la base humana. Individualismo y familia nunca se tenían que haber ligado como para llegar a la situación actual. Parte del feminismo aboga por el individuo por encima de la familia, porque queramos o no el feminismo es otro ente abstracto que ha (de)generado en un sistema complejo del que nadie tiene el control, y en donde son los conceptos los que están marcando las pautas. Mis ataques al feminismo van en esa dirección. Una cosa es lo que cada mujer pretenda -que suele ser muy noble-, y otra cosa es el ente abstracto que emerge de toda esa suma. Una hormiga no hace un hormiguero, ni un electrón -base de la electroquímica cerebral- hace que tú recuerdes el día más feliz de tu vida. Los sistemas emergentes son más que la suma de sus partes. Si una mujer individual quiere igualdad y justicia, otra cosa muy distinta es lo que al final es el feminismo en su totalidad. De nuevo, no hay director en la sombra, pero de nuevo hay ciertas distopías a las que están llegando. Hay que entender todo dentro de la situación actual donde priman las redes sociales y sus “verdades”. El feminismo actual no es ninguno que alguna ideóloga y pensadora previó y calculó en cada uno de sus pasos. Todo sistema al final “encuentra” sus propios conceptos estabilizadores internos que nadie pensó y que aunque dan estabilidad en el propio sistema, no por ello dan estabilidad individual o estabilidad en lo social. Mi siguiente escrito estará encaminado a demostrar ciertas de sus fallas. ¿Alguien ha analizado la serie “muñeca rusa” como un “ligero” ataque a la posmodernidad y el individualismo?, porqué los protagonistas son hombre y mujer, y no dos hombres o dos mujeres, y por qué ella es la posmoderna y él la individualidad neurótica. retomaré esto en el siguiente escrito.
    Con todo, yo no soy el mejor ejemplo para aquello por lo que lucho, pues al ser artista me “pueden” las reglas de este tipo de apuesta evolutiva. Soy excesivamente individualista, pero en la comprensión de que en el sistema “anterior” éramos una apuesta muy reducida que apenas si alteraba el sistema. Éramos la excepción en la regla. No creo en el progreso, o no tal como emerge en el inconsciente colectivo. Era más feliz el humano de la prehistoria en su sencillez, en su “embrutecimiento”, en su pensamiento mágico, unido a su familia extendida que nunca abandonaba. Aunque muriese más joven, aunque fuese más vulnerable a las enfermedades, aunque fuera un “tonto feliz”, aunque pudiera morir en las fauces de algún depredador. Ellos sabían contra qué luchaban, siempre era algo externo, algo de afuera. Ahora, sin ningún enemigo directo, todo es susceptible de ser algo contra lo que tenemos que luchar (incluso contra tu propio marido o esposa o hijos, o estos contra sus padres… en nombre del individualismo). Ahora, ante la invisibilidad de un sistema que en su rebosante plenitud es nuestro más feroz y despiadado enemigo, nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Nosotros que no damos la talla, que no nos sabemos vender, que nos somos el mejor producto del mercado, y nos tenemos que estar mejorando eternamente si no queremos quedarnos aparcados y fuera del sistema. Corremos en la cinta andadora y cada vez le damos una mayor velocidad, porque todo el mundo lo hace. ¿Acaso no nos damos cuenta que ya vivimos en una distopía, que hemos creado un infierno en la tierra?
    Concluyo. El título en realidad no tiene sentido, porque no creo que David tenga en sus manos nada. Todo David se termina por convertir en algún tipo de Goliat contra el que hay que luchar, o cuanto menos que cree algún tipo de desigualdad. Erin Brockovich se convirtió en multimillonaria de golpe, mientras en su ciudad vivían cientos de personas sin-techo o en el umbral de la pobreza…, pobreza que conocía bien, pues ella misma tenía ese origen. El sistema de jerarquías siempre existirá, a no ser que la humanidad al completo luche contra él. Destino imposible porque quien detente algún tipo de poder, siempre le tratará de sacar provecho y no lo querrá perder, y puesto que es imposible unificar a todos los humanos bajo una misma idea, dado lo distintos que somos y dadas la altas variaciones culturales y de nuestros cerebros. Eso sí, quizás nunca ha habido un desnivel tan alto de las capacidades de poder, y que además estén sustentadas por la propia clase baja, por una menucia tan simplista y vana como la del narcisismo y la de ligar. Si la humanidad al completo renegase de dar sus datos, las multinacionales, los partidos políticos y los gobiernos se valdrían de sondeos y de ciudadanos que aceptarían entrar en encuestas por llevarse algún tipo de pago o bonificación. El algoritmo ha llegado para quedarse: ya es parte de la condición humana. Imperios como el Egipcio o el Romano se valían de los credos religiosos o patrióticos como para que tales sistemas sobreviviesen cientos o miles de años. Ahora cualquier ciudadano de a pie pensaría que un egipcio o romano de su época era un pobre imbécil que mantuvo con sus esfuerzos y sus vidas unos sistemas claramente despóticos. ¿Creemos acaso no estar en un sistema similar? Lo que en su momento fue el poder de un dios o de un emperador, ahora son marcas como Apple o Google o redes como Facebook y Twitter, los mismos perros con distintos collares, como quien dice. En todo sistema existen los disidentes, los rebeldes, pero que sólo encienden la mecha de la revolución si se dan las condiciones necesarias para el cambio. Y ahora no se dan. Un rebelde fuera de lugar tan sólo es un perdedor, un frustrado o un amargado. Tu vida, mi vida, serán tan solo englobadas en las de ciertas generaciones bisagras, que no les quedó otra que tratar de sobrevivir en una situación en crisis e injusta y que ellos mismos no habían propiciado en nada. La diferencia de nuestra generación frente a las anteriores es que tenemos y conocemos cuáles son los mecanismos que subyacen bajo todo sistema. Hay que dar a conocer los sistemas complejos para que la gente deje de creer en el “destino”, en ideas conspiratorias y demás tipos de creencias que dejan que las cosas sigan su curso, pues en definitiva “¡así es la vida!”. El humano ahora conoce qué hay bajo todo este entramado que es la vida. Vemos los engranajes tras el mago, la edad de la inocencia se tenía que haber dejado hace tiempo atrás. Ahora sí tenemos la posibilidad de crear un sistema que sea el más justo e igualitario posible. Tenemos en nuestras manos “controlar” el caos y el azar como para que toda y cada una de las vidas merezca la pena de ser vivida. Para que ningún humano se tenga porque suicidar porque no le quede otra salida. No hay excusas para no alcanzar tal meta.

    Cuando Darwin analizó la vida se encontró con esas reglas analizadas arriba y es lo que conocemos como la teoría evolutiva. Con todo había algo que no encajaba con dichas reglas básicas. Casos como la cola el pavo real no encajaban con dichas reglas básicas económicas y de optimización. Se pasó años pensando sobre esto y le resultaba incómodo. Pero hoy en día dichas excepciones está dentro de otra regla que son las que surgieron con el sexo y la selección sexual. Visto así: ¿las  cuatro patas delanteras son algo así como la cola del pavo real? Casi todo los dimorfismos sexuales son en apariencia, no estructurales. Quita la cola al macho del pavo real y no habrás cambiado nada de sus estructura básica. Con todo, algo que puede ser un “suplemento”, por el paso de los milenios ¿puede llegar a ser estructural? En teoría sí, pero si nos fijamos en las mayoría de los cuadrúpedos todos tiene una misma estructura con variaciones. Suelen tener más menos la misma composición y número de huesos, y sólo varían las formas. O sea, algo estructural lleva miles de millones de años para ser formado. Seis patas tendrían que haber partido de un mismo origen y todos los animales, incluso los avatares, deberían de tener los mismos número de extremidades. Con el problema añadido de que si en algún momento un animal cada vez diese menos “importancia” a esas dos extremidades “extras”, habría una lucha evolutiva de los animales de cuatro patas frente a los de cuatro, y que puesto que no tienen una función las otras dos, terminarían por “ganar” los animales de cuatro patas, y los de seis serían más susceptibles como para que se extinguiesen en algún cuello de botella evolutivo, como así sucedió a los grandes animales frente los pequeños, en la última gran extinción. O sea, seis patas es un mayor gasto de energía, en cuanto hubiera menos alimento tendrían menos probabilidades de sobrevivir sobre la disposición más económica de los de cuatro. Esto se ven en algo tan sencillo como la altura de los humanos. Los altos pueden tener ciertas ventajas en épocas de exceso de comida, pero en hambrunas los más bajos tiene más probabilidad de sobrevivir por requerir menos energía. La altura o volumen de los humanos, o de cualquier otro animal, depende se la cantidad de comida de la zona en la que viva.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Códice y Trucos Para Comprender los Sesgos Cognitivos

Índice y Preámbulo

Adendum - Micro-Historia de las Diferencias de Género - Un Viaje a Abilene